Capítulo X: "Territorio de Demonios"

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Al cruzar el portal, Zero se había percatado que habían llegado a un lugar sumamente extraño y macabro, todo daba mucho miedo.

→ ¿Dónde estamos? ←

« Esto es el Territorio de Demonios. »

→ ¿El lugar maldito de las leyendas? ←

« No sé qué clase de leyendas te sabes, pero tienen razón, es un lugar maldito donde el tiempo no existe. »

→ ¿No existe el tiempo? ¿Y cómo viven? ←

« Los demonios solamente crecemos hasta cierta edad y dejamos de crecer, nos quedamos jóvenes por la eternidad. »

→ ¿Son inmortales? ←

« En pocas palabras, sí. »

→ Increíble. ←

« Y como tus poderes demoníacos despertaron antes que los divinos, así serás tú también, dejarás de envejecer una vez que llegues a cierta edad. »

→ ¿En serio? Pero yo no tengo poderes. ←

« Sí los tienes. »

→ No, yo no...

~ ¿Oíste eso, cariño? Podremos estar juntos por la eternidad. ~

Nora y Zero se abrazaron, al mismo tiempo que se daban un beso.

« Me recuerdan a su madre y a mí. »

Φ Así quisiera estar con el Rey Lucifer. Φ

Θ Pero él nunca te hará caso. Θ

Φ ¿Qué acabas de decir, perra? Φ

Θ Lo que escuchaste, Súcubo. Θ

Ξ ¡Es suficiente! Ξ

Stolz aporreó su hacha.

« Bien, vamos, hay que visitar a Lucifer. »

Todos se agruparon y empezaron a caminar hacia el castillo del Rey Demonio. Entraron donde Astaroth se topó por primera vez con Hessen y Stolz, llegaron a la sala donde estaba la Guardiana del Portal.

∆ Veo que esta vez son muchos más que antes.

Φ Sí, Akila, por favor, déjanos pasar. Φ

∆ Por supuesto, ¡Buena suerte! ∆

Akila abrió el portal y todos ellos pasaron. Una vez que llegaron, caminaron hasta el castillo Real, entraron a la sala del trono y se toparon con la presencia de otro sujeto que ahí había además de Lucifer.

死 ¡BIENVENIDOS! 死

Φ ¡Gran Rey! ¡Es un honor estar de vuelta! Φ

Σ ¿Que no ese es...

Ξ Damballa. Ξ

El sujeto que acompañaba a Lucifer se dió la vuelta, tenía garras extremadamente afiladas, ojos rojos con negro de los cuales salía sangre constantemente, y una gran boca llena de dientes muy puntiagudos que se notaban gracias a que siempre sonreía, también era muy delgado, tanto que se notaban sus huesos; vestía una camisa negra, una gabardina roja de cuero, un pantalón rojo, zapatos rojos y un sombrero rojo.

ð Guardianes, ¡Qué alegría verlos! ð

Φ La alegría solo es tuya. Φ

ð Vamos, Hessen, no fue mi intención matar a tus padres, aunque me divertí haciéndolo. ð

Hessen empezó a desprender un aura muy siniestra mientras iba desenfundando su espada.

ð No he venido a pelear, ganaría si así fuera. ð

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