Hora de librarse de estas falsas acusaciones

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[Holi :3.... Ok no :v. ¡Aquí yo de nuevo! Con un nuevo capítulo para esta historia. Bien, ahora retomando la historia, veamos lo que Kano tiene que hacer ante esta llamada tan inesperada.]

No pensé que después de todo lo que pasó esa mujer me llamaría. Ella fue quien me hecho; lo que no encuentro lógico es, ¿Qué quiere conmigo?

Por el momento tendré que ir al gremio como Yunyun me dijo y ver lo que la señorita recepcionista tiene que decirme.

— Hola, mi compañera dijo que me necesitaban en el gremio, ¿Haumea-san, ¿verdad?

— Ah, Yuudai-san. Sí, pero primero... Confío en que se le allá entregado el paquete que solicito como recompensa.

— Sí, gracias. Enserio lo necesitaba.

Fue bueno por fin tener un poco de tabaco, aunque se sintió un poco diferente de lo normal...

— ¡Muy bien! Bueno, se le ha llamado por un asunto diferente.

— Tiene que ver con la familia Palafox, ¿verdad?

— ¿Cómo lo...?

— Me lo dicen a menudo, pero ¿Que quieren de mí?

— E-este, bueno... Perdón por esto Yuudai-san.

— ¿Qué?

Cuando Haumea termino de hablar, una docena de guardias se puso a mi alrededor en círculo, con sus lanzas y espadas apuntando hacia mí. Y una señorita con aspecto de oficinista hablo.

— Kano Yuudai, queda en custodia preventiva por extorsión y fraude contra la familia Palafox.

Olivia, esa hija de... Me detuve unos momentos para pensar en mi situación, podía salir fácilmente de eso.

— Sate, sate, sate... Saben que no me costaría menos de 1 minuto para dejarlos a todos tirados en el suelo. ¿Quién va primero?

Solté un poco de mi intención asesina para que me tomaran en serio, pero no quiero utilizar la posición que la princesa me dio. Al parecer la noticia de los Pecados Capitales no es tan conocida como lo presume Amenadiel.

— Pero me rendiré voluntariamente bajo 2 condiciones; no me quitaré la máscara en ningún momento y exijo ver a mi Party.

— B-bien, ¡Espósenlo!

Uno de los guardias tomo coraje para acercarse a mí y encadenarme; tendré que ir pensando en un plan para salir de esta.

Al dirigirnos a la salida, Haumea se nos acercó.

— Yuudai-san, p-perdón... es mi trabajo, si no reportaba esto yo....

— Esta bien, no hay problema. Saldré de esta y seguiré viniendo para pedirte más misiones.

— Y-yuudai-san...

Y así, salí del gremio encadenado hacia una celda, esperando que esa mujer con aspecto de secretaria cumpliera su palabra.

-_-_-_-_-_-_-

Tuve que dormir en una celda, pero he dormido en sitios peores... Al parecer ya es de mañana, menos mal que me trajeron comida...

— ¡¡Kaaano-san!!

Pero no un momento de paz...

— Tranquilos, estoy bien.

— ¿¡Por qué está encerrado!? ¿Qué fue lo que hizo luego de irse?

Megumin estaba poniéndose histérica.

¿Pecados o bendiciones para este maravilloso mundo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora