Capítulo 9

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Kara

Al día siguiente acompañé a Lena a la cárcel de máxima seguridad para hablar con su madre, e intentar que nos ayudara a detener a los tres locos. Hester seguía inconsciente pero según Alex, podría despertar en cualquier momento, eso nos daba esperanzas. 

Sobre todo a Liz.

El guardia de seguridad nos acompañó hasta una sala donde nos estaba esperando Lillian. Al entrar nos vio con su típica expresión seria y el guardia nos dejó a solas.

-Vaya, qué grata sorpresa. Ver a mi hija y a Supergirl juntas para venir a verme.

-No puedo creer que vaya a decir esto pero....-susurré y miré a la Luthor mayor. -Necesitamos su ayuda, señora Luthor.

-Me pregunto que está pasando para que la gran Supergirl venga a pedirme ayuda...

-Lex está creando una bomba implosiva junto con Sinestro y Ol-Vir. Creo que sabes quiénes son. -Lillian asintió con desgana ante las palabras de Lena. -Necesitamos tu ayuda para detener la máquina, sino todos moriremos, sin excepción.

-De acuerdo, os ayudaré. -me sorprendí.

-¿En serio?

-Ver a Supergirl pedirme que la ayude no se ve todos los días, y lo he disfrutado mucho. Una pena que no lo hayan grabado...-dijo con una sonrisa maliciosa, y rodé los ojos. -Por cierto, me ha llegado un rumor bastante interesante....Algo de un Super y un Luthor juntos...

Lillian me miró fijamente y sin decir nada, le devolví la mirada mientras Lena suspiraba cansada. A los segundos desvié mi mirada y empecé a sudar, no creí que se pusiera en modo suegra asesina tan pronto...

-Creo que Alex me está llamando, adiós.

Salí volando del lugar a toda velocidad y llegué a la DEO, donde Alex me recibió confundida.

-¿No estabas con Lillian Luthor? -me preguntó.

-Sí, pero se ha puesto en modo suegra asesina y he escapado de allí. Creo que se ha enterado de lo mío con Lena y ahora me querrá matar...

-No creo, pero estaremos pendientes de ella.

-Espera. -Alex me miró confundida. -Lillian no me matará, lo hará Lena por haberla dejado allí sola.

-Rezaré por tu alma.

-Voy a volver, adiós Alex.

Regresé volando a la cárcel, los guardias se sorprendieron de verme allí una vez más pero no dijeron nada. Entré de nuevo a la habitación y Lena me miró algo molesta, mientras que Lillian parecía divertirse con la situación.

-En realidad no sabía que estabais juntas, pero con tu huida me lo has confirmado.

-¿Qué? -exclamé sorprendida, y poniéndome pálida.

-No creas que te has librado de mí, cuando terminemos esto escucharás lo que te voy a decir.

-Madre...

-¿Qué? Tengo que advertirla de que no te haga nada indebido. Ahora, vayamos a detener al inútil de Lex.

Liz

Estaba en el DEO entrenando cuando Alex me llamó para advertirme de que estaban atacando una guardería, uno de los asaltantes era Lex y no dudé en dirigirme hacía allí con una de las motos de la DEO.

Ese maldito calvo me las pagará por lo que le hizo a Hester.

Cuando llegué vi que Lex estaba amenazando a los niños y a la cuidadora con una pistola de aspecto alienígena, noté que miraba a los niños con detenimiento y luego gruñó molesto. Me bajé de la moto y corrí hacia él gritando:

-Calvoooo.

Lex se giró y al verme se sorprendió, pero antes de que me pudiera atacar con la pistola le metí un buen puñetazo, mandándolo a volar varios metros hasta que se estrelló contra una farola, doblándola en el proceso.

A veces se me olvidaba que tenía superfuerza.

-Otra vez tú...Acabaré contigo al igual que lo hice con tu amiga.

Eso me molesto y apreté los puños.

-Eso es lo que tú te crees, bola de billar. O prefieres que te llame Calvo.

-¡Eres una insolente!

Me disparó con esa pistola pero logré esquivarlo, el disparo dio contra un cartel publicitario y derritió el metal, haciendo que cayera contra la guardería. Todos empezaron a chillar y con mi velocidad mejorada, llegué en un momento y gracias a mi superfuerza conseguí parar la caída mientras la cuidadora evacuaba a los pequeños.

Lex se acercaba a mí ahora que estaba sujetando el cartel, una idea se me ocurrió y sonreí. Haciendo fuerza lancé el cartel contra él, vi cómo se horrorizaba pero un escudo de color amarillo le protegió y el cartel rebotó calléndo hacia otro lado.

-Es hora de irnos, Lex. -dijo Sinestro flotando a su lado. -La pequeña no está aquí. Debemos seguir buscando.

-Esto no ha acabado. -me dijo Lex, mientras Sinestro lo elevaba en el aire.

-Lo mismo digo, Calvo.

Me quedé un rato con la cuidadora y con los pequeños, estos me hacían muchas preguntas e intentaba responderles a todas. Recibí una llamada de Alex diciéndome que regresara a la DEO, me despedí de los pequeños y con la moto me marché.

Al entrar a la sala principal me encontré con Kara, Lena y Lillian. Me sorprendí de que hubiera accedido a ayudarnos pero no dije nada, al parecer estaba disfrutando molestando a Kara. Entré a la enfermería y me sorprendí al ver a Hester despierta.

Ella me miró con una sonrisa tímida y no pude evitar acercarme para abrazarla con fuerza, claro que sin hacerle daño.

-Cómo me alegro de que estés bien, Hester. Te he hechado mucho de menos.

-Yo igual. -sonrió devolviéndome el abrazo.

-¿Cómo te encuentras? -le preguntó Alex acercándose a ella, Kara y los demás también entraron, con unas sonrisas en sus rostros.

-Como si me hubieran dado una paliza entre tres personas.

-Eso es lo que ha pasado. -respondió Kara. -¿Te acuerdas de algo?

-Tengo los recuerdos algo difusos...

-Hoy me he enfrentado a Lex, hasta que Sinestro ha aparecido diciendo que tenían que buscar a Zenda por alguna razón. -les conté.

-¡Eso es! Cuando los tres me atacaron, Ol-Vir dijo que necesitaba la sangre de Zenda para hacer que la máquina funcionara. -explicó Hester.

-Eso quiere decir que aún tenemos tiempo para detenerlos. -dijo Lena mirando a todos.

-Por cierto, ¿dónde está Zenda? -preguntó Nia.

-Está con Sam. Le pedí que la cuidara mientras trabajábamos en la máquina para detener a Lex y los demás. -comentó Lena.

-Me gustaría poder ayudar, pero Sinestro me ha robado mi batería y no puedo recargar el anillo sin ella. Ahora soy inútil. -dijo Hester algo decaída.

-Ahí es cuando entro yo. 

Dijo una voz que no conocíamos, al girarnos vimos a una chica mirarnos con una sonrisa.

-Hola, Hester.


La última hija de Daxam (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora