Asustada

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29 de Octubre 1996

Kalevi estaba aterrada cuando se fue la luz. Ambos habían estado conversando largo y tendido sobre sus familias, tema que hasta el momento no les era habitual. Terminando de ordenar la cocina y con la lluvia azotando la ventana, era un hecho que mas temprano que tarde se iría la luz. Decidieron irse a la cama, y Valo le admitió que no estaba tan seguro de haber tendido la misma, así que conociéndola y antes de que fuera y lo hiciera, se escabulló hasta la habitación para ordenar y claro, también le tenía una sorpresa.

Esperando recostada en el sofá, Kal bebía un poco del vino que habían abierto como trofeo por limpiar la cocina, un pequeño libro en el piso le llamó la atención, así que lo recogió para leer algunas líneas: "-I arise from dreams of thee. In the first sweet sleep of night-", comenzó a leer en el párrafo subrayado con lápiz.

-When the winds are breathing low, And the stars are shining bright- completó la prosa.

-¿Fanático de Poe?- le extendió la copa.

-Esa respuesta será respondida solo si tú admites que eres una viuda de Shakespeare- ella sonrió llenándole la copa.

-It will not lies when it concerns, Unless it have a false interpreter- "-¿Two gentleman's from Verona?-" consultó y Kalevi asintió sorprendida.

La luz les había abandonado, Ville fue a su cuarto por última vez y ella pidió ayuda para guiarse.

Como ya sabía que estaban por quedarse en penumbras, primero había ido a la cocina a buscar velas para iluminar el cuarto, daba un aire mucho más romántico, no quería que pensara que solo le haría el amor así como así. Ella era especial. 

Con una pequeña llama sobre un plato se iluminaba el camino mientras la sujetaba por la cintura hasta el cuarto. 

-Es hermoso cariño- Kalevi sonrió al ver las velas.

-Tú eres hermosa- 

Los besos comenzaron y la atmósfera estaba en llama. Levi se sintió valiente cuando se colocó sobre él, no había sido su yo consciente, había sido su cuerpo desesperado por sentirlo en ella.

Sus manos le bajaron la falda con cuidado y cada roce de sus pieles era indescriptible, su cuerpo quedó al descubierto luego de que le ayudara con su remera, era tan suave, Ville era muy delgado, su torso apenas estaba interrumpido por la marca de sus costillas y los bordes negros de sus tatuajes.

Ambos eran adictos a los besos que eran su droga, droga que se sentía como seda en los labios pero infierno al cuerpo. La noche helaba, pero la cama hervía, querían arrancarse los labios a mordidas, juraban que ese era el único modo. ¿Cómo habían soportado tanta lujuria hasta ese día? "-Diablos-", exclamó él mientras le lamía por primera vez los senos.

Kalevi enredaba sus dedos en el cabello del hombre, se sujetaba con firmeza a él, en realidad llevaba un par de meses sin tener sexo, tenía bastantes hormonas acumuladas como para querer desgastarle la piel.

Una vez descubierta aquella como la mejor bendición del mundo, la bragueta de su jean fue desabrochada en la oscuridad por unas hábiles manos femeninas que con necesidad, comenzaron a estimularlo. Buscando mayor comodidad, directamente bajó sus vaqueros, al encontrarse tan íntimamente juntos, ambos rieron con pena, era tan extraño, quizás lo que dijeran fuera más silencio que palabras, pero ahora mismo, eso era exactamente todo y era allí donde necesitaban estar. Valo enmarco su rostro sujetándolo con las palmas. Las ondas de su cabello le cosquilleaban la frente y tras alejarse unos momentos se miraron una última vez para comprobar que aquello era de verdad, ya no había que decirse, no importaba nada más. 

Este amor quemaría, dolería, y justo por eso, sabían que lo que les esperaba era real.

- Estoy asustada - susurró mientras él le quitaba completamente la blusa.

- ¿Crees que yo no?- ambos entrelazaron sus manos - No quiero que pienses que solo eres esto, te quiero conmigo. No me bajes al infierno después de llevarme al cielo- con todo aquel cuerpo femenino expuesto a su tacto mordió su labio, sus manos se perdieron acariciando la genitalia que ahora le pedía húmeda el ser penetrada con desesperación - Deja de pensar que te voy a desechar luego de esto. Todas creen lo mismo y parecen estar de acuerdo, pero tú eres mía Kal. Dime que eres mía, que siempre serás mía. Por favor dímelo-

- No soy lo que mereces, no soy la que merezca tú obsesión- su voz se quebraba, pero Ville la calló con un beso.

- Yo no te merezco a ti, eres demasiado para mí- y pronto sabría que quizá aquello no estaba tan fuera de lugar. 

Sus labios volvieron a unirse en un beso desesperado, los dedos del castaño contorneaban la silueta de la chica que se sujetaba fuertemente de su espalda. Bajo el manto de las sábanas Levi removió la última prenda que los separaba de su ser más puro, ahora ambos se fundieron dentro, sellando un pacto tan dulce como el veneno.

Los gemidos de Ville se sentían entrecortados, toda su piel rozaba con la suya mientras sus caderas se embestían entre sí. El sudor resbalaba por su cuerpo y las uñas de Levi se incrustaban en su espalda del cada vez que era embestida. 

Los gruñidos eran la evidencia de la bestial escena de la que solo una tormenta era testigo.

- Kalevi- susurró Ville - te amo-

....

Sé que es corto, pero me pareció que debía ser así, además quería que hicieran el amor, la porquería vendré pronto. 

Este capítulo fue escrito escuchando el álbum de Single Collection, ¿les gustaría que fuera dejando canciones para que lo lean escuchando música? 

No sean inconscientes como Ville y Kalevi, usen condón o el método de prevención que ustedes deseen. No importa quien o no hay argumento que valga, su salud y su integridad están primero. No se confundan, en este capítulo nadie presionó a nadie para mantener relaciones, ambos son responsables de sus actos, pero si tienen relaciones y no se cuidan no esperen un lava ropas.  

All I ever wanted was you, my love...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora