¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La partida había comenzado, Norton le dijo reiteradas veces que se mantuvieran juntos, que por cualquier cosa del mundo no se separaran pero eso estaba en contra del plan, por lo que Kurt solo podía reír y decirle que estaría bien, nada malo pasaría. El cazador era Wu chang, eso lo averiguaron ya que Tracy estaba siendo perseguida. Por lo mientras, Frank buscaría algunas notas para acelerar la decodificación. Tarareaba una canción bastante vieja mientras que observaba a Norton de lejos, lanzándole una fulminante mirada.
¿Qué hizo mal?
Ese pensamiento le agobiaba, que terminó ignorando el hecho de que Tracy venía junto con el cazador. Wu chang no era tonto y noto la pequeña figura de Franz, cambiando su objetivo. Recibió fuerte golpe que lo devolvió a su estado original pero el pánico le inundó, no podía hacer nada, las piernas no le respondían. Pronto su cara chocó contra el suelo, dejándolo atontado.
Las frías manos del cazador lo sujetaron pero esto era diferente, estaba siendo cargado y no era exactamente a una silla a donde lo llevaban. Fue recostado de forma suave en una cama del asilo, estaba sucia y desarreglada.
- ¿Q-Qué haces? Sueltame. - Aún desconcertado intento levantarse pero esto fue en vano, un ligero empujón fue suficiente para devolverlo a la misma postura. Una mano cubrió sus labios, impidiendo que gritara o pidiera ayuda. Levanto con lentitud su camisa, dejando expuesto su pecho ¿Acaso pensaba comérselo? Algunas gotitas de sudor bajaron por su rostro, no sabia que pasaría, estaba nervioso. Derrepente arqueo la espalda. La sensación de algo húmedo recurriendo su piel lo alertó de golpe. Pronto subió a su pecho, lamiendo sus pezones y de vez en cuando soltando una pequeña mordida.
Su quejidos eran ahogados en aquella mano, se sentía culpable por sentir placer ante su tacto. Pronto esa sensación de succión provocó una inevitable erección, apretando su pantalón. El rostro se le puso carmesí de la vergüenza.
Finalmente el cazador se tomó la molestia de hablar y no exactamente cosas bonitas.
- Te ves tan caliente de esa manera. ,- Tan solo fue un susurro en su oido pero eso lo puso más colorado. Pronto el dejo de cubrirlo solo para escuchar la suave melodía de su voz, se estremecía ante su tacto, intentaba controlarse pero era imposible, hacia tiempo que no saboreaba el dulce sabor de una caricias. Pronto el sonido de un cierre bajando resonó por la habitación, su pantalón yacía en el sucio suelo. Una maliciosa sonrisa por parte de Wu chang surgió, deseaba verle de una forma que ni siquiera Norton había visto.
Introdujo dos dedos a la boca del contrario, Kurt empezó a chuparlos de manera lasiva, casi volviéndose un experto en ello.
- Eres una pequeña zorrita ¿lo sabes? Parece que tendré que castigarte.
Seguido de sus palabras, fue bajando la ropa interior del sobreviviente, dejando expuesto su pene erecto. Casi de inmediato separo sus piernas, permitiendo dejar ver una mejor escena.
- Es extraño se miras ahí mucho tiempo.- Casi fue un murmullo lo que dijo Kurt pero entendible para el más alto.
- ¿Así que prefieres que lo haga ya, zorra?
Asintió de manera tímida, cerrando suavemente sus ojos esperando que no doliera tanto. Dos fríos dedos tocaron su entrada, haciendo que un escalofrío recorriera su cuerpo. Los metió sin cuidado, haciendo que un dolor agudo le invadiera. Ya adentro empezó a ser más gentil, moviendolos simulando que era unas tijeras. Unas cuantas lágrimas florecieron en sus ojos, el cazador las limpiaban con su lengua. Derrepente, un chillido de placer se repitió, había tocado un punto sensible.
- ¿Así que ahí te gusta?
Pronto Kurt se sintió intimidado cuando el cazador bajó su pantalón, mostrando un miembro bastante grande. Ni siquiera estaba seguro si entraría, sentia que moriría primero en el intento.
- Mejor ya no quiero. Paso saliva mientras dejaba escapar una risa nerviosa. Wu chang solo levanto una ceja confundido.
- Pues yo si, nada malo pasara, no te puedes embarazar ¿cierto?
Como si fuera un muñeco, sostenía sus piernas con cierta fuerza, haciendo que la punta de los pies estuviera sobre sus hombros. Podía sentir algo duro rozar nuevamente con su entrada. Lo único que le quedaba era aferrarse a las sabanas y rezar por que todo resulte bien.
- Dios...detente...esto duele demasiado. - Su respiración estaba entre cortada, algo caliente estaba entrando, lo hacía arquear más la espalda. - Dios mío. - Estaba doliendo más de la cuenta y cuando finalmente entro todo, eyaculo ensuciando su vientre.
- Esto se siente tan bien. - Dejo salir el cazador, su interior era estrecho, por lo que hacia la sensación más placentera, mejor que la masturbación. Pronto la primera embestida, lo hizo soltar un gemido tan agudo que era difícil creer que provino de Frank. Decidió dejarse de molestias y empezar a moverse como se le diera la gana, era tan brusco pero a la vez que satisfactorio tenerlo dentro, que las expresiones de Kurt hablaban por el.
- M-más rápido, oh dios.
El cazador volvió a sonreír y siguió sus órdenes, estaba apunto de venirse pero no lo haría afuera, sostuvo la cintura de Kurt e hizo que entrara más profundo. En pleno éxtasis Kurt grito el nombre del contrario mientras que se aferraba a lo que podia. Ambos quedaron derrotados, el cuerpo sudoroso del castaño ahora se encontraba envuelto entre las sabanas, apenado y asustado por lo que paso. Wu chang lo ayudó a vestirse, estaba demasiado débil como para hacerlo el mismo. Otro susurro invadió su oído, haciéndole temblar y juntar sus piernas.
《Nos vemos la próxima vez, querido.》
Recibió una mordida sobre su pálido cuello, dejándole una marca bastante visible. Ahora el era el único que quedaba en esa habitación, decidió moverse e ir con sus compañeros, no quería preocuparlos más de lo que estaban. Todos lo esperaban en la salida, Tracy se lanzó sobre el, abrazándose tan fuerte y con los ojos llorosos.
- Kuurt, pensé que te íbamos a perder.
Una cálida sonrisa provino de Vera, la cual solo aplaudió, felicitandolo por su excelente trabajo. Y Norton solo podía permanecer en silencio, viendo aquella mordida no tan bien cubierta en su cuello.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
