ESCALOFRÍO

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ISABEL

En cuanto escucho el sonido de la graba cediendo bajo el peso del auto, corro para encontrarla y fundirnos en un abrazo, pero en cuanto la veo mi idea cambia, tiene las mejillas húmedas por el llanto, los ojos rojos y las pupilas dilatadas por las emociones, los pensamientos que se arremolinan en su mente, es fácil leer su mirada después de tantos años juntas se vuelve fácil leer sus expresiones, veo la mano de Andrés sujetando firmemente su cintura hasta que llegan a mi y le agradezco con una sonrisa.

-Esto es tuyo - dice estirando su mano para entregarme la daga - Uhm creo que mejor la limpio antes de entregártela - se ríe sin humor, creo que es la risa mas triste que me ha ofrecido desde que lo conozco, siento que una mano cálida se posa en la parte baja de mi espalda - y ella también te pertenece.

-Hola - su voz ronca me confirma el hecho de que ha estado llorando todo el camino y en cuanto llega a mis brazos se lanza a llorar nuevamente, por el rabillo de mi ojo veo como Nick y Andrés se miran cómplices.

-¿Qué esta pasando? - digo y siento como la tensión se situá en mi espalda hasta ascender y dejarme completamente recta a pesar de que aun sigo adolorida - hablen.

Reclamo entre dientes y los tres se miran como si yo no estuviera presente.... pero que.... esto es increíble, suelto los brazos que aun sostenía en la cintura de Vanne y me remuevo ahora incomoda por el tacto en mi espalda y corro directo a la que ahora tomo como mi habitación, me giro antes de cerrar con una portazo y lanzarme adolorida a la cama, para decirles.

-En cuanto dejen de comportarse como un montón de idiotas y decidan hablar conmigo pueden venir, antes no - y con esto permanezco encerrada hasta que caigo en un profundo sueño.

Los gritos en el corredor borran todo rastro del sueño, lentamente me acomodo en la cama hasta estar completamente sentada, froto mis ojos y los gritos llegan a mi con mas claridad, ahora puedo distinguir las tres voces que se encuentran tras la puerta.

-Ella no esta bien, aun no es tiempo, una emoción fuerte puede acabar con la poca fuerza mental que le queda - dice una voz tras la puerta, tuerzo el gesto al notar que aun me están ocultando cosas.

-Esto es tan patético - susurro contra la palma de mi mano.

-Esto es patético, por más que siempre intentemos esconderle información ella termina descubriéndolo acaso no se dan cuenta - me sorprende que la voz de la razón sea la de Nick y mi parte estúpida sonríe por el gesto, cuando decido abrir la puerta logro ver a Andrés que sujeta a Nick por el cuello de la camisa empotrándolo contra el muro, los dos con la cara contraída a causa de la ira y la cara mas familiar con los ojos hinchados y con oscuras marcas bajo sus ojos efecto de no haber pasado una buena noche.

-Deberían escucharlo un poco mas - digo recostándome conta el marco de la puerta y cruzando mis brazos sobre mi pecho para mostrar mas rudeza en mis facciones, con la esperanza de que noten mi enojo y tomen la decisión correcta - están listos para soltar la sopa o van a seguir tratándome como una niñita.

-Dios acaso no puedes confiar en mi por unos días más - dice Andrés soltando el cuello de Nick.

-Acaso ustedes no pueden confiar en que mi fortaleza es mas grande de lo que quieren creer, es tan difícil - digo mirando los tres pares de ojos que me miran desconcertados, dejo caer mi cara entre las manos y digo conta mi palma - dejen de menos preciarme, puedo soportar lo que sea que me digan.

-Tiene razón - dicen al unísono.

-Primero vamos - dice Vanne tomando mi mano - tienes que comer algo.

-Lo comeré mientras me explican - digo levantando una ceja y permitiendo que Vanne me arrastre por el pasillo.

-Isabel - dice con voz demandante.

DEL CIELO AL INFIERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora