All I ever wanted was you, my love...

"-... tan bien... - "

28 de Octubre 1996

Ville había pasado toda la mañana ordenando el tiradero que tenía por casa y ahora al menos se veía decente.

Estaba descansando luego de tanta limpieza y se dispuso a tomar una corta siesta en las dos o tres horas que faltaban para recibir a su invitada. El sonido de la puerta abriéndose lo despertó mucho antes de lo que esperaba, por un momento pensó que Linde se habría olvidado de algo, pero fue una bella sorpresa encontrarse con el rostro de Kalevi.

Lucía preciosa, aunque tenía el rostro cansado. Su cabello contrastaba con al atuendo azabache y no lo pensó mucho para tomarla contra la pared y poder abrazarla.

Disfrutaba mucho de sus abrazos, sobre todo porque era ya una de sus cosas favoritas el sumergirse en su cabello, el aroma a fresas le era irresistible, no quería soltarla.

Unas semanas habían pasado desde que se conocieran y a pesar de ello, ya se sentía cómodo para hablar con ella de lo que fuera. Era una rara sensación familiar y cálida que le transmitía.

 No se preocupaba mucho por sus palabras, ni siquiera por impresionarla, no porque no quisiera, sino porque no era necesario.

La banda estaba a mitad de las grabaciones del Greatest Love songs y aunque era agobiante tener fechas, también era excitante pensar en los resultados. Durante los descansos se las ingeniaban y quedaban para tomar un café o comer algo. Las horas se les hacían cortas estando juntos y aunque ambos estaban nerviosos al principio ante esta "situación" mutua, ya pronto hablaban como si se conocieran de años.

El día había sido un absoluto cliché, pero en realidad, Ville admitía que necesitaba esa sensación de tanto en tanto. Le gustaba ser romántico, cada vez que salían, ella lograba sacarle su lado más dulce, lo hacía sonreír a cada momento, verla, le ponía el corazón a trotar.

La ventana dejaba ver las pequeñas gotas de lluvia golpear contra el cristal y Levi se mantenía concentrada en la película con el bowl de palomitas en su regazo. Ella notó como el se distrajo mirándola y comenzó a ruborizarse, abrió sus brazos invitándolo a acostarse sobre su torso a lo que Ville acepto encantado. "-Diablos...-" pensó para sí. Aquello era tan perfecto que comenzaba a temer el arruinarlo. Sus latidos estaban acelerados, sentía sus senos tibios en el rostro y ya ni siquiera estaba prestando atención a la película. Los minutos parecieron segundos, su cuerpo ya no soportaba más las ganas de hacerla suya. Intentó darse vuelta para poder besarla,             pero su mente interrumpió el momento con la pregunta más elocuente de todas.

- ¿Tienes hambre cariño? - No pudo hacer más que solo reírse de si mismo. Levi confusa le reprocho que le explicara que le parecía tan gracioso, no quería hacerla sentir presionada, así que solo le respondió con más caricias y cosquillas.

Habían decidido ordenar pizza, ella se ofreció a ir en busca de un refresco, mientras, él ordenaba la sala. Hacía algo de frío afuera, más de lo usual, y sumado a la lluvia, se sintió algo culpable de no haberla acompañado. 

Ville tomó un abrigo y bajó a esperarla apoyado en el marco de la entrada.

- Debí acompañarte linda- dijo apenado al verla volver entre la lluvia.

- Tranquilo, solo era la esquina - Valo sabía que estaba comenzando a enamorarse, su sonrisa, sus ojos le hacían sentir reconfortado, cada vez más necesitaba a esa mujer.

Que Kal fuera tan independiente, lo tenía a su merced. Por mucho tiempo había tenido relaciones en las que sus citas eran personas muy pasivas y sumisas. 

Frecuentemente se encontraba en situaciones donde simplemente sentía como si estuviera saliendo con una planta. No que no las quisiera o respetara, tampoco que ellas no fueran personas increíbles ni mucho menos, ni siquiera ponía en duda que quizá el fuera un idiota, pero lo que si, es que Ville siempre había sido una persona muy individualista e independiente y si decidía compartir su tiempo con alguien, debía ser con alguien que pudiera estimularle la vida.