Capítulo 54

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-Hola Kikyo, tanto tiempo sin vernos - Dijo Naraku con una sonrisa -Por cierto hola a ti también Rin

-¿Qué has venido a hacer aquí? - Pregunté sumamente molesta, más bien furiosa -¡Quiero que dejes de molestar a mi mejor amiga!

-Calma Rin - Dijo Kikyo un poco seria -¿Qué es lo que quieres?

-Quiero estar contigo

-Déjame decirte que ya no creo esas palabras Naraku, será mejor que te rindas - Hace una breve pausa -Tus intentos de lastimarme ya no funcionan, me he enamorado de alguien más

-No lo creo - Dijo Naraku mirando a Kikyo a los ojos

-Puedes creer lo que quieras, solamente te estoy diciendo los hechos... Ya no te amo - Dijo Kikyo con mucha frialdad e indiferencia para que le doliera a ese tonto

-¡Ya la escuchaste!

-Nos volveremos a encontrar, ya lo verás - Dijo Naraku con una sonrisa burlona

-¡Vete y no la molestes más!

Después de volver a casa le contamos a Hakudoshi lo que pasó, para que estuviera alerta en caso de que ese idiota volviera, lo bueno es que Kikyo no se dejó pisotear por ese estúpido, sus sentimientos por Hakudoshi la volvió más fuerte. Pasaron un par de minutos y nos fuimos a la casa de la mamá de mi tía Hitomiko

-¡Feliz cumpleaños Rin! - Gritaron todos con mucha emoción y yo simplemente me sorprendí, me pareció un lindo gesto por parte de todos

-Gracias a todos - Dije con una sonrisa

-Te tenemos otra sorpresa - Dijo mi padre con una sonrisa y mi tía Hitomiko me vendó los ojos

Me guiaron hasta no se donde sólo se que me tropecé una vez pero no me caí, al llegar al lugar me quitaron la venda y ahí la vi a ella

-¡Mamá! - Dije súper emocionada y la fui a abrazar

-¡Feliz cumpleaños hija! - Dijo mi madre con una sonrisa mientras me devolvía el abrazo

-¿Creiste que Midoriko no estaría aquí? - Preguntó mi padre con una sonrisa

-Gracias - Dije con una sonrisa -Y me alegra que ya no se lleven tan mal, ahora puedo estar más tranquila

-Jajaja eres graciosa Rin - Dijo mi madre riendo

Luego de hablar un rato todos comimos un par de golosinas y después nos preparamos para pasar un día de piscina, una de las cosas que más me gustan

-Llegamos - Dijo mi padre con una gran sonrisa

-Si!!! - Grité emocionada -¿Lo ayudo a bajar las cosas? - Pregunté con una sonrisa

-Si quieres

-Esta bien - Dije con una gran sonrisa

Ayudé a mi padre a bajar las cosas y a llevarlas donde estaremos, aunque no importaba el lugar porque hoy no pidieron para nosotros solamente. Entonces vi a alguien que no veía hace tiempo

Nuestro amor eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora