JoJo's Bizarre Adventure Modern Times

Los dos hermanos de Nepal

-Estúpido jet lag...
Jocelyn había terminado por sucumbir al jet lag tras tanto avión y los mareos la habían despertado a las dos y media de la madrugada.
Parada en medio de su suite, JoJo pensaba en sus posibilidades.
-Cocina...- susurró.- En la cocina habrá comida... Tengo un hambre que me muero.
Evitando los restos del siniestro de la maleta de Jacques, Jocelyn entró en la cocina y encendió las luces. Decidida a asaltar la nevera, pensó en el delicioso tentempié que pensaba hacer.
-Pondré mucho queso... quesitos de marca buena...con tomate y aceite de oliva... ay, qué rico.
Hecho el emparedado, Jocelyn se dirigió a la terraza con la intención de comérselo en paz.
Un tipo de unos veinte años posado sobre uno de los barrotes de la terraza se lo impidió.
-Eh...- murmuró Jocelyn aún dormida.- ¿Quién eres y qué quieres?
-¿Jocelyn Joestar?- preguntó el joven. Era de noche y Jocelyn no pudo distinguir bien su cara.
Ella asintió, mordiendo el emparedado.
-Estupendo.- asintió el tipo.- Hey, Bon, acertamos.
-Maravilloso.- dijo una voz femenina tras Jocelyn. Al girarse y encender la luz, dio con una joven poco más mayor que ella, más blanca que la nieve y de un pelo rubio claro, vestida con un kimono también blanco.- Siempre has tenido buena intuición, Jovi, hermano.
El chico, que era como su hermana pero en hombre y con menos ropa, saltó y se posó en la copa de vino de la mesilla de Antoine.
-Así que tú eres Jocelyn Joestar...- dijo.- Oh, disculpa nuestros modales. Yo soy Jovi, y ella es mi hermana Bon, y hemos venido a entrenaros a los tres.
Una figura (también blanca) salió de detrás de Bon. Parecía una máscara kabuki con hábito de monja.
-Imagino que eres usuaria Stand.- dijo Bon.
-Imagino que te flipa el blanco.- respondió JoJo.
Bon rió levemente.
-Desde luego tienes sentido del humor.- dijo.- Por favor, despierta a tus compañeros, debemos irnos.
No hizo falta, Jacques estaba en la puerta de la cocina, mirando la escena con cara de sueño y un café en la mano.
-Haber avisado de que traías amigos, tú.- dijo.
-¿De verdad duermes con eso puesto?- replicó Jocelyn.
-Es que es calentita.
-Bueno, despierta al otro subnormal, que nos vamos.
-Anda ya, JoJo, son las tres de la mañana.
-¿Y yo qué culpa tengo? Ladra a los dos nepalíes aquí presentes, no a mí.
Jacques echó un vistazo al Stand de Bon.
-Uh...- murmuró.- Qué mal rollito.
Jocelyn suspiró y fue por Antoine seguida por Jacques.
-Oyee.- dijo. ¿Alguna pista de lo que pasa?
-Creo que esta gente es la que me dijo mi abuelo.- respondió ella picando la puerta de Antoine.- No sé cómo y cunándo contactó con ellos, pero la cosa es que son ellos.
-La tía está buena.
-No te lo negaré.
Jacques miró a Jocelyn.
-Espera... ¿caminas por tu propia acera?
-Más bien por las dos.- respondió ella con una sonrisa. Luego volvió a picar la puerta.- ¡Vamos, gordo zepelín!
-Ya voy, ya voy...
Momentos más tarde, Antoine salió del cuarto y todos volvieron al salón. De repente, Antoine se inclinó bruscamente ante Jovi.
-¡Es un placer volver a verle, maestro Jovi!
El mencionado asintió. Jocelyn se fijó en los pendientes y los brazaletes dorados. Al parecer eran gente de pasta.
-Levanta, Zeppeli.- dijo.- Hace años que dejé de ser tu maestro.
Antoine recuperó la posición y añadió.
-Para mí siempre lo será, señor.
-Ojalá todos mis alumnos fueran así de respetuosos.- dijo Bon.
-¿Hola? ¡Que la alumna ahora soy yo!- exclamó Jocelyn.
Bon y Jovi asintieron al unísono.
-Hamon y Stand... ciertamente es fascinante.- dijo Jovi.- El maestro Tompeti no llegó a conocer los Stand, ¿no?
Bon negó con la cabeza.
Antoine miró a Jocelyn.
-No es por ser cabrón...- dijo poniendo una mano en su hombro.- ...pero yo he entrenado, al menos con él. Y he de decirte... que estás vendida.
Jocelyn tragó saliva.
La que le esperaba...