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Rachel
Aquella escena no desaparecía de mi cabeza, aparecía cada 15 minutos que lo olvidaba. Que mierda, como dije no es de mi importancia realmente.
- Señorita Rachel por favor ponga atención a la clase.— El profesor me llama la atención, creo que di demasiadas vueltas al asunto.
- S-Sí, perdón.— Vuelvo a la realidad, enfocándome en la explicación del profesor.
A la salida me dirijo caminando fuera del salón de clases, al fin podré ir a casa a descansar. Volteo para bajar las escaleras chocando con una chica.
- ¡Oye ten más cuidado!
- Perdón, ando un poco distraída...— Mi tono baja al ver con quien me había encontrado. Con la chica que menos quería, Jane.
- Bueno ¿te quedarás ahí estorbando?
- ¿Disculpa?
- Como escuchaste, bueno no perderé el tiempo.— ¡Ash que jodida por dios! ¡Si puediera la golpearía aquí!
- Como digas.— La rodeo y bajo enojada. Abajo me encuentro con Lucy esperándome para salir juntas.
- Oye Rachel ¿Pasó algo? Te veo enojada.
- No es nada, me encontré con la maldita de Jane.— Sigo con esas ganas de golpear algo, cierro mis manos con fuerza e ira.
- Calmada, todo esta bien amiga... Toma.— Saca de su bolsillo entradas para una película de terror que acaba de salir.
- ¿¡De dónde sacaste esas entradas!?
- Ammm... Internet.— Sonríe y me jala del brazo llevándome al centro comercial donde se encuentra ubicado el cine, espero sirva para olvidar lo de hoy...
- Así no estarás de amargada.— Da unos golpecitos en el lado izquierdo de mi abdomen con su codo alzando las cejas repetidas veces con una sonrisa estúpida. No puedo evitar reírme.
- Probablemente sirva de algo.— Digo aun riendo y entramos para ver aquella película.
Compramos las palomitas y gaseosas para entrar a aquella función.
A la salida de la película
- ¡Eso estuvo genial! 
- ¡Sí!— Sonrío y nos vamos del cine.
- ¿Y ahora a dónde irás?
- Supongo que a mi casa.— Me despido con una sonrisa y tomo un taxi dándole la indicación de donde dejarme, abro la puerta de mi casa y entro.
- ¡Mamá, ya llegué!— Silencio...
- ¿¡Louis!?— Logro oír pasos rápidos dirigiéndose hacia mi posición.
- Oye pequeño ¿Qué pasa?
- ¡Es mamá, no despierta!— ...
- ¿¡Q-Qué!?— Acelero rápidamente hacia la habitación de mi mamá y empiezo a sacudirla.
- ¿Mamá? ¿¡Mamá!? ¡Despierta..!— El silencio llenaba la habitación hasta que se rompe con el llanto de mi hermano.
- Vamos mamá, no nos hagas esto... No ahora.— Mis lágrimas caían sobre las sábanas mientras abrazaba el cuerpo sin vida de mi madre. Maldición...
Volteo a ver a mi hermano pequeño y sonrío penosamente.
- Todo va a estar bien pequeño...

Mis razones para amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora