𝐀𝐧 𝐚𝐧𝐠𝐞𝐥 𝐧𝐚𝐦𝐞𝐝 𝐓𝐚𝐞𝐲𝐨𝐧𝐠

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Hyomin siempre soñaba encontrar el amor, alguien que ella había estado esperando toda su vida, se había imaginado cada detalle de él tanto sentimental y físicamente.

Pero ante los ojos de los demás ella negaba firmemente querer una relación, tantas veces había repetido las mismas palabras ¿para que un novio? No necesito uno, esas palabras lo que realmente escondían era miedo, un miedo gigante a equivocarse, a salir lastimada y rota.

La verdad es que Hyomin es una inexperta, una total incompetente en lo que se llama amor, ¿nunca le gustó a alguien? ¿sus estándares eran muy altos? ¿Tal vez es una amargada? Y por eso nadie quiere salir con ella.

Todas eran las especulaciones que tenían sus amigos, lo que sí era verdad es que ella llegaba ya a los 16 años sin saber que es un primer beso, mandarse corazones de madrugada o ir a citas. Tampoco es algo que le quite el sueño, solo es algo que todo adolescente debe experimentar y ella esperaba pacientemente ese momento.

Taeyong, escuchar su nombre es sinónimo de heartbraker, él a diferencia de ella tenía muy bien en claro que es estar con una chica, mas no que es el amor.

Es frío, distante y con una mirada penetrante, algo que al parecer a muchas chicas del curso les atrae, sin embargo el no ha sido vinculado con alguien oficialmente, escenas de besos en los pasillos nunca faltaban pero jamás se le ha escuchado decir sí cuando le preguntan si sale con alguien.

Para los ojos de Hyomin, todas esas chicas no importaban, sí, estaban presentes, pero no era algo que le preocupaba, él la hacía sentir feliz, ella era consciente que él no llenaba los estándares que tenía, pero cayó en cuenta que el amor era así, no es lo que quieres ni lo que necesitas, solo es el inexplicable sentimiento de querer a alguien.