Hester
Mientras las dos enamoradas hablaban sobre ellas, Liz y yo nos encargaríamos de encontrar un sitio para dormir, estos días habíamos alquilado una habitación en un hotel pero si seguíamos así se nos irían los ahorros.
Caminábamos por la ciudad hasta que encontramos un chalet en una zona que nos gustó, vimos un cartel y decía que se vendía, para nuestra suerte una señora estaba cargando unas cajas en su coche, sonreímos y nos acercamos.
-Buenos días, ¿por cuánto vende el chalet? -preguntó Liz.
-Hola. Pues lo vendo por trescientos mil dólares. -nos sonrió.
-No tenemos tanto dinero, Hester. -me susurró mi amiga.
-Pero yo tengo esto. -saqué del bolsillo de mi chaqueta un arma que se asemejaba a una pistola. -Señora, mire esto.
Apreté el gatillo y hubo un flash que dejó sorprendida a la señora, a los segundos empezó a ver a su alrededor algo confundida y nos miró sin entender. Liz me miraba de brazos cruzados y el ceño fruncido al saber lo que había usado.
-¿Quiénes son?
-Somos las chicas a las que acaba de vender el chalet. -sonreí y Liz me miró sorprendida. -Ya le hemos pagado así que solo tiene que darnos las llaves.
-Ya veo.
La señora nos dio las llaves y se subió al coche para irse algo confundida, abrí el portón y cerré cuando entramos. El sitio era bastante amplio, tenía una piscina y un gran jardín para pasear. La casa era de dos pisos; en el piso de abajo había un salón, una cocina, un baño y una biblioteca. En el piso de arriba habían cuatro habitaciones, dos baños y otro salón pero más pequeño.
-No me puedo creer que le hayas borrado la memoria. ¿De dónde lo has sacado?
-Se lo quité a Ray Palmer cuando me estaba explicando como debía vestir para ir al año 1987. -sonreí. -No creo que se den cuenta de que lo tengo, Rory les robó como 5 al buró del tiempo.
-Creo que el viajar con ellos te he hecho como ellos, Hester.
-Lo sé, pero ahora tenemos casa gratis. -sonreí.
-¿Y ahora qué hacemos? La casa está sin muebles.
-Es hora de ir a comprar.
Kara
-¿Y bien? -preguntó Lena de brazos cruzados. Suspiré y la miré.
-Debí decírtelo desde hace mucho tiempo, lo sé. No dejé de decir excusas tontas porque te hicieron demasiado daño y no quería dañarte más. Creo que me convencí de que estaba protegiéndote, y luego un día tú te molestaste tanto conmigo, bueno con Supergirl, pero aún querías a Kara. -dije agarrando con fuerza la sábana y sentía mis ojos picar por las lágrimas. -Creí que te protegía pero solo te estaba haciendo más daño, y eso me dolía porque no quería lastimar a la persona que más amo en este planeta y en todos. Lo siento mucho, Lena. Pero yo te amo, más que a una amiga y no quería perder tu amistad, eres muy importante para mí. Te amo.
A estas alturas ambas estábamos llorando, no me atrevía a verla a los ojos sabiendo que lloraría más si lo hacía. Sentí sus manos en mis mejillas, al verla ella también lloraba, sonrió y me dio un beso cargado de amor y perdón.
Al terminar juntó nuestras frentes y nos quedamos unos minutos abrazadas.
-Yo también te amo, Kara. Al principio quería distanciarme de todos ustedes por hacerme daño, pero me he dado cuenta que no puedo vivir sin vosotros, no puedo vivir sin ti.
Nos íbamos a dar otro beso cuando la puerta se abrió de repente y nuestros amigos cayeron unos sobre otros, ellos nos miraron con una sonrisa nerviosa.
-¿Ya son novias? -preguntó Zenda con una sonrisa. Ambas nos sonrojamos y nuestros amigos rieron. -Por que quiero teneros a las dos como mamás.
-Esa es mi pequeña shipper. -Sam y Zenda chocaron las manos.
-No lo sé, tú que dices. -me dijo Lena con una sonrisa.
-Si por mí fuera ya serías mi esposa. -Lena se sonrojó y escondió su rostro en mi cuello, los demás solo rieron.
-Me alegra que estés bien, Kara. -dijo Alex acercándose a mí. -En unas horas podrás irte a casa. Pero antes debo deciros algo a todos, Agente Vázquez, ¿te puedes encargar de Zenda un momento?
-Claro. -la agente se llevó a la pequeña y solo quedamos Alex, Sam, Lena, Hester, Liz y yo en la sala.
-El otro día le hice unas pruebas a Zenda para saber más sobre su genética y para tenerla registrada. -todos asentimos. -Pues descubrí con la ayuda de Liz que Zenda es mitad Daxamita y mitad Kryptoniana.
-Es la primera vez que oigo algo así. -dije sorprendida.
-Eso explicaría el porqué puede volar. -comentó Lena, ella nos explicó lo que pasó hace unos días.
-No sé con qué motivos la quiera su padre y los demás, pero debemos tener cuidado con ellos.
-Bien, ahora me apetece ir al jacuzzi y relajarme. -dijo Hester con una sonrisa.
-¿Tenéis jacuzzi? -preguntó Sam con una sonrisa.
-Al parecer hemos conseguido una casa con muchas comodidades y dinero cero. -respondió Liz viendo a su amiga.
-¿Cómo es eso?
Hester nos explicó como lo había hecho y nos enseñó el aparato que había usado. Ella nos comentó que había estado un tiempo viviendo con las Leyendas antes de ser enviada aquí por Barry y Oliver, y al parecer se había agenciado con ese aparato. Lena parecía interesada en el artilugio y Hester le prometió dejárselo para que lo analizara.
-Por cierto, tengo un regalo para ti, Kara.
Hester se acercó a mí con una sonrisa que no me gustó nada, abrió sus manos revelando un trozo de piedra de kryptonita. Todos nos asustamos y retrocedí en la cama, Alex iba a cogerla cuando Liz se le adelantó y le pegó una colleja a Hester.
-¡Hester!
-Lo siento. -la piedra de kryptonita desapareció y nos miró con una sonrisa tímida. -La había hecho con el poder de mi anillo, no he podido resistirme.
-Como lo vuelvas a hacer te preparo una celda en la DEO con tu nombre y apellido. -le dijo Alex muy seria.
-Te tomo la palabra.
Todos se marcharon para dejarme sola en la sala, tenía que descansar ya que tenía muchas emociones juntas. Pero estaba segura de que mañana le pediría una cita a Lena, no podía esperar para que fuera mi novia.
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La última hija de Daxam (Pausada)
FanficTras saber la verdadera identidad de su mejor amiga, Lena decide aislarse de todos los que creía que eran sus amigos. Una noche mientras regresa a su casa se encuentra con una nave espacial, dentro encuentra a una niña de cuatro años que le cambiará...