This is right? [Lapidot]

La forma en que me miras

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Al volver a casa, el apetito de Peridot estaba restaurado, cenaron juntas y sin que se diera cuenta, su sonrisa estaba ahí, brillante como no lo había estado en mucho tiempo.

Lapis la observaba con adoración, estaba fascinada por la naturalidad con la que Peridot le hablaba y de lo cómodo que era estar así con ella.

Peridot hablaba de algunas cosas del trabajo y de repente cambió de tema.

—¡Por cierto! Mañana domingo iremos de compras, ¿recuerdas? Tal vez vayamos toda la mañana porque iremos a más de un lugar. Sí puedes, ¿cierto?

—¡Por supuesto que sí! —contestó con emoción.

—Vayamos arriba para escoger la ropa que puedes utilizar y así mañana completemos tu guardarropa.

—No puedo creer que en serio hagas esto por mí —dijo sonrojada.

—¿Por qué te sorprende? —arrugó las cejas. —No deberías.

Si bien Peridot siempre la mimaba, no esperaba que lo hiciera aún transformada en humana.

Pero, ¿por qué lo hacía en realidad?
En ese momento se cuestionó aquello, el porqué Peridot estaba siendo tan amable con ella viéndose así. Y de pronto una idea cruzó por su cabeza.

—Lapis, yo... Creo que... —tragó saliva—. Simplemente estoy feliz de tener a alguien en casa con quien poder entablar una conversación y... Sólo no busques respuestas, es obvio el cariño que siento por ti...

—Ese cariño... ¿Es igual al que sientes cuando me veo como tu mascota?

La rubia parpadeó confundida y cuestionó con la mirada.

Lapis desvió la mirada y se maldijo a sí misma.

—Mejor vayamos arriba a ver la ropa —se levantó y esperó a que Peridot también lo hiciera.

—¿Qué ocurre, Lapis? —se quedó en el asiento.

—No ocurre nada —fingió una sonrisa.

—Parece que sí ocurre algo —insistió.

Lapis frotó su rostro y soltó un suspiro pesado mientras regresaba a la mesa.

—Quizás he pensado en cosas que no debo.

—¿Como cuales?

—En la forma en que me miras... Pero tal vez es la forma en que yo te veo...

—¿Y de qué forma es?

—La primera vez que te besé fue para poder hablar tu lenguaje humano pero ahora he pensado que quizás si lo hiciera de nuevo tú correspondías ésta vez. He pensado en la posibilidad de que tú sientas atracción por mi forma humana...

Peridot se quedó callada en todo momento, incluso cuando Lapis terminó de hablar. Tenía la mirada sobre la mesa sin hacer contacto visual y sumergida en lo suyo.

Lapis comenzó a frustrarse y sentir pena por sí misma y por lo que había dicho.

—No tienes qué comprarme nada... Yo estoy diciendo cosas tontas, no merezco tus atenciones... —se levantó de nuevo.

—Tal vez tienes razón... —dijo de pronto aún sin verla a la cara. —Tal vez sí es distinto el cariño que siento ahora y quizás sí correspondo a ese beso hipotético...