8. Fiesta

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La casa había sido vendida. El dinero sirvió de sustento en el viaje que hizo con su novio.

Llevaban un mes en esa isla, disfrutaban de todas las maravillas que habían.

Se acercaba una fiesta cuyo motivo principal era el de unir a las parejas que buscaban obtener un vínculo más fuerte del que ya poseían.

Claramente ellos irían, su vínculo era totalmente fuerte pero les llamaba la atención toda la situación previa a esta que terminaron asistiendo.

—¡Bienvenidos! —una alegre joven los guió hacia una mesa tan solo para ellos— Si desean algo presionan el botón del centro de la mesa y vendrán a atenderlos. Gracias por su asistencia. —sonrió por última vez y se fue.

—Nochu, ¿Qué quieres tomar?

—Yo creo que un par de tragos no nos caería mal, ¿Te parece?

—Me encantaría. Y para acompañar, unos tequeños, ah que sí.

—Sí, bebé. Hay que llamar con el botón.

Ahora está jugando con ese botón. Quisiera saber qué es lo que piensa.

No, no quieres.

Seis horas después la pareja estaba agotada, habían bailado, cantado y saltado tanto que tan solo querían llegar a casa y dormir. La fiesta había sido espectacular. Ahora se encontraban recostados, frente al mar.

—Jiminnie, ya va amanecer. Necesito hacerte esta pregunta.

—Dime, Nochu. —lo abrazó y dejó que el menor hable.

—Te amo tanto.—Jimin sonrío y se acomodó en su pecho— Me enamoré en tan poco tiempo y este amor es tan grande que siento que nunca amaré a nadie como te amo, Mochi. —, cerró sus ojos y siguió escuchando.— Amo cada parte de ti, todo de ti es hermoso, todo de ti es precioso. Si pudiese darte el mundo, te lo daría. Mi objetivo es hacerte feliz, no importa lo que pase, siempre te amaré. Estaré a tu lado en tus momentos felices, como en tus momentos tristes. Es por eso que estoy convencido de que quiero pasar cada minuto de mi vida a tu lado. Estoy siendo totalmente cursi, y aunque lo soy, la situación lo amerita.— Con delicadeza, se separó de Jimin y se puso de rodillas, sacando un anillo brillante del bolsillo de su pantalón.— Mi mochi precioso. ¿Te casarías conmigo?

Jimin comenzó a saltar gritando, su corazón estaba muy acelerado.

—¡CLARO QUE SÍ, NOCHU! ¡TE AMO TANTO, TANTO, TANTO! —Repartía besos en el rostro de su ahora prometido.

Y junto a la playa y el amanecer, su amor se consolidó.

Talking With A Stranger [Kookmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora