Capítulo 1

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-¿Qué hiciste para qué el profesor Taisho te enviará a detención?

-Me estaba besando con Bankotsu- ¡Ni que fuera un delito! - exclamo una azabache furiosa con ese apuesto profesor.

-En el colegio es un delito Kagome - le respondió su amiga la inteligente, Ayame.

-Aparte de eso... ¡Me habla como si fuera una niña! Nos llevamos por 5 años ¡5 años!

-Es un profesor, es su trabajo. Tampoco es su culpa que una vieja de 19 años este aún en el colegio - Yuka, otra amiga la ofendió.

-Cállate - masculló.

El timbre sonó dando por finalizada la plática de amigas, todas se divieron para ir a sus respectivos salones.

Kagome Higurashi había sido cachada por su profesor de literatura cuando a escondidas detras del colegio estaba besándose con su novio Bankotsu, a él también le habían dado un castigo, castigo más severo, suspendido por una semana y a ella, por ser sobrina del director una semana en la sala de castigo. La vida si que es justa.

-Higurashi - las clases habían terminado y justo la última fue de literatura con su querido profesor Taisho -No olvides de ir a castigo - le recordó.

-Sí querido profesor-  con sarcasmo respondió, guardó todas sus cosas y detrás de sus compañeros salió con pereza mientras iba a dirección contraria a la salida.

La sala de castigo se encontraba aislada de los salones de clases para no interrumpir la sagrada educación.

Entró y lo que vio la dejo sorprendida, no había nadie... Absolutamente nadie. Sería una broma ¿Cierto?  Era completamente imposible que ella sea la única castigada.

-Bien, que bueno qué estás aquí-  la voz de su sexy profesor la sobresalto, él estaba apoyado en el marco dé la puerta con su maletin en una mano.

-¿Es una broma? - exclamo Kagome -¿Usted está encargado de los castigos?

-Sí, está semana es mi turno - se encogió de hombros y avanzó hasta el escritorio-  No me sorprendes que seas la única, los lunes nadie rompe las reglas al igual que el día  viernes. Toma asiento Higurashi.

Kagome tomo asiento al final de la fila de bancos, su profesor era tremendamente sexy pero empezaba a fastidiarla. Su profesor le sonrió con burla y la ignoro al igual que ella a él.
La azabache saco su carpeta de tareas y empezó a hacer lo que algunos trabajos que profesores dejaron, en una tenía que investigar así que saco su celular. Lo tubo en su mano escasos 10 segundos cuando de la nada su aparato desapareció de su agarre.

-No celulares-  su profesor de manera sigilosa se había puesto de pie y le había retirado el celular de las manos.

Ella simplemente lo fulmino con la mirada, costaba tanto odiar a su profesor pero no podía, esos ojos ambares eran una debilidad para cualquier humano femenino.

Lo ignoro y entonces cambio de materia, haría matemáticas. Había resultados que necesitaba sacar con la calculadora, descarto la de su celular y busco la suya en su mochila. También la tuvo en su mano, pero desapareció.

-No aparatos tecnológicos...

-¡Pero a usted que le pasa!  ¡No celulares, no calculadoras! ¿Y ahora qué?  ¿No hacer la tarea? -exclamo Kagome poniéndose de pie enfrentando a su profesor.

Ella miraba hacía arriba a causa de la estatura, su profesor le ganaba por 10 centímetros. Los burlones ojos ambarinos se enfrentaban a los furiosos ojos chocolates, la burla en él irritó a Kagome.

-¿Qué es lo que quiere?  - rendida pregunto.

-Quiero que te comportes.

-¿En qué?  Siempre me porto bien,  respeto a los profesores, a los compañeros, cumplo con mis deberes. La única falta que cometí fue está tarde profesor.

-Exacto - sonrió risueño el profesor con su pelo plateado recogido en una coleta.

-¿Qué?  - murmuró más confundida Kagome-  Quiere decir... ¿Qué ya no me bese con Bankotsu en el colegio?

-No te beses con él o con alguien más y punto - Kagome se hecho para atrás con sorpresa.

-Lo qué está diciendo está mal, muy mal...

-Lo sé, pero cuando se trata de ti no pienso lo que hago.

-Profesor... ¿Qué carajos está diciendo? -exclamo Kagome con su corazón golpeteando su pecho por la rapidez que iba y todo a causa de la confesión de su profesor.

-Me gustas Kagome... - y ella abrió los ojos y dirigió una de sus manos a su pecho, tratando de controlar su pulso, sus mejillas enrojecieron y su juicio de hablar se perdió.

El peliplata avanzó los pasos que lo separaban de ella, con una mano tomo de la barbilla a su alumna y elevo su rostro y él inclino el suyo hacía abajo, le sonrió a su rostro sorprendido y sonrojado.

-Me gustas Kagome...

Empezó a bajar su rostro con lentitud hacia el de ella, lo hacía lento esperando algún rechazo de su parte pero no hubo nada así que siguió decidido. Roso los labios rosados y carnosos de ella con los suyo, Kagome abrió ligeramente sus labios y él sonrió. La beso ahogando un suspiro de ambos en medio, la abrazó por la cintura acercándola más a él, Kagome enrosco sus brazos en el cuello y acerco su cabeza más a ella. Hacía puntita para poder alcanzarlo.

Su profesor camino hacía adelante haciendo que Kagome chocara con una mesa del salón, allí, ella misma se sentó y con más facilidad empezó a besarlo. Su respiración empezó a ser necesitada por ambos por lo que lentamente y ahora dándose besos entrecortados empezaron a ir deteniendose de apoco.

-Vaya... - suspiro Kagome en los labios de su profesor, su pecho subía y bajaba por la agitación del momento, su profesor estaba similar - ¿Qué hice?  - se cuestiono para ella misma.

-Me besaste - respondió el peliplata.

-¿Qué? - se hecho para atrás, aún con sus manos entrelazadas en el cuello de este - Usted me beso.

-Pero no me detuviste- le sonrió mirándola con intensidad

-¿Tenía que hacerlo? - fingió sorpresa.

-Eso se suponía... Pero no lo hiciste y lo que pasó no puede remediarse. Ya te bese y no hay vuelta atrás-  y ahora sin lentitud volvió a besarla.

En medio del beso Kagome sonrió y correspondió deseosa al beso de su profesor. Se volvió a acercar a él y ahora enroscó sus piernas en la cadera de su apuesto y sexy profesor, Kagome soltó una mano y la bajo del cuello de él hasta su torso cubierto por la fina tela de su camisa blanca, lo acariciaba a través de esa tela.
El peli plata hizo lo mismo, bajo una mano de la cintura de ella para posarla en su muslo descubierto, ahora es donde agradecía el uniforme escolar femenino. La falda subía y dejaba a la vista mucho más piel que de costumbre.

-Profesor... -gimió Kagome con lujuria.

-Di mi nombre - Jadeo entre besos su profesor-  Di mi nombre Kagome...

-Inuyasha... - suspiro la azabache ese sensual y atrevido nombre de su profesor- Inuyasha...

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Continuara➡➡➡
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¿Creían desde un principio que era Inuyasha o Sesshomaru?

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