No pondré tu nombre en está carta, porque de solo pensarlo me causa odio y náuseas. Me repugna pensar en todo lo que pasamos tú y yo.
Sabía que eras un maldito mujeriego, pero lo confirme el día que me dijiste: “Tu eres la pieza más hermosa de mi joyero, esa que por más que use incontables veces, siempre será hermosa”. Por momentos creía que era un poema o una frase retórica, pero me di cuenta que tenías muchas joyas bonitas.
Eras famoso, por ende, tenías a todas las que deseabas. Ninguna se iba a quedar con las ganas de ti, porque no ibas a dejar que se fueron insatisfechas, ¿no? Debías revolcarte con cada una de ellas.
Pero no estoy escribiendo esto por eso, yo supere esa situación hace tiempo. Pero, ¿debías meterte con ella? ¡Sabías que le tenía aprecio! ¡Sabías que yo la quería con todo mi corazón! ¡Era como una hermana para mi!
… Y me la quitaste…
Por tu culpa ella ya no está conmigo, ni contigo, ni con nadie. Le dejaste un gran vacío a su familia y amigos… me dejaste un vacío a mí. ¿Cómo pudiste hacerlo? ¡Maldito!
Ahora estás en ese lugar y ojalá te refundas ahí, que te hagan sufrir, que te hagan llorar, que te violen hasta no poder más.
Ojalá y sientas tanto dolor, que ya no deseas seguir con tu miserable vida.
Púdrete, imbécil.
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Flores para la novia
RomancePrepararé tu boda, Haré que te enamores de un hermoso vestido, Pero no pidas que hable de mi pasado.