¿Pecados o bendiciones para este maravilloso mundo?

¡Hagamos un espectáculo! Parte 3

[¡Muy buenas las tengan! Lo sé, lo sé... Me he retrasado un montón (lo que es decir poco...) con los caps. Peeeero oigan, la risas no faltaron, jajaja... ¡Esta bien, ya entendí! ¡Suelten las antorchas!; tienen suerte de que no me motivan las vistas, en parte.... Pero bueno, ¡Seguimos con esta desventura!]

Había bullicio por las calles de Vaizel, gente yendo de un lado a otro e incitando el desorden, en especial en el centro de la plaza, donde parecía que iba a ocurrir un altercado.

— Aqua, ¿Dónde dijiste que están?

El equipo estaba reunido en el punto de encuentro donde habían comenzado, y Megumin le preguntaba a la cabeza hueca sobre la situación actual.

— Eeto... era una casa en los barrios bajos, ¡P-pero Danarei dijo que no fuéramos!

Danarei había dejado a Aqua junto con Wiz y Fio, que se encontraban aun dando vueltas por la plaza, antes de regresar por Kano. La bardo no tuvo tiempo de explicar y paso un buen rato hasta que Aqua pudo calmarse y explicar a medias la situación; Megumin, aún no muy convencida, siguió cuestionándola.

— ¿Y le hiciste caso así nada más?

— ¡Tú no estuviste ahí Megumin! ¡¡Casi nos matan a las dos!!

— ¡Con más razón debemos ir cabeza hueca!

— ¡Noo! ¡Dijo que los esperáramos aquí!

Con Megumin a punto de ir a los barrios bajos, aún sin saber exactamente a dónde, era retenida por la arcipreste. Ambos espadachines se mantenían al margen, mientras los demás buscaban calmar la discusión entre sus compañeras.

— C-chicas, por favor paren....

— ¡Suéltame arcipreste de cuarta!

— ¿¡Cómo me llamaste, maga de pacotilla!?

Viendo que los ruegos de la tendera no muerta pasaban de largo, Darkness tomo a ambas del cuello de sus blusas y las levantó en el aire mientras aún forcejeaban.

— Megumin, compórtate. Aqua no tiene la culpa, no es que pueda hacer mucho de todas formas.

— ¡Exacto, no es mi cul_! ¿¡Qué quisiste decir con eso Darkness!?

Mientras Aqua buscaba liberarse, Darkness siguió con el sermón.

— ¿Cómo ayudarías de todas formas Megumin? Tu Explosión traería más problemas que apoyo al equipo.

— ¡Ya puedo hacer otros hechizos! ¿¡Te lo demuestro intento de noble!?

Cuando las cosas estaban subiendo de tono, el buscapleitos rubio interrumpió.

— Vamos, vamos chicas~ Estamos hablando del capitán. De seguro estará bien.

— Si Danarei esta con Kano-senpai, entonces no debería haber problema.

El hermano espadachín también comentó lo mismo, y justo en ese momento alguien le habló por la espalda.

— Aww~ Conque si me tienen confianza, harás que me sonroje Takeo...

Eran Danarei y Kano, que traían amarrada y amordazada a la noble fugitiva que estaban buscando.

— Llegamos.

Dijo el albino de una forma muy estoica dejando caer a la noble que traía como costal al suelo.

— Que bueno que llegó capitaan, casi había pelea de gatas...

— Compórtate Dust.

Dijo el albino, mientras el delincuente le extendía un saludo militar a modo de broma.