— ¡Chae! ¡Estás sentada! —exclamó Lalisa con asombro— no creí que fuera posible luego de tantos gritos —susurró.
— ¿Luego de qué? —
— Oh, nada —sonrió con inocencia, sentandose a la par de su mejor amiga— ¿Y Jennie? —
Una tierna sonrisa apareció en los ojos de Chaeyoung mientras bajaba la cabeza en un intento de ocultar su claro sonrojo.
— Aún está durmiendo en la habitación —
— ¿Durmiendo, o es que no puede levantarse? —habló rápidamente la tailandesa.
— ¿Qué? —
— Nada Rosie —volvió a esbozar aquella falsa sonrisa inocente— JiSoo fue a comprar el desayuno para las cuatro en la mini cafetería que está en la otra cuadra, así queee, si tienes algo que contarme este es el momento indicado —
— Bueno..—suspiró— Tal vez le dé una oportunidad a Jennie. Es decir, ella es muy tierna conmigo, atenta, y dejando de lado los sucios piropos de albañil, Ella me respeta —ambas hicieron contacto visual— Aunque una pequeña parte de mi dice que algo podría salir mal —
— ¿Y por qué no arriesgarte? —
— Lo he hecho muchas veces Li, y sabes como terminaron las cosas —Chae suspiró con resignación— Es como si tuviera un cartel en medio de la frente que dijera "usame a tu antojo" —
— Escuchame bien Park Chaeyoung, vas a ir ahora mismo a la habitación, le dirás que sí a Jennie y vivirán felices para siempre. Sin embargo, apenas vea una lágrima salir de tus ojos por culpa de esa enana, yo misma me encargaré del asunto ¿entendido? —Lisa se levantó del lugar en el que estaba para posicionarse en cuclillas frente a su mejor amiga, tomando los hombros de la misma— Seré algo así como Cupido, pero en lugar de tener flechas tendré balas —
Manoban guiñó un ojo haciendo que su amiga sonría plenamente. Ambas se fundieron en un cálido y cómodo abrazo que, sin saberlo, necesitaban desde hace tiempo.
Minutos después, tres golpecitos en la puerta principal hicieron que dejaran su charla de lado para ir a abrir.
— Muy bien, mami JiSoo está de vuelta con el desayuno —anunció la mayor— ¿No falta una aquí? —
— Faltaba —Corrigió Jennie mientras salía de la habitación— ¿Qué vamos a desayunar? Estoy muy hambrienta —
— ¿Aún tienes hambre? —interrumpió Lisa— Pensé que estabas llena, por lo que ayer te comiste enterita a Cha¡MIERDA! ¡¿POR QUÉ?! —
Rosie dio un fuerte pisotón en el pie de la menor, causándole mucho dolor.
— ¿Por qué qué? —Ahora la que sonreía con inocencia era Chae—
Las amigas Kim sólo miraban la pelea con diversión, a su punto de vista parecían dos pequeñas de preescolar.
— Muy bien, Muy bien, suficiente drama —JiSoo separó a las dos menores— ¿Que tal si desayunamos y dejamos la discusión sobre los extraños ruidos de anoche para otro momento? —
— ¡Ella empezó! —señaló Rosie—
— Perdona pero nO ERA YO LA QUE GIMIÓ TODA LA NOCHE —
— ¡LALISA! —