CAPÍTULO 5

94 11 0
                                    

Natan

4 años atrás

En cuanto llegamos a la ciudad de Monterrey recibí un mensaje de Melissa, cual va siendo mi sorpresa que era una imagen de una prueba de embarazo, fue Edric el que me dijo que era positiva, en cuanto me dijo eso mi hermano le marque a mi novia la cual estaba llorando y diciendo que su carrera estaba arruinada, me dijo un sin fin de estupideces, una de esas era que quería abortar, le pedí que me esperara a que llegará para hablar al respecto, eso fue el fin de semana.
La verdad es que tengo tres horas que llegue a la Paz y aún no puedo ir a la casa de su abuela, no se y ni tengo la menor idea de lo que le voy a decir, para empezar yo aún no había pensado en tener hijos, tal vez dentro de mis planes si estaba casarme con Melissa pero un hijo jamás lo estuvo.

Estoy sentado en el sofá fingiendo ver la televisión pero la realidad es que mi cabeza es un maldito caos en este momento, mi hermano Edric se sienta a mi lado y me arrebata el control.

—No deberías estar aquí —todos mis hermanos ya saben del embarazo de Melissa, los únicos que no tienen ninguna idea son mis padres— tú novia es algo loca y si Mia que parecía más cuerda aborto el hijo de Dorek, imagínate lo que podría llegar hacer Melissa.

El comentario de Edric lejos de molestarme me hace recapacitar así que me pongo de pie y salgo corriendo de mi casa, afuera está mi padre le digo que iré a ver a Melissa y él solo asiente con la cabeza, se que a nadie de mi familia le agrada Melissa y aún así respetan mi relación, claro que a mí hermana es a la que más le molesta mi relación y ella si nunca pierde el tiempo para atacar a mi novia.

No tardo ni diez minutos en llegar a la casa de Melissa, obviamente venía manejando sin respetar el límite de velocidad, me bajo de mi moto y me acerco a la puerta, cada paso que doy es como si trajera cemento en los pies, mis manos están sudando pero tenemos que afrontar la realidad, yo lo tengo que hacer, mi madre no crío gallinitas para que me raje en este momento. Toco la puerta y la abuela de mi novia está detrás de la puerta viéndome con expresión severa, se hace un lado y me deja pasar, entro y camino hacia la sala donde está mi novia con los ojos rojos de tanto llorar, me acerco a ella y la abrazo fuertemente.

—Todo saldrá bien Mel.

Ella comienza a negar con la cabeza —estoy totalmente arruinada.

—No digas eso, no somos los primeros que salen embarazados.

Ella se separa de mí abruptamente y se ve muy molesta —no digas esa maldita palabra.

Empiezo a sentir un sudor frío recorrer mi espalda, Edric tenía razón, Melissa es capaz de hacer cualquier locura y ahora lo veo.

—Cariño, siempre te he apoyado, te pague tus clases de modelaje, te he pagado tus sesiones fotográficas —acaricio su mano— ¿Crees que no te voy apoyar con el bebé? —ella intenta quitar su mano pero yo la sujeto más fuerte— el que seas mamá no tiene porque cortar tus alas —apoyo mi cabeza sobre sus piernas— por favor no hagas lo que hizo Mia, eso destrozó a mi hermano y se que si tú lo haces acabarás conmigo.

Melissa comienza acariciar mi cabello y la escucho llorar —lo siento mi amor, es solo que estoy muy asustada, se que siempre me has apoyado y soy consiente de que no me vas abandonar ahora —ella apoya su cabeza en la mía y continua llorando, en cambio yo siento que respiro nuevamente.

Nos separamos y quito de su rostro cualquier rastro de haber llorado —hoy hablaré con mis padres.

Ella asiente con la cabeza —será mejor que me quedé yo aquí.

—No te preocupes preciosa, te entiendo.

El resto de la tarde nos la pasamos abrazados y quedamos de ir el día de mañana a su primer cita médica.

Llego a mi casa justo a la hora de la cena y mis padres me observan preocupados.

—¿Discutiste con Melissa? —dice mi madre algo preocupada, yo niego con la cabeza —estas muy pálido hijo.

Mi hermana me sonríe —¿Quieres que les diga yo? —en respuesta asiento con la cabeza y ella me vuelve a sonreír— mamá y papá —mis padres voltean a verla esperando saber que es lo que me tiene así— ¿Qué no le enseñaron a usar el condón a Nathan?

Se que fue mala idea dejarla a ella hablar pero eso me ha ayudado por lo menos a reírme y a relajarme un poco más.

—¿De qué hablas Sarahí? —dice mi madre molesta.

—Pues que Nathan y Melissa se comieron la torta antes del recreo, —mis padres parecen estar en shock puesto que no dicen nada— Melissa está panzona porque este idiota no sabe como usar un condón, —mis padres siguen sin decir nada y solo la observan— esto ya no es divertido, Melissa está embarazada.

—Ya lo entendimos cariño —finalmente habla mi padre— ¿Qué piensan hacer?

—Obviamente me voy hacer responsable papá.

—¿Se piensan casar? —dice mi madre con la voz entre cortada.

—Por el momento no, queremos ir un paso a la vez.

Sarahí comienza a reírse —si serán idiotas, el primer paso debió haber sido que se casarán.

Edric finalmente se ríe y se pone de pie para abrazarme —sabes que siempre te voy apoyar —Sarahi se nos une al abrazo— siempre estaremos para ti cara de chango viejo.

Nos separamos y mi padre me abraza —ya lo han dicho tus hermanos, además en la familia Smythe nunca nos abandonamos.

Tierna ligereza (Saga #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora