La Bella Italia

44 5 11
                                    

-Señorita y señoritos, en breves momentos aterrizaremos en el aeropuerto de Roma. Gracias por confiar en la Fundación Speedwagon.
Antoine, el único que estaba despierto leyendo una novela, advirtió a los otros dos.
-¡Uaaah! Eeeh... - articuló Jocelyn con un bostezo.- Joder, qué rápido...
-Han sido dos horas de viaje, boba.- respondió Jacques estirándose.- Uf, la mejor puta siesta de mi vida, tío... eh, ¿qué lees?
-"Guerra y Paz" de Tólstoi.- respondió Antoine. Cuando quiso explicarle de qué trataba, Jacques eructó y cogió un refresco de la nevera.
-Cerdo.- dijo Jocelyn recostada en su butaca.
-Calla, anda.- replicó Jacques imitándola.
Antoine suspiró y volvió a su lectura.
Unos minutos más tarde, el asistente salió a su encuentro.
- El avión ha tocado tierra en Roma, dama y caballeros.
Dicho lo cual les indicó la salida.
-Nunca me habían llamado caballero antes.- susurró Jacques entre risas.
En cuanto los tres se hubieron bajado del avión y este hubo despegado, una limusina negra como el azabache aparcó cerca de ellos. De la parte de atrás salió un joven de pelo negro y chaqueta larga azul con unas gafas en la cabeza.
-Saludos, jóvenes promesas.- dijo acercándose al grupo.- Soy Alexander Wildstone, miembro de élite de Passione. El jefe os espera.
Los tres jóvenes se miraron entre ellos, incrédulos.
-¿Quién has dicho que eres?
-Alex.- respondió el hombre. Parecía sólo un par de años mayor que Jocelyn.- Alex Wildstone.
-Entiendo....- dijo Jocelyn. Observó que Alex la miraba con fijeza disimulada.- Oye, crack, ¿qué miras?
-¡Oh, disculpa!- exclamó Alex.- Es que... me recuerdas a alguien. Eso es todo.
- La madre que me parió...- dijo Jacques mirando la limusina.- Esto es la repera.
-Pues esperad a ver el interior.- dijo Alex caminando hacia el vehículo.- Pasad, pasad. Giacomo nos llevará con el jefe.
-¿El jefe?- inquirió Antoine, el último en tomar asiento en el espacioso habitáculo de la limusina.
-Así es.- afirmó Alex escanciando cinco copas de vino.- Estáis en territorio de la banda Passione.
-Oye, que somos cuatro aquí, ¿sabes?
-Sí... al segundo al mando de Passione no le gusta el número cuatro.- suspiró el joven moviendo la copa.- Intentamos acostumbrarnos a quitar el cuatro de nuestros actos.
-Qué locura...- musitó Jocelyn.
-Puede.- respondió Alex.- Pero es lo que hay. Es mi superior, y le respeto, por lo tanto hago lo que puedo para agradarle.
-No es por ser puntilloso, pero esa es la definición de lameculos.- apostilló Jacques.
Alex le taladró con la mirada.
-Por tu bien haré como que no he oído eso, ¿vale, campeón?
Jocelyn notó súbitamente algo de frío en el habitáculo, pero no le dio demasiada importancia.
-Anda, Jacques, deja de meter la gamba, ¿quieres?- le espetó Jocelyn.
-Gracias.- dijo Wildstone. Luego miró a Jocelyn y agregó.- Es posible que mi grupo o la Squadra os escoltan hasta el jefe. Es más probable que lo haga la Squadra. Mi grupo tiene una misión importante...
Alex habría terminado la frase si algo no hubiese embestido la limusina con la fuerza de un toro bravo.

JoJo's Bizarre Adventure Modern TimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora