Dimelo todo

184 16 3
                                    

18 de Octubre 1996

- Alguien se divirtió mucho ayer a la noche- comentó Ceci tomando una taza de chocolate caliente.

- Pregunta lo que quieras, solo vas a decepcionarte - Kalevi desayunaba mientras la morocha comenzaba un exhaustivo interrogatorio digno de Sherlock Holmes.

- Así que, Kalevi...- acusó fingiendo acomodarse unas gafas imaginarias - Si es que ese es tu nombre - se rio - ¿Que pasó luego de que aquella puerta se cerrara? -

-Querrás decir cuando tú te encerraste con tu "novio" - se burló.

-Oye, nosotros no somos tema ahora. Cuéntame como llegaste a los brazos de ese hombre. Luego de que me fui del baño no supe más de ti hasta que te encontramos en el estacionamiento- Cecilia se acomodó en la silla sujetando la taza de su bebida con ambas manos para calentarse las palmas.

- Cuando salí empece a buscarlo, estaba a punto de volver con ustedes cuando lo vi apoyado en la barra. Moría de nervios, jamás había estado así, estaba titubeando, aún no se como llegue hasta él de pie - respondió sonriendo.

-¿Qué le dijiste? - Le pregunto entusiasmada Cecilia.

-No lo recuerdo bien exactamente, pero se que lo saludé y le pregunte si se acordaba de mi. Fue muy estúpido ahora que lo pienso, solo un par de veces cruzamos palabras en la secundaria, no se me ocurrió otra cosa - sonrió.

-¿Y luego? - dijo haciendo un gesto para que continuara.

-Le entregué él trozo de hoja y me fui corriendo- admitió apenada - Cuando intentaba irme, el me detuvo a mitad de camino y me beso-

- Besa bien ¿no? - dijo Ceci - Si fue tanto problema por un ñoño créeme que voy a odiarte eternamente -

-CECILIA- reprochó - El besa como si el diablo se enamorara de tí-

-Si que estás enamorada- suspiró - Oh dios lo olvidaba ¿así que el aun tiene el cuaderno, no? -

- Si, el aún conserva el cuaderno - dijo orgullosa - Lo ah llenado de sus canciones y esta perfecto-

-¿En serio? Eso es tan dulce - se enterneció - Así que bueno ustedes-

-¿Nosotros? - Arqueó una ceja.

-Ya sabes -

-No Cecilia, no lo hicimos... -

-Buuuuuhhhhh-

17 de Octubre 1996

Luego de un pequeño recital acústico, un tarareo al ritmo de Depeche mode les hizo caer juntos sobre la cama. Ella estaba recostada en su pecho y tras una larga sesión de besos y caricias, por más que fuera lo obvio o esperado, ambos decidieron que estaban demasiado exhaustos como para seguir con otros planes que no fueran descansar.

-¿Dormirías conmigo esta noche? - le invitó mientras dejaba un pequeño beso su frente.

-¿Estas seguro? No quiero molestarte, de seguro estás agotado. No creo que descanses bien estando yo aquí - realmente le veía con mucho sueño, quería cuidarlo y consentirlo, después de todo, eso estaba en su ser desde hacía ya mucho tiempo.

-Creo que me haría descansar aun más el que estuvieras aquí conmigo. Haces que me sienta tranquilo. Me traes cosas lindas a la mente, no sé porque - le sonrió levantándose de la cama camino a su ropero y le extendió una remera suya para que pudiera descansar más cómoda.

28 de Octubre 1996

El día había comenzado y Helsinki estaba más frío de lo usual, Cecilia ya había salido a su trabajo. Kalevi llevaba algunas horas sin poder dormir, y sus pobres intentos de descansar se extinguieron con el sonido de la maldita alarma alertando que debía levantarse para ir a su trabajo en una cafetería cercana a Punavuori.

La mañana prometía ser mejor de lo habitual, era viernes, y desde el martes tenían acordado con Cecilia intercambiar lugares con Linde. Ella se quedaría en casa con él y Kalevi iría a su casa con Ville. 

Kal y Ville compartían varias llamadas durante la semana, hablaban dos o tres horas a diario, tanto como el cansancio o la factura del teléfono lo permitieran. 

Nunca era suficiente.

Tuvieron pequeñas citas en el correr de los días, pero cada vez querían pasar más tiempo juntos y en ese momento tiempo, era algo que a ninguno de los dos le sobraba. A veces apenas si podían verse unas dos o tres horas a reloj, pues el agente de la banda los tenía sobre los talones. Estaban grabando un álbum y aunque todos comprendían la importancia y seriedad del asunto, no podían evadir que también eran jóvenes con hormonas. Horas antes o minutos después de salir del estudio, Valo procuraba saber el horario de trabajo de Kalevi para poder invitarla un café o llevarla hasta su casa. A veces solo compartían el trayecto desde el trabajo de ella hasta su hogar, ambos se tomaban el tiempo para que pudieran verse sin importar lo poco que fuera. 

Pronto lograron ponerse al día con sus vidas, conocerse, él le habló de su camino en la música, como dejó la escuela y que de hecho si recordaba verla en los pasillos de la misma. No era lo que le hacía sentir más cómoda, pero se había animado a mostrarle una foto suya de aquella época. Le comentó sobre su "carrera" como diseñadora, y que aunque si había terminado sus estudios, aún no se dedicaba a coser pues seguía buscando alguna tienda que la tuviera de pupila.

Con él, las horas parecían segundos, era muy divertido, tenía una risa única y siempre estaban sus ojos, sus brillantes ojos que no podía ignorar aunque quisiera.

Estaba entusiasmada, pero al mismo tiempo muy nerviosa. Sería su "primera vez" juntos, y aunque ya no eran niños, eso aún sonaba como un algo especial. Sobre todo cuando realmente quieres a ese alguien.

Su turno terminó a la una de la tarde, debía llegar a la casa, juntar sus cosas y tomar el autobús a casa de Ville. Llegaría a eso de las tres y pensaba cocinar algo simple o quizás pedir una pizza para la cena.

-¿Ya te vas? - Pregunto desde el baño Cecilia.

-Pensé que no llegarías hasta dentro de un rato - respondió la canosa.

-Hoy cambie mi turno con Devon, necesitaba unas horas extras y a mi me venían bien también. Mira, le estoy preparando una sorpresa a Linde- La morocha salió del baño con una conjunto de ropa interior hermoso, era simple, en tonos morados y de encaje, pero le iba perfectamente.

-Oh my whore... - suspiro Levi - es increíble. A Linde le va a encantar desnudarte-

-¿Tú no vas a ponerte nada lindo? - Cecilia tomo el borde de la blusa de su amiga y se la subió - Tu bra ni siquiera combina con tu tanga-

-Ey, respétame- comenzó a reír - No pensé en eso, además será nuestra primera vez solos, estoy nerviosa. Me siento como una niña -

-Yo estaba igual con Linde, aunque el es tan dulce que inmediatamente me sentí muy cómoda, me sentí tan cuidada - las mejillas de Cecilia estaban sonrojadas.

-Linde parece ser un muy buen chico, se nota que se quieren. Por eso me cuesta imaginármelos de salvajes escuchando Billy Idol- Kaleví buscaba su mochila para poder guardar lo que pensaba llevar a casa de Ville.

-Un día ya no vas a tener que - comentó picante.

-Eres una perversa -

-Como te conozco y sé que tienes la cabeza perdida en tus diseños y ahora en el guapetón, decidí ahorrarte el pensar que usar- la chica le alcanzó un bolso.

Kalevi quiso abrirlo pero esta negó.

- Empaca tu cepillo en la cartera y vete - le ordenó.

-Pero Cec. - interrumpió queriendo ver que había.

-¿Confías en mi? - cuestionó de brazos cruzados.

-Si- no muy convencida.

-Entonces no chistes y ve, aprovecha el día - el timbre las interrumpió y al ver a Linde en la puerta supo que era su pie para irse. El chico le entregó sus llaves y ella las suyas, así que luego de una breve explicación de puertas ambos se despidieron y ella emprendió camino a la casa de Ville.

All I ever wanted was you, my love...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora