Capítulo VII: "Demonios"

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En un lugar donde las tinieblas predominaban, un Demonio en particular era buscado...

- ¡ASTAROTH! -

Un sujeto con una barba blanca y un bastón mágico llegó volando hasta donde el demonio Astaroth estaba.

« ¿Qué sucede, Merlin? »

Astaroth, el demonio de aspecto humanoide, cuernos de cabra, ojos rodeados por un círculo de oscuridad, serpientes que cubrían sus brazos, y una armadura negra que solamente cubría sus piernas, estaba en una torre del Reino Demoníaco, experimentando con pociones.

- ¡Lucifer quiere verte! ¡Será mejor que te apures en ir o mandarán a los Guardianes por ti! -

« ¿A LOS GUARDIANES? ¡OLVÍDALO, VOY PARA AHÍ! »

Astaroth dejó todo lo que estaba haciendo, generó dos alas de oscuridad en su espalda y fue volando hasta el castillo principal. Al llegar, dos grandes demonios con aspecto de bestias horripilantes e indescriptibles estaban en la entrada del castillo.

_ ¿A qué has venido? _ dijo uno de los guardias con una voz de ultratumba.

« El Gran Señor Lucifer me ha llamado. »

_ Ven, sígueme. _

Astaroth fue guiado por uno de los guardias a través del castillo. Al entrar, se dió cuenta que habían cuerpos de demonios colgando en el techo, sangre por todos lados, vísceras regadas, carne de alguna especie de ser vivo putrefacta, cráneos que decoraban la sala, así como huesos, era el castillo de un auténtico Rey Demonio. Astaroth siguió avanzando junto al guardia hasta que un Demonio bajó del techo, tenía una armadura negra que cubría todo su cuerpo, unas grandes alas esqueléticas y una espada gigantesca e imponente.

Φ ¿Quién es el invitado? Φ

_ Dice que el Rey lo mandó a llamar. _

Φ ¿Tú eres Astaroth? Φ

« Sí, soy yo »

Φ Te imaginé diferente cuando decían que te autoproclamabas como el Duque del Infierno. Φ

« Lamento decepcionar sus expectativas. »

Φ No importa, tus hazañas son maravillosas, eso importa más que tu apariencia. Φ

« Gracias, me siento muy halagado. »

Φ Guardia, puedes retirarte, yo lo llevaré con el Rey. Φ

_ Entendido, señorita Hassen. _

« ¿Señorita? » Pensó.

Φ Sí, soy una mujer. Φ

« ¿QUÉ? ¿A caso puedes...

Φ Sí, puedo leer tu mente, así que ni se te ocurra mentirle al Rey, o yo me encargaré de eliminarte. Φ

« Perdona que sea tan atrevido pero, ¿Eres mujer? »

Φ ¿Que no te lo acabo de decir? Sí, soy una Súcubo. Φ

« ¿U... Una... Súcubo? » dijo asustado.

Φ Sí, soy una Súcubo, como las de las leyendas. Φ

« ¿Entonces...

Φ Sí, mi poder está a la par con la de los Arcángeles. Φ

« ¿Por eso sirves al Rey? »

Φ Sí, todos los Guardianes somos igual o hasta más poderosos que los Arcángeles del Reino Imperial. Φ

« ¿Eso quiere decir que...

Φ Sí, nuestro amo y señor Lucifer tiene el mismo poder que el del Dios Falso que ellos tienen. Φ

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