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Pov Beomgyu.
La religión nunca fue mi aliada, la enseñanza correcta tampoco, la educación era mi relación tóxica, pero mentir de una forma sutil era mi amante eterna.
Recuerdo cuando la custodia fue dividida, de lunes a viernes, estaba bajo el cuidado de mi madre solo porque el instituto quedaba de cierta forma 'cerca' de nuestra residencial. Sábado hasta domingo con mi padre, solo para que el no pierda su título y quedará bien parado frente a la sociedad y seguidores de su iglesia.
ㅡRecuerda Beom-gyu, mamá y papá ya no vivirán juntos, pero puedes hablarnos de las cosas que te gusten y disgusten libremente como lo hacías en casa.
En los escalones del mismo tribunal, jure decirles la verdad para que su separación fuera más cómoda para mí, que no quisiera más a uno que otro.
Acurrucado en la cama, en medio de la oscuridad con apenas el reflejo blanco de la luz de la luna que pasaba por mi ventana, me encontraba retorciéndo sobre el colchón. Lo que parecía una pesadilla, dónde me encontraba en un callejón y alguien me apuñalaba para quitarme algo de valor, era algo de la realidad, solo que antes que un cuchillo estuviera invadiendo mi sistema, era un hormigueo que se expandia por mi espalda que quemaba desde dentro.
Un grito ahogado se escapó de mi garganta en un falso intento de quitarme la camisa optando por romper los botones de la prenda y tirarla en alguna parte de mi habitación. Con torpeza, logre recuperar la cordura y salir al pasillo de la casa. Corriendo, me adentre siguiente cuarto, el de mi madre. Aún seguía vacío y las sábanas estaban intactas, no había vuelto aun.
Inhale y exhale un par de veces antes de apoyar mi espalda desnuda a la pared, haciendome estremecer por el frío de la superficie. El dolor no había parado, el hormigueo seguía y una capa fina de sudor se hizo en mi cuerpo, respirar era igual de doloroso cuando mis pulmones se expandían al ser llenados con el aire.
La puerta siendo abierta desde la primera planta me puso en alerta, la forma pesada que eso se movía me indicaba una sola cosa, mi madre esta en casa.
Me reincorpore y baje con la incomodidad plantada en mi cuerpo para encontrarla tirada en el sillón con la televisión encendida en las noticias de fondo, su cabello rubio cenizo tapaba parte de su rostro, sus piernas se flexionaron contra abdomen en una posición fetal aún con su el ambo azul cielo puesto.
