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Jungkook caminaba de un lado a otro por la habitación en donde los demás se encontraban sentados frente al televisor, viendo el desastre que estaban provocando los números de Black Rose.

Las cosas se estaban saliendo de control en la ciudad, aquellos sujetos ya no solo atacaban a los grupos criminales, estaban atacando a todos sin importarles que se tratara de niños, mujeres, ancianos, a cualquiera que pasara frente a ellos le tocaría el mismo destino.

—¿Qué vamos a hacer?— preguntó Hoseok bastante preocupado.

—No tengo idea— respondió Namjoon sin apartar la mirada del noticiero— Parece como si ellos no fueran seres humanos.

—Por lo que hemos visto, ellos perdieron completamente su humanidad hace tiempo— habló Taehyung logrando captar la atención de todos los demás— Si eres tratado como animal, te conviertes en uno. Ellos ya no razonan, actúan siguiendo órdenes igual que los perros, guiándose por sus instintos, y el único que quizá podría frenarlos, es la misma persona que los envío en primer lugar. Al igual que los perros, le son fieles a su dueño... La única manera de pararlos, es matándolos u obligar a ese "Dueño" a que los detenga, pero la segunda opción la veo muy difícil.

—¡Maldita sea! ¡¿En qué mierda está pensando ese tipo?!

—No lo sé— continuó Taehyung— Lo que me preocupa es que todo aquel alboroto se salga de la ciudad y se extienda en todo el país... ¿Se imaginan lo problemático que sería?

—Mejor no pensemos en eso, pensemos en cómo frenarlos— habló SeokJin bastante nervioso.

—Me parece bien— apoyó Hoseok— aunque no estoy seguro de cómo podríamos lograr eso... Oye Jungkook, tú qué opinas.

Todos los presentes voltearon para ver al nombrado, sin embargo, éste ya no se encontraba allí.

—¿A dónde mierda fue?— preguntó YoonGi poniéndose de pie, aunque su pregunta se la respondió él mismo— ¡Ay, maldición!

Temiendo que algo malo pudiera pasarle, todos fueron directamente a la habitación en la cual tenían cautivo al número, y al llegar, efectivamente Jungkook se encontraba sentado en el piso con él, pero sorprendentemente para todos, Dos, o Jimin, solamente lo miraba como si tuviera mucha curiosidad mientras hablaba y le mostraba cosas.

—¿Sabes lo qué es esto?— preguntó Jungkook mostrándole una fotografía que él cargaba siempre consigo. Una en donde aparecían Jimin y él juntos cuando eran más pequeños. El número negó con su cabeza, sin embargo, le pareció curioso que ese chico de la fotografía se pareciera tanto a él— Es una foto. Él era mi mejor amigo y también era el chico al que yo amaba con todo mi corazón.

—¿Amabas con todo tu corazón?— preguntó más curioso que antes.

—Si, así es. De hecho, yo aún lo amo.

Dos levantó su mirada y ladeó un poco la cabeza antes de preguntar:

—¿Qué es amar?

—Bueno, no sé en realidad cómo explicarlo...—suspiró— Es uno de los sentimientos más bellos que existen. Es cuando deseas estar siempre junto a otra persona, protegerla, dar todo por ella. Es cuando en tu cabeza solamente está esa persona y cuando están lejos, deseas que el tiempo corra más rápido para poder verla— tomó sus manos con lentitud y le miró fijamente, lo que le sorprendió fue que el menor no hiciera ningún intento por apartarse— Es cuando te pierdes en su mirada, y ante tus ojos, es la persona mas hermosa y perfecta que existe, aunque sabes muy bien que igual que todos, tiene defectos. Amar es cuando entregas todo de ti a esa persona.

De pronto Jungkook bajó la mirada y las lágrimas se acumularon en sus ojos, pues tenía a Jimin enfrente, pero no era el mismo Jimin del cual se había enamorado.

—Hmm— Dos finalmente soltó sus manos y se alejó un poco. Las cadenas que tenía en las muñecas ya comenzaban a molestarle, pero aún así, aquellas palabras le habían hecho pensar varias cosas— Ya entendí.

Jungkook le miró con tristeza, aunque no se esperaba verlo sonriendo igual que lo hacía antes cuando estaba feliz.

—Debo irme— murmuró poniéndose de pie. No se sentía bien, porque sabía que esa sonrisa probablemente era falsa, aunque se viera tan real, y eso dañaba su corazón.

—¿Volverás después?— preguntó curioso— Quisiera preguntarte más cosas... Hay mucho que no comprendo.

—Si, volveré después— asintió y se dió la vuelta para continuar, sin embargo, las palabras del número lo hicieron detenerse.

—Estoy seguro de que él también te ama aún.

Jungkook no dijo nada, ni siquiera lo miró, pero aquellas simples palabras hicieron que su corazón latiera acelerado. Quizá Jimin había recordado algo, quizá si seguía hablando con él, lograría traer todos esos recuerdos de vuelta.

Siguió caminando hasta salir de la habitación, y allí se encontró a todos los demás, quienes le miraban con un poco de lástima.

—Realmente lo quieres, ¿No?— habló Namjoon sujetando el hombro contrario.

—Demasiado.

—Entonces te ayudaremos a recuperarlo.

—¿Qué? ¿Cómo?

—Por lo que pudimos observar, si es algo que le interesa se queda quieto atento, por lo que podemos platicar con él— explicó Namjoon.

—Quizá si hablamos mucho con él, confíe en nosotros y tal vez pueda recuperar algunos de sus recuerdos, ¿No crees?— continúo Seokjin.

—Es lo que pienso— sonrió— Muchas gracias amigos, de verdad, muchas gracias.

—Agradecelo cuando lo logremos.

Y en parte era verdad que deseaban ayudarlo, pero también había otra intención.

Si lograban que Dos confiara en ellos, quizá se cambiaría de bando y podría ser un elemento muy importante para detener a los números, tal vez él sabría cómo detener todo eso, pero para que les dijera algo, primero debían ser sus amigos.

BROKEN || Kookmin PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora