Cap.7

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Bebí una cerveza más.

Ya perdí la cuenta, no sabía si era la segunda, la tercera, la decimo-sexta...

La cosa es que me empecé a sentir algo mareada a lo que me decidí por ir al baño.

La sorpresa fue para mi encontrarme a "Char" maquillándose el pintalabios que se le fue borrando por cada sorbo de limonada, como podía sospechar, ella estaba completamente ebria; daba la sensación de que lo único estable en ella era el pintalabios, funcionando simple y con buen pulso.

Me acerqué a ella y le di unos suaves golpecitos en el hombro esperando que se girase.

- ¿Hmm?

Sentí que mi mareo me vencía, a lo que caí en dirección a sus labios, juntando los míos en un beso apasionado que desgraciadamente no fue correspondido con más que un empujón con sus débiles fuerzas sujetas bajo los efectos del alcohol.

- ¡¡¿¿AAAHG QUÉ COÑO TE PASA??!!

- Zorra.

Respondí así.

Cortante como el mismisimo filo del cuchillo, tan tranquila como si me hubiesen sedado, tan mareada como ella misma... Quizá yo estuviese peor.

Le tomé de las muñecas con fuerza, ella se asustó y empezó a gritar; me lancé a besarla pero seguía esquivando.

Cuando ya me había hartado, la empujé a un lado y salí del baño dejandola que siguiese con su maquillaje.

Tras salir, caminé por la fiesta observando a todos aquellos que tenían pareja, noté una sonrisa de burla dibujada en mi rostro, y no negaré que dije en bajito, lo suficiente como para que el chunda chunda de la música lo camuflase y fuese inaudible, un pequeño "Ingenuos" que me delataba como persona solitaria, dolida, marcada...

Por ir mirando a todos lados menos al frente, me choqué de lleno con el chico con el que menos quería haber chocado...

- ¡Oh! Lo siento, lo siento, no te vi, perdón.

Estebi se disculpó de todas las maneras que sabía, pero el calimocho no se iba a quitar él solito de mi vestido.

Rodé los ojos, me pidió que esperase.

Regresó con varias servilletas en cuestión de segundos, y comenzó a limpiar mi vestido desesperadamente.

Le aparté de mi con delicadeza, éste me miró de nuevo.

- Lo sé, estás molesta, lo siento, metí la pata.

- Sí, bastante.

Me alejé dejándole con la palabra en la boca, pero sorprendentemente me agarró la muñeca antes de que pudiese largarme con un fuerte "Espera" que me hizo frenar en seco.

No me giré, simplemente quedé quieta en el sitio mirando al frente.

- ¿Podrías al menos mirarme?...

Me giré lentamente hasta quedar mirandole fijamente a los ojos con expresión fría.

- Mira chaval, me duele la cabeza, soy nueva en este lugar de mierda y no estoy para payasos como tú, así que olvídam...

Mis palabras fueron acalladas por un beso, cerré los ojos y correspondí al inicio, pero me separé empujándole con fuerza, tambaleandome hacia atrás levemente, pues el mareo de la borrachera seguía en pie en mi cabeza.

- Cerdo.

Salí de la fiesta y quedé en la puerta inmóvil.

No tengo tiempo para enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora