Capítulo 4

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-¿Pero como es esto posible?-pregunto Adriel enfurecido.
Todos necesitábamos una explicación, una respuesta a nuestras interrogantes, quién sería capaz de hacer algo así, y sobre todo como lo había hecho delante de todos?
En aquel momento todos nos miramos y sospechamos los unos de los otros, no tenía la menor idea de quién se atrevería a tal acto inhumano, ya no confiábamos ni en nosotros mismos, y lo peor es que podría ser cualquiera.
Dentro de la morgue se realizaba la autopsia del cuerpo de Daniel .
-Al parecer es una intoxicación por cloruro de carbono, este pudo haber penetrado por cualquier vía al cuerpo, pero deduzco que por el hecho de que presento un cuadro de vomito antes de la muerte fue suministrado por vía oral-
El cloruro de carbono es una sustancia incolora muy parecida al alcohol y el occiso antes de la muerte había consumido grandes cantidades de este, así que es muy posible que fuera mezclado en su bebida, además la madre corroboró que le había suministrado diacepan para tranquilizarlo, lo que empeoró el cuadro y causó la muerte por fallo hepático.
Toda esta información llego a nosotros mediante una entrevista dada por el médico encargado de la autopsia ya que eran tantas las especulaciones acerca de la causa de la muerte que la policía tuvo que autorizar la entrevista.

Dos meses después todos tratabos de retomar nuestras vidas, pero esta vez cada cual por su lado, el grupo se había disuelto, no podíamos estar juntos sin pensar en lo que había pasado. Todo ese tiempo Sander fue un gran Apollo para mí, se convirtió en mi soporte y comenzamos una relación, algo despacio pues ninguno de los dos estábamos preparados todavía para algo serio, la verdad nos hacíamos compañía y nos ayudabamos a no pensar en lo que había pasado.
Nadie más había muerto, al parecer el asesino de había dado por satisfecho, o tenía mucho miedo de que lo descubrieran.
Las investigaciones continuaban, pero en vano habían pasado aquellos dos meses, pues la policía contaba con las mismas pistas, osea ninguna, al parecer el que cometió el crimen era un genio, pues había sabido ocultar su rastro a la perfección.
Camila había ido a varias consultas con el psicólogo, ella era la más afectada de todos y estaba segura de que no se recuperaría de lo que había pasado, Jackson estuvo todo el tiempo con ella aunque en las noches se escapaba a beber, nunca supe cómo ella lo soportaba, eran tan diferentes, ella tan dulce y tierna y el un machista prepotente con delirios de grandeza y Aires de superioridad, de esas personas que creen que el mundo es suyo y que pueden hacer de él lo que les plazca.
Adriel estaba encerrado en si mismo, el pobre había vivido enamorado de Hanna desde que tenía uso de razón y nunca se lo había confesado a la cara, ahora ella estaba muerta y el no sabía qué hacer con sus sentimientos.
Esa noche Sander se fue temprano de mi casa, se veía muy extraño, como si ocultara algo, se podría decir que sospechoso. Pero no quise pare era paranoica así que no le dije nada, nos despedimos y él se fue. Al otro día me despertó una llamada telefónica.
-¿Es usted la novia de señor Sander Minetta?- pregunto una voz ronca en tono oficial desde el otro lado
-La llamamos a usted por qué los padres del detenido no responden -
-Ellos están en marruecos, pero ¿Como que Sander está detenido?¿Que paso?- dije ya temiendo lo peor.
-Por favor venga a la delegación norte para que identifique al cadáver de Jackson Anderson y para que responda a la denuncia presentada a su novio por asesinato-
Jackson era el número cuatro y la cuenta regresiva continuaria.

Mi punto de vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora