9.Búscalo...

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Solo tenia que entrar y matarla, era facil para él.

Yeosang espero casi media hora mas, y cuando vio como la casa era desalojada, se dispuso a entrar.

Muchas veces le habian dicho que parecia un gato, agil y sigiloso.

Sus pasos fueron silenciosos, atravezando la puerta trasera y asegurandose de que no hubiera ninguna camara visible o en funcionamiento.

Era una enorme casa, pero estaba acostumbrado a ese tipo de laberintos.

Observo a su alrededor, pasando la sala de estar y la cocina. Miro uno de los relojes que colgaban de la pared, dandose cuenta de que solo le quedaban un par de minutos para hacer su trabajo y salir del lugar.

Esta vez no habría juegos o torturas, solo una muerte rápida y silenciosa, además, YeongSu le habia dicho que la mujer por la que iba, se pudría en dinero y que tenia una caja fuerte donde encontraria dinero, pero lo que lo sorprendio fueron sus palabras.

"No quiero el dinero, eso puedes quedártelo tú, lo que quiero es que me traigas una carpeta morada que guarda en esa caja fuerte ¿entendido? y una cosa mas, diga lo que te diga, no la escuches"

Tenia estrictamente prohibido abrirla y chequear el contenido de la carpeta y para él eso estaba perfecto, queria estar lo mas lejos posible de los sucios tratos de YeongSu.

Atravesó diversas puertas, hasta quedar frente a la puerta donde seguramente estaba su objetivo.

Sin esperar mas abrio la puerta de un solo jalón.

-¿Pero que...?-La mujer se paro de su escritorio, pero se quedo estática cuando el cañón del arma quedo en su dirección-¿Quien diablos eres tu?

Yeosang busco con la mirada la dicha caja fuerte hasta encontrarla, se acerco a ella sin perder de vista a la mujer.

Le echo un rapido vistazo a la caja y le hizo una seña a la mujer para que le diera la clave.

-No te daré la maldita contraseña-Dijo con sorna, pero sus palabras parecieron perder la debilidad cuando el chico le quito el pestillo al arma.

-Veinticuatro, diez, dieciocho-Dijo ella entrecerrando sus ojos.

Yeosang plasmo los dígitos, sonriendo al ver como la pequeña puerta era abierta y dejándolo con la boca abierta cuando vio los innumerables fajos de billetes dentro de la caja.

Eso era una maldita fortuna...

Sacudió ligeramente la cabeza saliendo de su ensoñación y busco el verdadero motivo por el que estaba alli. Comenzó a quitar algunos fajos hasta que pudo ver justo en el fondo de todo la dichosa carpeta morada, sonrio de medio lado, tomando la carpeta en sus manos y leyendo la fina caligrafia que se mostraba en la parte frontal.

"Choi San"

Pero lo que distrajo por completo su atencion fue el sello de una trompeta justo debajo del nombre. Yeosang recordaba haber visto esa figura antes, pero no sabia con exactitud donde.

-Tú eres el jugador de YeongSu ¿No es asi?-La voz de la mujer lo trajo de vuelta.

Yeosang fruncio el ceño.

¿Jugador?

-¿Te ordeno matarme?-Algo que definitivamente llamo su atencion, fue ver que en los ojos de la mujer no habia ni una sola pisca de miedo-Maldito bastardo, esto no es justo, él tiene tres jugadores, no puede quitarme al mio, ¿No le es suficiente con tener a numero ocho?

Yeosang no estaba entendiendo ni una mierda de lo que la mujer estaba diciendo ¿Jugadores? ¿Numero ocho? Por primera vez le hubiera gustado poder hablar y soltar el millón de preguntas que se estaban acumulando en su cabeza.

7.Colisión -[Ateez]-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora