— ¿Podemos ver otra cosa que no sean películas románticas? —
— ¡SHHH! ¡Cállate Jennie, ésta es la mejor parte! —musitó la menor de todas—
— ¿Y si jugamos a imitar películas? El titanic por ejemplo; Yo soy Jack, Rosie es Rose y Lisa la tabla! —
— ¡SHHHH! —
— Agh, me callo —
Pasados unos minutos Jennie se levantó del piso haciendo que la cabeza de Chae golpeara contra el suelo, ya que esta se encontraba en el regazo de su mayor.
— ¿A dónde vas? —cuestionó la Australiana.
— Si muero, al infierno, pero de momento voy al baño —
— Creo que también tengo que ir —mencionó Rosie, segundos después de que Jen se fuera—
— Ajá, sí, como digas —
La poca atención que recibió de parte de sus amigas le dió luz verde para ir detrás de Jennie y arreglar un par de cuentas. Los nervios la invadían con cada paso que daba preguntándose si lo que hacía era lo correcto.
— Jen, ¿podemos hablar? —
— Uh, claro, pero déja que entre un segundo al- —
— Es urgente. —
— Pero —suspiró— Bien, supongo que puedo aguantar —
Ambas se dirigieron a la habitación de Rosé sin decir ni una sola palabra. Sabían exactamente lo que iba a pasar pero no tomarían riesgos.
En la mente de Jennie, Rosé debía hablar primero. Después de todo fue ella quien interrumpió un momento de calidad en el baño.
Mientras que para ChaeYoung, Jen debía decir las primeras palabras ya que siempre fue así.— ¿De que querías hablar? —
— De nosotras —
La expresión de Jennie cambió por completo, su cara ya no reflejaba preocupación por aguantarse las ganas de ir al baño. Ahora tenía una gran sonrisa.
— Me alegra que haya un nosotras —
— S-Si, bueno.. —las mejillas de Chaeyoung se tiñeron de un hermoso carmesí— Creo que ya tengo una respuesta, es decir, no estoy segura del todo pero Lisa dijo que tengo que hacerlo y que si me haces algo ella te matará, lo que me alegra pero no tanto ya que si te mueres- —
— Rosie —interrumpió la mayor.
— Lo siento —suspiró— ¿Estás segura que te gusto? —
— Sip —
— ¿No es sólo atracción momentanea? —
— Mm, nop, estoy 100% segura de que te quiero —
— ¿De verdad? —
— Park ChaeYoung, ¿Qué tengo que hacer para que estés segura de mis sentimientos? ¿Quieres que se lo diga a todo el mundo? Bien, lo haré —
La mayor partió a la sala de estar donde sus dos amigas se encontraban acurrucadas en un profundo sueño, al parecer también les había aburrido la película. Sonrió al verlas de ese modo ya que le pareció algo muy tierno, no dudo ni un segundo más y tomó una fotografía de ambas.
— ¿Qué estabas por hacer? —
— ¡Oh! Lo había olvidado —tras oír las palabras dichas por su amada Jennie caminó hasta el balcón del apartamento, para luego gritar a todo pulmón:
— ¡TODO SEÚL PRESTE ATENCIÓN! ¡AMO A PARK CHAEYOUNG CON TODOS LOS CENTÍMETROS DE MI CUERPO! aunque no sean muchos..¡PERO AÚN ASÍ LA AMO!—la miró— Te amo Rosie, como no tienes idea..—
—..Haces que diga cosas que ni yo sabía que era capaz de decir, haces de mis mañanas más alegres con tus mensajes. Y tu sonrisa —tomó sus manos plantando un casto beso en ellas— Es lo más bonito que pude haber visto en toda mi vida —
— Jennie, creo que si quiero ser tu novia —
— Crees? —
ChaeYoung negó meneando la cabeza a ambos lados, lo que provocó que lágrimas casi invisibles salieran disparadas de sus ojos. No estaba llorando, sólo estaba demasiado emocionada.
Emocionada y ansiosa en realidad. Tenía el presentimiento de que cosas alucinantes le esperarían en el futuro, las personalidades de ambas chicas combinaban perfectamente.
De repente recordó algo que su mejor amiga le había dicho; "¿No te das cuenta? Están hechas la una para la otra. Ella es explosiva y tú demasiado tranquila, ustedes se complementan"— Estoy muy segura, quiero ser tu novia —.
El marcador de segundos en el reloj de la casa no llegó a dar una vuelta completa cuando la jóven pareja confirmó su amor con un beso.
Después de mucho tiempo ChaeYoung volvió a sentir las mariposas revoloteando en su estómago, el cual cosquilleaba tanto que no pudo evitar pensar que en cualquier momento las criaturas aladas desplegarían vuelo a lo más alto del cielo.
Jennie sintió lo mismo (aunque algo confundida, ya que no sabía si el hormigueo se debía a las ganas acumuladas de ir al baño o a las mariposas en sí), su corazón latía fuertemente contra su pecho mientras un escalofrío recorría toda su espina dorsal. El sentimiento era tan real que podría jurar oír a cupido suspirar cual adolescente encantado por la escena.Finalmente sus labios se alejaron con el deseo de unirse otra vez. Sus ojos aún permanecían cerrados, la cintura de ChaeYoung estaba aprisionada entre los brazos de Jennie, mientras que en los hombros de la misma reposaban las manos de la menor.
Se encontraban en completo silencio puesto que el momento no ameritaba palabra alguna, los sentimientos a flor de piel hablaban por si solos.Esa tarde no se separaron en ningún momento: le dieron la noticia a sus amigas, sin embargo estas no tuvieron reacción alguna puesto que sabían como iban a terminar.
Y así pasaron días, meses y años en los cuales el amor de ambas se intensificaba con cada segundo que pasaba.
Rentaron un apartamento pequeño sólo para ellas dos, terminaron la universidad (Jennie antes que ChaeYoung) y adoptaron un cachorro.
Si bien tenían peleas ellas no lo consideraban la gran cosa, en cambio, se buscaban continuamente pidiendo perdón y dejando el orgullo de lado.
Chae fue la primera en conseguir trabajo, sin embargo a Jennie le costó un poco más de lo imaginado. Pero nada que no pudieran manejar juntas.De repente sus vidas se habían vuelto color de rosa, todo iba marchando a la perfección. Tal y como en un cuento de hadas, vivieron felices por siempre.
Al menos antes de que, lo que pensarían que eran unas insignificantes palabras, arruinarían esa enorme felicidad.
Fin...
...tal vez.