DULCES SUEÑOS

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Andrés

Al terminar el entrenamiento salgo de la sala y me dirijo a mi habitación dentro del complejo, tomo la toalla y limpio el sudor que me dejo el esfuerzo físico, no puedo negar que estar en esta situación sin Nick me pone los nervios de punta, aunque lo intentamos aun no logramos sincronizar nuestros movimientos, cada vez que pensábamos que lo teníamos pasaba algo y fallábamos. Mi relación con Anna ha cambiado de a pocos, nos llevamos mejor y sin embargo evita los momentos que estamos a solas, solo me permite acercarme cuando es estrictamente necesario.

Dos toques en la puerta de mi habitación cortan mi monologo.

-Siga - respondo sin siquiera preguntar quién es.

-¿Estás listo? - pregunta la cabeza que se asoma por la puerta.

-No. Pero al mal tiempo buena cara ¿no?

-No puedes actuar con inseguridad, si tu fallas ella seguramente fallara, sabemos cómo funciona esto, para ellas puede ser algo nuevo pero para nosotros es trabajo de todos los días y te necesito al cien por cien allí, sin presiones hermano pero tienes dos vidas en tus manos - la voz de Nick lejos de inquietarme me tranquiliza, es como mi ancla que me devuelve a la realidad cada vez que me elevo.

-No temo por mi - suspiro - y eso es lo que más me inquieta.

-Te entiendo - responde mirando el techo de la habitación como si en él se encontraran todas las respuestas del mundo - pero en este momento no podemos darnos el lujo de perder la cabeza, ellas están depositando todo lo que tienen en nosotros y fallar sería la peor consecuencia.

-Te gusta - afirmo al ver su rostro, encuentro esa mirada que había desaparecido tiempo atrás.

-Hace algún tiempo no me siento así, cuando me acerco a ella me da paz, es muy extraño lo que ha pasado estas últimas semanas y después de lo de Manuela y la discoteca no hemos hablado del tema, creo que solo estoy huyendo de lo inevitable.

-Es demasiado hasta para nosotros dos, no sé cómo - nuestro dialogo se ve interrumpido por un toque en la puerta - Pase.

-Es hora - los ojos de Isabel evitan por completo el contacto con los de Nicolás como si al verlo pudiese quedar petrificada, con un movimiento de cabeza cerró la puerta tras ella.

-Bueno, este par de primas sí que son extrañas. - un asentimiento por parte de mi amigo y en cuestión de minutos nos encontrábamos equipándonos para salir.

-Realmente era necesario vestirme como prostituta - esa vos cargada de fastidio no podía ser de otra persona.

-Digas lo que digas te ves realmente hermosa - digo en cuanto entra al salón, aun si mirarla se que esta hermosa, pero la sorpresa que me llevo al girarme es algo inexplicable, su cabello negro rizado ha pasado a ser un cabello largo y lacio que llega hasta su cintura, lleva un vestido plateado con un escote pronunciado y bastante corto, cuando Isa toma su mano y la hace girar sobre su sitio logro ver la abertura que hay en su espalda que llega a tocar su estrecha cintura, siento como mi pantalón se ajusta a mis muslos y avergonzado me giro antes de que alguna pueda notarlo, me aclaro la voz para que no salga temblorosa - ¿Cómo vas a llevar la pistola? - pregunto aun sin girarme, intentando respirar profundamente.

-La llevare en el bolso - estaba casi seguro de que había encogido los hombros, lo cual me llevo a pensar en lo estrechos que se ven sus pechos en ese vestido, Dios tengo que calmarme.

-No puede ir vestida así - digo girándome en dirección a Isa - no porque no le quede, más bien porque puede ser muy llamativa.

-El machismo no te siena - respondió Iz restándole importancia con la mano - además mírala esta hermosa, soy una genia con el maquillaje.

Por primera vez desde que entro en el cuarto hago contacto visual con ella, era evidente que Isa sabía lo que hacía, Vannesa tenía algo en los ojos que los hacía parecer más grandes de lo que ya eran, pero aun se veían hermosos, sus labios iluminados por un color rojo carmesí y para complementar su vestido un par de aretes largos caían delicadamente de sus lóbulos, nuevamente sentí mi pantalón ajustarse, salí casi corriendo de aquel lugar por temor a que alguna de ellas lo notaran, inmediatamente entre al baño más cercano moje mi cara y respire profundo, no fue hasta que estuve seguro y tranquilo que volví con ellas.

-¿Estás bien? - pregunto la causante de mi huida.

-Si - respondí con voz rasposa, aclare mi voz y dije - ¿segura que estas cómoda con eso vestido?

-No, pero Izz tiene razón si no uso este vestido, por más sexista que parezca y por mas que me moleste, lo que debemos hacer no terminara como debe.

Veinte minutos después estábamos Vann y yo listos para salir a cumplir con nuestro cometido, como para variar el encuentro se daría en una discoteca, como era costumbre allí estaría el hombre que se encargaría de decirnos el paradero de Manuela, dos toques en la ventanilla, bajo la misma esperando a saber que tiene para decirme Isa.

-Cuídate y cuídala por favor y eso va para los dos, por favor no se comporten como un par de idiotas - y con eso lo último que sonó fue el motor del carro, di marcha al auto y logre ver por el retrovisor el ya pequeño cuerpo de Izz hacerse más pequeño a medida que el auto avanzaba.

Vannesa

El recorrido en el auto permaneció silencioso, se podría decir que casi muerto si no hubiese sido por la radio que sonaba de fondo, ni siquiera prestaba atención a lo que ponía la emisora, estaba más ocupada mirando la daga que me había entregado Isa antes de salir de la casa.

FLASHBACK

-Hoy por primera vez en mucho tiempo no te acompañare, pero él estará ahí como si yo estuviera contigo, no dudes ni un segundo de que te protegerá, finalmente es de lo que se han encargado en este tiempo, pero tampoco temas protegerlo, confía en ti hoy más que nunca, no dudes ni un segundo que si tu compañero está en peligro será tu responsabilidad ayudar. - dijo Isa mientras terminaba de pasar el labial por mis labios.

-tengo miedo por lo que pueda pasar - respondí con las manos temblorosas - y no temo por mi, temo por él.

-No deberías, esto es más común para el que para ti - respondió sentándose en el borde de la cama, aun le dolía el cuerpo y había hecho mucho esfuerzo para mantenerse en pie frente a Nick y Andrés -pero hagamos algo, ya vuelvo.

Cuando regreso a la alcoba de Vanne llevaba en sus manos la pequeña daga que hacia compañía a la suya - entrégasela a Andrés y recuerda que siempre estoy contigo a donde mires siempre estaré para ayudarte y ahora que no puedo estar físicamente, por lo menos esto que es tan importante para las dos, te hará compañía, confía en que él se esforzara por cuidarte y que tu deberás cuidar de el de igual forma.

FIN DEL FLASHBACK

DEL CIELO AL INFIERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora