CAPÍTULO 6💜La Fiesta Horrosa

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Era una anciana llena de arrugas y con su pelo gris recojido en un moño alto. La mujer se acercó a ellas y dijo:
-Bienvenidas al Hotel Estaca, ¿tienen reserva?
Celia miró a su madre y está respondió:
-No,pero si tiene hueco queríamos quedarnos una noche.
-Déjame ver.
La anciana se dio la vuelta y se fue a la recepción. Celia miró a su madre y dijo:
-¿Porqué nos vamos a quedar?
-Igual descubrimos algo.
-¿Y Mery?
-Que coja el bus y venga.
La madre se acercó a la anciana :
-¿Tiene hueco para una más?
-Si, tengo una habitación de tres.
-Gracias. Celia, llama a tu hermana. Dile que coja el bus hasta Handley Street y vaya al Hotel Estaca.
-Vale.
Después de llamarla, la señora les llevó a la habitación. Abrió la puerta y tosió.
-Tiene un poco de polvo, pero podéis limpiarla con el plumero de la esquina.
Celia se rió y la dueña le miró enfadada.
-Bueno, hay una cama y eso es un sofá cama. El baño es común, está donde recepción. El desayuno es de 6 a 8 de la mañana, la comida no se sirve en el hotel y la cena es de 12 p.m a la 1 de la mañana. Adiós.
Se fue y cerró la puerta con un fuerte golpe.
Ambas se rieron:
-¿Qué horarios son esos?
-Jajaja, no lo sé. Vamos abajo a esperar a tu hermana.
-Vale, si quieres me quedo a limpiar el polvo.
-Si, mejor.
Su madre salió de la habitación. Celia cogió el plumero y limpió casi toda la habitación. Solo le faltaba la mesita de noche cuando alguien abrió la puerta.
-¡Mery! ¿Te duele algo?
-No, pero mira lo que tengo.
Mery se levantó el pantalón hasta la rodilla y enseñó una gran cicatriz.
-¡Ahora podré decir que me dispararon! Todo el mundo flipará conmigo.
-Si, mola mucho.
-Niñas, dejar la herida y ayudarme a hacer la cama, me parece que no tienen servicio de habitaciones.
Después de hacer la cama, hablaron sobre lo que tenían pensado en hacer.
-Ese hombre tiene la llave de la casa, Josh puede ser uno de los que duermen aquí.
-No lo creo, porque cama ya tiene. Igual aquí viene a desayunar y a cenar.
-Si, Celia, tienes razón.
-Bueno, tengo una idea, podemos mirar el libro en el que tienen las firmas de los que estuvieron aquí.
-No, sin permiso de la dueña no, quién os ha enseñado esos modales. Le preguntaré yo. Acordaros del número de la habitación por si os preguntan.
-Vale, el número 18.
Luego salieron y fueron a recepción. La dueña estaba hablando con otra mujer más o menos de su edad.
-Adiós, Señora Mirrorwall- dijo la dueña.
Celia dio un salto y se acercó a su familia.
-¡Mirrorwall es el apellido de Josh! Ella debe ser su mujer.
-Perdone,¿se hospeda aquí el señor Mirrorwall?
-Sí, con su mujer. Pero a dormir solo se queda su mujer. ¿Porqué? ¿Sois amigos?
-Mmm...Si, es un gran amigo nuestro.
-Entonces le habrá invitado a la fiesta de esta noche ¿no?
-Si, claro. Pero se nos ha olvidado dónde era y a qué hora.
-Es aquí, sobre la hora de cenar. ¿Vendrán?
-Si, como no vamos a faltar.
-Bueno, pues hasta esta noche.
-Hasta luego.
Su madre se dio la vuelta y ignoró las preguntas de sus hijas hasta la habitación. Allí se sentaron en la mesa y hablaron:
-Bueno, tenemos que buscar ropa para esta noche.
-Pero no estamos en la lista de invitados.
-Vosotras os quedaréis aquí, no creo que haya invitado a niñas, y yo iré a la fiesta disfraza de alguien importante. Solo necesito a alguien que haga de mi mayordomo.
-Creo que sé quien nos puede ayudar.
-¿Quién? ¿Diego? No,no, es muy pequeño.
-No, su padre. Él lo sabe todo, Diego se lo ha contado.
-Vale, llamaré a su padre, pero prometerme que no saldréis de la habitación esta noche. Sobre todo quedaros juntas siempre. Y no habráis a nadie.
-Si.
Esa noche estaban todos vestidos de gala, con sus trajes más elegantes. El padre de Diego, 'El Mayordomo' llevaba una camisa blanca, una chaqueta negra, unos pantalones negros, una corbata negra y unas gafas de sol muy oscuras. La madre de Celia, vestida de una actriz muy importante, llevaba un vestido rojo con purpurina, la cara pintada con triángulos amarillos y blancos, una máscara morada con rayas doradas y los labios color rojo sangre.
-Ya estamos preparados para la fiesta.
Después cerraron la puerta con llave y dejaron a Celia y a Mery dentro.
-Hola, ¿está usted en la lista?
-No lo necesito.
-¡OH! Perdone, no me había dado cuenta de que eras la dulce señorita Rotier. Pase por favor.
-Encantada.
El guardia de la entrada hizo una reverencia y les dejó pasar. Había mucha gente y todo estaba lleno de luces de colores y de comida extravagante. Y si, Josh estaba, vestido muy elegante. Sin pensárselo dos veces 'la señorita Rotier' es decir, la madre de Celia, se acercó a él.
-Buenas, señor Mirrorwall.
Josh se dio la vuelta y se quedó boquiabierto al verla.
-Se-Se-Señorita Rotier, ¡por los dioses! ¿Qué hace aquí?
-Bueno no revelaré mis fuentes.
-Claro, claro. Encantadísimo.
Josh hizo una reverencia y le tendió la mano.
-Si le apetece, le puedo pedir a las cocineras que te preparen un gran plato.
La madre de Celia retiró su mano de la de Josh y dijo:
-No, me las arreglo sola. Solo necesito que me respondas a unas questiones que me han surgido.
-Claro.
Se fueron hasta una parte de la habitación de la fiesta y ahí hablaron. El mayordomo seguía firme la verdad es que lo hacía muy bien, y en toda la noche no dijo ni una palabra.
-Bueno, ¿qué preguntas eran esas?
-Conoces a una niña que se llama María?
-Si, ¿por qué?
-¿Y a una que se llama Celia?
-Me parece que es su hermana.
La madre de Celia se mordió el labio intentando contener todo lo que le quería decir a Josh. Respiró hondo y dijo:
-¿Y esa llave de oro que llevas? ¿Para qué es?
-Bien, creo que sabes mucho sobre mí, ¿verdad?
-Solo lo justo.
-Veo que quieres que te lo cuente.
-Exacto.
-Bueno, pues a cambio me dirás para que lo quieres saber.
-De acuerdo.
-Pues quedamos mañana en la cafetería del hotel a las 11 a.m.
-Si.
Josh volvió a hacer una reverencia y la madre de Celia se fue, seguida por su 'mayordomo'.
Después de eso ya a las 12 p.m, en la hora de la cena, los que no eran invitados a la fiesta tenian que cenar el la cafetería, así que Celia y Mery cenaron allí.
Cuando acabó la fiesta, la madre de Celia se fue a su habitación y se despidió de él padre de Diego dándole las gracias.
-¿Mamá sabes algo importante?
-Hasta mañana nada. Buenas noches.
-Buenas noches.
Mery y Celia se metieron en la cama y se taparon hasta la nariz. Su madre se tumbó en el sofá cama y apagó la luz.
A la mañana siguiente la madre de Celia se levantó pronto y se volvió a disfrazar de 'La Señorita Rotier'. Volvió a llamar al padre de Diego, si ella era tan importante, debería tener siempre un mayordomo a su lado.
Sobre las 11 las niñas se fueron a desayunar y su madre se fue a ver a Josh.
Cuando llegó él estaba en una mesa esperándola. Cuando llegó, Josh hizo una reverencia y se volvió a sentar.
-Buenos días, Josh.
-Buenos días. Bueno, te contaré cada detalle y a cambio me dirás porque lo quieres saber.
-Si.
Estaban solos en la cafetería, así que pudieron hablar tranquilamente.
-Yo, disparé a esa tal Mery.
-¿Y porque? - carraspeó.
-Hace mucho tiempo yo era muy buen amigo de su padre.
La madre de Celia miró interrogativa al mayordomo. Pero dejó que Josh continuará su historia.
-Él y yo siempre estábamos juntos, pero cuando llegó el momento de la universidad, nos separamos. Yo le llamé un año después para ver si podíamos vernos, entonces nos vimos. En esos momentos él ya tenía novia,es decir, la que ahora es la madre de Mery. Se suponía que me la iba a presentar, pero no lo hizo, solo nos vimos él y yo. Tiempo después mi madre y mi padre fallecieron. De tanta pena y desánimo que tenía mi hermano, él también falleció. Asi que decidí venirme para aquí, con él. Pero descubrí que él también había muerto. Como yo era el único que no se había muerto. La gente me culpaba de sus muertes, tanto, que ya nadie se acercaba a mí.
-Lo siento por usted.
-Nada. Lleno de rabia me encerré en mi casa. Luego me enamoré de la señora Mirrorwall y nos casamos. Después de eso mi vida iba mejorando cada vez más. Pero la familia de mi amigo se tuvo que mudar aquí y la gente me empezó a llamar asesino otra vez. Tanto lo hicieron que me volví loco y me creí el asesino de verdad. Empezé a herir a mucha gente y  me llevaron a un manicomio. Allí aprendí a controlar mi rabia y me di cuenta de que todo había sido por la familia de Mery, así que acosé a su hermana y disparé a Mery. Después me sentí muy aliviado y feliz, por eso hize la fiesta. Y eso es todo.
-Osea, ¿disparaste a una niña porque estabas enfadado contigo?
-Más o menos.
La madre de Celia sacó una pistola y la apuntó contra su frente.
-¿Sabes? No te haré daño si dejas a mis hijas en paz.
-¿¡Tus hijas?!
-Si, yo no soy la señorita Rotier, yo soy la madre de la niña que acostaste y de la niña que disparaste.
Josh tragó saliva y contestó :
-Las dejaré en paz, pero quítame ya la pistola.
-¿Me lo prometes?
-Si. Te lo prometo.
La madre de Celia bajó la pistola y se la guardó en el bolsillo. Josh se levantó de la silla y se dispuso a marcharse. Se cruzó con la pistola y la agarró rápidamente. Apuntó a la madre de Celia y se rió. Pero el padre de Diego sacó su pistola y apuntó a Josh.
-Vale, ¿y tu quien eres?
El padre de Diego se acercó a Josh y intentó quitarle la pistola, pero Josh disparó, y ya era demasiado tarde.
Josh salió corriendo lo más rápido posible, dejando atrás el charco de sangre. El padre de Diego se arrodilló sobre el cuerpo, y la madre de Celia llamaba a la policía. El padre de Diego lloraba desconsoladamente y gritaba:
-¿Porqué me tuviste que salvar de la bala? ¿Por qué?
Pronto llegó la policía y se llevó el cuerpo acompañado por el padre de Diego. La madre de Celia habló con la policía y les contó lo sucedido.
-Usted me dice que un tal Josh Mirrorwall le ha matado y que fue 3l que disparó a su hija.
-Exacto.
-Bien, hemos registrado todas sus casas y no está en ninguna de ellas. Llévese a las niñas a casa y descansar. Déjenos el caso a nosotros.
-Si, claro.
La madre de Celia abrió la puerta, ignoró todas las preguntas de sus hijas y se tumbó en la cama. Al poco rato ya estaba dormida y Celia aprovechó para salir de la habitación.
-Mery, voy a salir a ver que está pasando, quédate con mamá.
-Si, pero no tardes.
Antes de que Celia saliera de la habitación, un teléfono sonó.
-Mery ¿quién es?
Mery cogió el teléfono y preguntó :
-¿Si?
Una voz triste dijo:
-Soy....Diego ...-dijo temblando.
-Celia, es Diego. Parece importante.
Celia pegó un salto y le quitó el teléfono de la mano.
-¡Diego! ¿Qué pasa?
-Necesito que te vayas de aquí, de esta ciudad.
-¿Porqué? Yo no quiero irme.
-Me lo esperaba. - esperó a poder tranquilizarse y dijo - Celia, mi madre a muerto.
-Yo... Lo siento mucho... Diego...
-¿Si?- dijo entre lágrimas.
-¿Qué ha pasado?
-Josh... El idiota de Josh... Le disparó y... No me contaron nada más.
-¿Josh? No lo entiendo, pero da igual, lo importante ahora es que estés con las personas que quieres y que descanses. Y acuérdate de que siempre estaré a tu lado.
-Gracias, pero no dejes que ese idiota vaya a por ti o a por tu familia. Vete, lo más lejos que puedas.
-No, me quedo contigo.
Pero Diego no respondió, colgó la llamada.
-¿Diego? ¿DIEGO? ¿¿¡¡DIEGO??!!

Y AQUÍ TE DEJO EL CAPÍTULO 6.
Bastante intriga ¿verdad?
Este capítulo es un poco triste, pero bueno. Gracias por leer. ❤️💫

La muerte de mi hermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora