Demonio

✡ Oscura Realidad ✡

Darenn Purps

Tuer Brouillard

Jueves 12 de Marzo de 2018

10.35 am

Escuela Secundaria Brouillard

Caminaba por los pasillos tranquilo, erguido, sin expresión alguna en su rostro, restandole importancia a todas las miradas que tenía en su persona.

Pasó por mi lado, como si nada, como si fuera que nunca me vió y mucho menos me sonrió. Ignorando por completo el conocimiento de una parte oscura y secreta de nuestras vidas.

- Es magnífico.

Afirmó Esteban, mi amigo del otro salón.

Precisamente, no era el típico solitario de la escuela, sólo que hablar con los de mi curso me parecía antipático. Sus opiniones, sus acciones y sus bromas de mal gusto no eran de mi agrado, por ello me mantenía mayormente alejado.

- Supongo. - contesté seco, alejando de mi mente la verdad e ignorando la primer y más importante regla de Hart; "Siempre ser sincero" .

Me parecía más que magnífico, pero no podía aclararlo en voz alta, aún no.

- Agrr - refunfuño Esteban al darse cuenta que la mitad de la escuela observaba al oscuro muchacho. - Tiene más fama que el profesor Chris.

- Y que tú. - aclaré burlón.

- De los dos, yo soy el que más fama tiene...

- En los baños. - terminé su oración.

Aparte de ser una simple broma, era verdad, aunque salga de lo normal, él era el popular en los baños, conocido como el "follador", pues tenía esa certeza de siempre ligar en los cúbiculos, ya sea con hombres o mujeres.

Su fama proporcionó y logró llegar a los oídos de los profesores, incluso hasta los del director. Ésto llevó a que lo suspendan por una semana, con trabajos de limpieza en los baños. Pero, a pesar de todo lo malo que llevó estás acciones de parte de él, también llevó a que, tanto profesores y profesoras lo buscarán para tener relaciones íntimas. Diría yo, una gran ayuda para él.

La campana resonó en los pasillos, avisándonos que debíamos de regresar a nuestros respectivos cursos, con Esteban nos saludamos con un puño amistoso y nos retiramos cada uno por su sitio, sabiendo que no nos volveríamos a encontrar hasta el día de mañana.

Las ganas de salir corriendo de la escuela hasta el centro de Hart, me mataban, pues debía de desahogar mis dudas, mis malestares y mis incomodidades, y el único que podía escucharme y tener respuestas para todas mis preguntas era él.

Claramente salir de esté colegio no era para nada complicado, pues, cualquiera salía cuando quería y al horario que quería. No existía portero alguno para estar impidiendo el paso o la salida de algún alumno o visitante.

La necesidad de la ayuda de Hart, ocasionó que mis piernas se dirijan directamente a la salida, dejando por detrás todas las demás materias e importancia de las mismas.

Sin Hart no podía batallar con mis dudas, necesitaba respuestas, sacar conclusiones y tratar de pensar claro, alejar ese pensamiento de que mis fantasmas volvieron o quizá se hicieron reales, porque todos lo ven, todos lo admiran.

¿Lo incierto cobra vida?

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