Rencor

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Querido diario:

Hoy fui a clase, ahora nunca me las solía saltar. Desde aquel día que quedé con aquellas chicas, quedábamos en clase todos los días para pasear en el patio. 

Sentía una extraña fuerza de libertad en mi interior, no enmascaraba nada, no ocultaba nada.

No. 

Era yo misma.

Pero no todo fue hermoso hoy.

Él, me envió un mensaje hoy.

"Te vi durante el recreo hoy. Lucías genial, muy guapa con tus nuevas amigas".

La felicidad se desvanecía tras leer ese mensaje.

Se desvanecía para dejar paso al odio que corría por mis venas.

Un odio eterno que sabía que le guardaría para él resto de mi vida.

Diario del pequeño corazón apuñaladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora