Mis razones para amarte

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Chris
Ash me olvidé de que las clases eran así de aburridas enserio no soporto a este profesor pero que más queda que comerme las clases, no escucho nada más que bla bla bla... Miro a la ventana pensando en como conquistar a Rachel, hoy se veía linda, sonrío estúpidamente y me pierdo en mis pensamientos.
- ¡Chris! ¡Chris!
- ¡No estuve durmiendo lo juro!.- El profesor me llamaba porque no prestaba atención a la clase por estar pensando en Rachel...
- ¡Presta atención esta vez!
- Sí profesor, lo siento...- Maldicion... Escucho risas al fondo del salón y me esfuerzo en no avergonzarme...
- ¿¡Haber ustedes de que de ríen!?
- Nada profesor *risas*

Unos minutos después
Salgo del salón y me dirigo hacia el patio para descansar un poco, susurro:
- Al fin salí de ese infierno...- Me acuesto en el césped y miro al cielo.
- Es una buena tarde, perfecta para dormir.
- Lo mismo creo.- Una voz femenina me habla y observo donde se encuentra ubicada.
- Amm, ¿Hola? No te he visto por el instituto nunca.
- Soy nueva, me llamo Jane.- Sonríe y me estrecha la mano, acepto el saludo y me siento al lado de ella.
- Me llamo Chris.- Sonrio.
- ¿Qué te trae por aquí?
- Nada importante realmente. Sólo haciendo amigos... ¿Quieres ser mi amigo?
- Claro ¿En qué clase vas? Podría enseñarte los alrededores.- Me levanto y estrecho mi mano para ayudarla a levantarse.
- Voy en la clase 3-2
- ¡Que coincidencia, yo también!
- Eso es bueno.- Sonríe tiernamente, podríamos decir que se ve linda y más con la ropa que lleva puesta. No es momento para pensar en eso, le hago un tour por el instituto hasta llegar a nuestra clase.
- Y aquí es nuestra clase.- La campana suena dando la orden de volver a nuestros salones de clase, Jane y yo pasamos y señalo la silla ubicada tras la mía en donde podrá sentarse
- Aquí te sentaras, espero sea de tu agrado.- Sonrio.
Una vez todos dentro el profesor llama a Jane para que se presente.
- ¡Buenas tardes a todos, soy Jane y tengo 17 años... Espero llevarme bien con ustedes!- Escucho voces diciendo "es linda", "me caso con ella".
- ¡Oigan más respeto!- Exclama el profesor y todos se quedan en silencio, no evito dar una sonrisa burlona.
- Disculpeme por eso señorita Jane, puede tomar asiento.- Jane se sienta atrás de mí.
- Nada mal para tu primer día.- Sonrio.
Damos las clases normalmente hasta que suena la campana de fin de clases.
- ¡Por fin!- Me levanto con bastante energía alistando mi mochila y miro a Jane.
- Oye ¿te gustaría ir al centro?
- ¡Claro!- Salimos juntos y partimos hacia donde le mencioné, le invito un helado como bienvenida y nos dirigimos al parque a pasar el rato.
El viento soplaba y veía como las personas caminaban de aquí y allá, era tranquilizador y un poco nervioso por saber que estoy con una chica.
No es como para decir "uy estoy en el parque con una chica, que suerte la mía", pero al menos así me gustaría estar con Rachel...
- Chris, te veo un poco decaído... ¿Pasó algo?
- No... Nada, estoy bien sólo que ayer me había declarado a una chica que probablemente conoceras con el paso de los días porque. Es la chica más popular del instituto...- Mi sonrisa empieza a decaer poco a poco e intento mantenerla.
- ¿Sabes? Si realmente la amas, lucha por ella.
- Tienes razón... Pero, dudo que me acepte.- Es la verdad, no me aceptará así sea la única persona en el mundo ni aunque le diga lo mucho que la amo... Sólo quedaba masticar y tragar el rechazo.
- Debes ser un poco más cercano a ella, quien sabe si son el uno para el otro, regalale cosas, ayudala en lo que necesite, sé gentil, no pierdes nada con intentarlo.- Sonríe confiada aunque yo no siento la misma confianza que ella y pienso que saldrá mal pero... No pierdo nada con intentarlo, sólo esta vez y si no quiere, pues dejaré el intento ahí.
- Bueno debo ir a mi casa Chris, nos vemos mañana.- Se levanta y nos despedimos con un beso en la mejilla.
- Está bien Jane, nos vemos...- Hago lo misma que ella pero en vez de ir a casa me doy una vuelta por el centro comercial para ver que regalar a Rachel.
Le compro lo que creo que le gustaría y le quedaría, un pequeño collar con una piedra de cuarzo azúl casi celeste y de paso compro una pequeña caja de chocolates en forma de corazón...
Sé que no funcionará pero no pierdo la esperanza.
Salgo del centro comercial y me dirijo hacia la casa de Rachel para dárselo, llegando escondo las cosas tras mi espalda y toco la puerta.
- ¿¡Sí, quien es!?
- ¡Soy Chris, del instituto!- Escucho pasos que se dirigen a la puerta y la abre. Rachel viste un pequeño short y una polera manga larga gris y su cabello... Ni hablar, no la había visto con el cabello suelto y se ve casi irreconocible.
- Amm ¿Deseas algo o sólo viniste a verme como estúpido?
- ¡Oh cierto! Rachel, te traje esto...- Trago saliva y le enseño lo que le compré, el pulso empieza a acelerar e intento calmar mis nervios.
- Am... Muchas gracias, no tenías porqué hacerlo.
- ... - Me quedo sin palabras, mi mente en blanco más que solamente la imagen de ella.
- ¿Chris?
- N-No es por nada, s-solo que...- Empiezo a tartamudear por los nervios ¡Joder! Inhala y exhala, fácil...
- ¿Solo que?
- ¡Sólo que no me basta un no como respuesta y quiero que sepas lo mucho que te amo y aprecio...!
- ...- Ambos quedamos en silencio por un breve momento hasta que ella decide romper el hielo con unas secas palabras.
- Chris, yo también te aprecio pero ya lo hablamos, no siento lo mismo que tú sientes por mí. Por favor, no sigas echándole sal a la herida.
- Oh... Está bien.- El tono de mi voz baja volviéndose un poco más triste.
- Realmente lo siento yo...
- No, ya dejalo ahí... Enserio.- Me despido y me alejo yendome a mi casa en la oscura y fría noche de abril.