CAPITULO 217: DILEMA

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Lluvia. Elemento que por dónde se lo analice tiene diferentes interpretaciones y lo es más, dependiendo momentos y razones. Un Martes muy atípico en la capital. Amaneció de improviso cubierta bajo un manto de agua que no deja de caer desde el oscuro cielo. Parecería que el cambio de estación está a punto de llegar. Las personas tratan de protegerse pues las labores diarias deben hacerse. Los chicos en la universidad no están excentos. Unos corriendo buscando refugio y otros a paso lento cubiertos bajo un paraguas. Cerca de allí en la cafetería una taza emana una ligeras líneas de humo propias de un café caliente. Sentado y revisando sus tareas, Arthid se haya sentado. Atento a sus labores estudiantiles lo que ocurre afuera de aquel lugar le es irrelevante. Debe presentar tarea si es que desea obtener una buena calificación.

El tiempo pasa, el sonido de las tenues campanillas colgadas en la entradas de aquel lugar se hace eco. Una persona acaba de entrar. Con su elocuente sonrisa, llega al mostrador, saluda  y hace su pedido mientras sus ojos recorren aquel lugar. Hace una ligera mueca y solicita a la chica en el mostrador le lleven el pedido hacia la mesa que se le indica a lo que la chica asiente gustosa. Debe hacerlo. La presencia de aquel muchacho más que llamar la atención, saca un suspiro. A pesar de que ahora yace soltero y que está en 'compañia' de alguien, no es menos cierto que más de uno estaría dispuesto a mantener un idilio con el.

El recién llegado deja el mostrador. Lentamente se dirige hacia donde se encontraba aquel conocido con el cual últimamente se veía muy poco pero que sin embargo estaban al pendiente entre si de cada cosa que hacían. La fama a pesar de sus actividades los hacia propensos a estar separados.

Sentado y con la mirada puesta en sus libros, Arthid no atina siquiera que frente a el yacía Phun. El recién llegado calcula su tiempo hasta ver si su amigo capta su presencia pero es inútil. De pie, el chico toma un estero y sutilmente se lo lanza encima de todos se conglomerado de útiles que cubrían la mesa. La atención ya estaba dada y el concentrado muchacho al fin nota la presencia de Phun.

- "Aw, Phun..."
- "Tskk... Francamente es sabido que cuando estás estudiando te concentras demasiado pero, ya esto es lo último. Pueden hasta matarte y tú ni siquiera te das cuenta quien se para frente a ti?"
- "Errr.... Lo siento. Es que necesito terminar este proyecto lo antes posible y no me fijé que estabas frente a mi."
- "Si, pude notarlo. Tu distracción solo se basa en tus estudios más no en el plano sentimental, cierto?"

La sorpresa de Arthid al comentario de Phun no se hace esperar.

- "A qué te refieres?"
- "Qué? No me digas que no te has dado cuenta aún?"
- "Darme cuenta... De?"
- "Arthid... En serio que a veces eres un caso, lo sabías?"
- "Será que tú vas al grano y me dices de una vez a qué te refieres? No soy brujo para intuir lo que tratas de decirme."

Phun extiende su mano. Su mobil yace a escasos centímetros de su amigo que no atina a asimilar lo que sus ojos ven.

- "Esto que significa?"
- "Dímelo tú. Se supone que para que éstas 2 fotos ya se hagan tendencia en redes a más de lo debido, sorprende. Y como supuse que no los sabías, vine a mostrartelo y de paso me digas... Que fue lo que pasó aquí?"

Arthid con su mano izquierda sostiene el Mobil y con el otro empieza a huzmear aquellas imágenes. El lugar? Su condominio estudiantil. Para cualquier otro, no sería raro que eso suceda más si el chico es acosado por sus fans que captan a través de imágenes cada uno de sus movimientos dentro de la universidad pero esta vez el asunto tiene otro matiz: El fotografiado no es el, es Kongphob...

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