"Sonríe para mi"

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06/11/2019
Prompt: Fotos

Uno, dos, tres días, una semana, casi un mes, y la herida seguía sin cerrarse.

Días atrás, el club de los perdedores había logrado vencer a "Eso", esa cosa la cual los habia atormentado desde que eran sólo niños, se había ido, aunque tuvo un precio.

Dos de sus amigos.

Número 1, Stanley, el cual se había suicidado luego de la llamada de Mike pidiéndole volver.

Y número dos, Eddie, el cual había sido asesinado por el mismo Payaso, cuando una de sus grandes patas le atravesó el pecho.

Para esas alturas, todos habían vuelto a sus respectivos hogares, todos excepto Richie, el cual seguía en el pueblo de Derry, sin poder soltar aquello a lo que se aferró durante tantos años, aquel que consideró su primer y único amor.

Ya era tarde, casi anochecería, pero el hombre de gafas seguía caminando por las solitarias calles de Derry, hasta toparse con la que alguna vez fue su casa cuando era un niño.

Tenía un gran letrero de "En venta", el cual colgaba cerca de la puerta.

Se quedó observando por un buen rato aquel lugar, hasta que sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz.

   —¿Le gustaría verla? —volteó hacia un costado, dandose cuenta que era un hombre de edad algo avanzada— ¿Es nuevo por aquí?

   —No...yo —aclaró su garganta— Antes vivía aqui.

   —Ya veo —respondió— ¿No quiere echar un vistazo? Quizá considere adquirirla de nuevo.

Richie dudó durante unos segundos, pero al final accedió.
¿Que podía perder?

El hombre le tendió la llave de la casa y este se adentró, al abrir la puerta pudo ver una polvorienta sala, la cual años atrás estaba amueblada tan acogedoramente para él y sus padres.

Comenzó a mirar todo el lugar, mientras llegaban recuerdos fugaces de cuando era un niño.

Llegó el momento de mirar la que antes era su habitación, que a decir verdad, la recordaba más grande.

Comenzó a caminar alrededor de esta, la cual estaba completamente vacía.

Suspiró mirando aquel cuarto poco iluminado con una bombilla de ño muy buena calidad.
Estaba a punto de regresar por donde vino, comenzando a avanzar de nuevo a la puerta, pero se detuvo al escuchar una de las tablas del suelo rechinar.

Volvió a pisar en el mismo lugar sólo para asegurarse de que estaba suelta, y al comprobarlo, se agachó quedando de rodillas sobre el suelo, mirando fijamente aquel trozo de madera.

Intentó tirar de este, el cual se desprendió fácil, dejando salir una pequeña nube de polvo, la cual alejó de su nariz con ayuda de abanicadas
con su mano.

Regreso la mirada hasta ese lugar, notando que habia algo allí dentro.

Al darse cuenta que era, lo sacó con cuidado.

Había una pequeña caja de cartón sellada con cinta, además de una cámara antigua.

Lo primero que hizo fue abrir la caja, despegando con cuidado la cinta de los bordes y quitando la tapa, topandose con decenas de fotos.

Se sorprendió bastante al encontrar eso ahí, aún más al darse cuenta que lo había olvidado.

Comenzó a sacar foto por foto, mirando el contenido con detalle.
Había fotos de sus padres y de él, fotos de el parque, el arcade, el cine, pero dentro de la caja había un sobre de papel, el cual tenía dibujado un corazón.

Lo tomó y rasgo para poder abrirla, dentro de este se encontraban varias fotos de él y sus amigos, tenían 13 años, pocos días después de la primera pelea que habían tenido con "Eso".

Había tantas fotos, de Ben, Stanley, Bill, Bev, Mike y Eddie, todos juntos.

Ahora recordaba más, sus padres le habían regalado una cámara, de ahí salían tantas fotos, aunque recuerda que era difícil revelarlas, se divertía tomandolas.

Pero el más emocionado era Eddie, ya que siempre iba a su casa a usar su cámara fotográfica, y a donde sea que iban la llevaba consigo, parecía más suya que dé él.

Más en el fondo del sobre, se encontraban varias fotos del mismo Richie, haciendo gestos estraños, riendo e incluso cubriendo el lente s la cámara.

   —¡Eddie! ¿Puedes parar ya? —aquel niño cubría el lente de aquella cámara tratando de evitar que le tomarán fotos—

   —¡Sales genial! Además, ¡Tu cámara es increíble! —sonrió mientras seguía tomando fotos

Una sonrisa quebrada se dibujó en sus labios al recordar aquello, acaricio una de las fotos, en donde Eddie había intentado tomar una foto de ambos, pero al estar sólo era difícil, pues había salido algo cortada.

Tomó la cámara y trato de encenderla, sin muchas esperanzas de que volviera a servir, pero para su sorpresa, la cámara funcionó.

Quizá ya no tomaba buenas fotos, o ya no lograría revelarlas, pero sorprendentemente seguía funcionando.

Siguió mirando las fotos, enfocandolas con la cámara sin llegar a capturarlas

Bajo varias fotos más, había otra, la cual era muy peculiar, pues mostraba a un pequeño Richie, con los ojos llorosos, y una pequeña sonrisa dibujada en su labios, no miraba hacia él lente, si no a la persona que tomaba la foto.

   —¡Rich! —el más pequeño había entrado por la ventana del cuarto de Richie

Sin embargo todo estaba oscuro, pareciendole una cosa bastante extraña, se acercó acercó encender la luz.

Busco con la mirada a su amigo, sin mucha suerte, hasta escuchar unos sollozos, los cuales venían del rincón de la habitación.

Volteó rápidamente hasta ese lugar, encontrando a Richie, escondiendo su rostro entre sus rodillas, temblando ligeramente.

El pequeño Eddie se acercó con gran velocidad hasta él, y aunque no había notado su presencia, colocó una de sus manos en su hombro, captando su atención haciendo que alzara la mirada.

   —¿Eds? ¿Que haces aquí? —trató de limpiarse las lágrimas, fingiendo que nada había pasado

Richie no era muy abierto con sus sentimientos, por lo general las cosas se las tomaba a broma, y nunca hablaba en serio.
Debía ocurrir algo que lo hiciera llorar.

Eddie estuvo a punto de preguntar que ocurría, pero al ver el rostro del más alto, supo que no debía hacerlo, simplemente debía animarlo.

Lo que no sabía, era que su simple presencia lograba poner de buen humor a Richie, haciéndolo olvidar todo.

Eddie se levantó, tomó la cámara que habia en el escritorio y tomo una foto, dio un pequeño vistazo y negó con la cabeza.

   —Tu atractivo se pierde con esa expresión —habló, haciendo a Richie reír ligeramente

Se acercó nuevamente, sosteniendo la cámara frente a su rostros, a punto de tomar una foto.

   —Vamos, sonríe para mi, no sólo para la cámara —y tomó la foto

Captando justo el momento en donde Richie dibujó una sonrisa en sus labios.

Richie sostuvo la cámara mientras sus ojos comenzaban a arder, amenzandole con soltar lágrimas.

Fijó sus ojos en la cámara, mirando a través del lente, pudo jurar que vio a un joven Eddie, con aquella cámara en manos, sonriendole.

   —Vamos, sonríe para mi

Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, pero una sonrisa se dibujó en sus labios

   —Eddie...—murmuró, antes de romperse por completo—.

7 días de Reddie (One-Shots) #ReddieWeek2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora