Desamparo

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Querido diario:

No, no era nadie que que destacase, eso lo tenía asumido.

Pero hoy mi corazón murió un poco más. Me quedé tan disgustada que mi garganta era toda un nudo, mi pecho era un vacío y mi mente acompañaba a mis ojos con un mar de lágrimas.

Prometieron venir a buscarme hoy y parece que me dijeron lo que quería oír, porque me ilusioné. Demasiado quizá... Ya se que caminar del instituto a casa no cuesta tanto, pero el hecho que parecía que se habían acordado de mi existencia era tan... Genial.

Y sin embargo, seguí esperando.

Y esperando.

Y esperé aun más.

¿Sería atasco? No, había muchos padres que habían venido sin esfuerzo a por sus hijos.

Y esperé.

Y esperé hasta que me di cuenta de que no iban a venir.

Diario del pequeño corazón apuñaladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora