7.Colisión -[Ateez]-

25.Un corazón herido...

El silencio estaba volviéndolo loco, por lo que en un semáforo en rojo, no dudo en encender la radio, dejándola en la primera estación con musica escandalosa para que llenara aquel silencio sepulcral.

Sin embargo, aquella escandalosa cancion no pudo detener aquella penetrante mirada que se poso sobre él y que inutilmente intentaba ignorar.

-¡¿Podrías dejar de mirarme por una maldita vez como si fuera una jodida atracción?!

Los ojos del chico rapidamente se desviaron, tragando saliva visiblemente nervioso mientras bajaba la cabeza con su ceño ligeramente fruncido.

Wooyoung dio un largo suspiro, apretando el volante con fuerza bajo sus dedos mientras intentaba mantener sus ojos al frente. Sus manos picaban, su cuerpo entero comenzaba a quemar y sus pensamientos comenzaron a gritar causando un estruendo en su cabeza.

La culpa por haberle gritado no habia tardado en esparcirse sobre su pecho haciéndolo sentir mal.

Nuevamente puso el auto en marcha, esta vez teniendo aquella musica de fondo que lo distrajo para no caer en sus pensamientos. Habia mandado una que otra mirada al chico a su lado un par de veces de forma despistada, quien unicamente mantenia su vista fija en la ventana.

Unos cuantos minutos despues, lograron llegar a su destino. Wooyoung aparco delante de aquel edificio, apago el motor y se dispuso a bajarse sin mirar al chico.

Comenzó a caminar, escuchando como el chico se bajaba detras suyo y los pasos siguiéndolo.

Wooyoung no vivía en la mejor zona, de hecho, apenas y llegaba a rozar lo normal.

Lograba pagar alquiler con las apuestas o encargos que Mingi solia mandarle, habia dias de suerte donde ganaba cantidades grandes de dinero y se daba ciertos lujos...pero tambien existían dias en los que apenas y lograba conseguir un centavo partido a la mitad.

En pocas palabras, no tenia la mejor vida, pero tampoco se quejaba.

Abrio el viejo portón y se adentro, dejándolo abierto para que el chico pasara detras de él.

Sin embargo, al momento de voltear para cerrar el portón, logro notar algo raro en el chico.

Pudo ver la mueca de dolor en su rostro, ver como intentaba disimular el obvio dolor que estaba sintiendo, y fue en ese entonces que Wooyoung bajo su cabeza al ver el leve cojeo en el muchacho, siendo cuestión de segundos para que notara como San iba dejando un rastro de sangre en cada pisada.

Los pies descalzos de San estaban llenos de cortadas, sangre seca y reciente y completamente sucios de tierra, dejando las huellas pintadas de rojo en cada paso que daba en el piso.

Wooyoung maldijo al verlo. No podia seguir dejando que el chico caminara en ese estado por el edificio...

¿Que pensarían los vecinos al despertarse en la mañana y ver un montón de huellas de sangre que se dirigían hacia la puerta de su apartamento?

Obviamente nada bueno.

Su cabeza comenzó a pensar en algo, incluso pensó en quitarse sus propios zapatos para que el chico los usara y dejara de manchar el suelo de esa manera hasta que por los menos llegaran al apartamento, pero sus zapatos eran casi nuevos y ridiculamente caros como para dejar que ese tipo los ensuciara de sangre.

La única idea que quedaba, era cargarlo sobre su espalda hasta el departamento.

Pero por supuesto que no haría eso, si lo que mas queria mantener una distancia entre ese chico y él y lo ultimo que haria seria cargarlo.