Capítulo 13

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YOONGI

La pregunta me pilla desprevenido.

Pero no estoy en mi mejor momento y veo que Jimin tampoco así que asiento y le hago una seña con la cabeza para que me siga hasta la moto. Mientras caminamos, no puedo evitar pensar en que me siento incómodo, incómodo con Jimin, y en el hecho de que nunca lo había visto de esa manera.

Sin decir palabra, le cedo el casco, me subo a la moto y me espero a que Jimin suba detrás de mí. Y lo hace, pero se queda un poco separado de mí y me sujeta sin mucha fuerza, sin terminar de pegar su cuerpo con el mío.

-Agárrate - le pido.

-Estoy bien - dice él únicamente.

Yo suspiro, ladeo la cabeza y arranco de golpe. Jimin chilla y se agarra a mí con fuerza, pegando nuestros cuerpos completamente y dándome un pequeño golpe con el casco en la cabeza.

-¡Lo siento! - Grita él.

-Da igual - digo yo, aunque no estoy muy seguro de que él pueda oírlo.

El trayecto es, cuanto menos, incómodo, pero peor es la llegada. En cuanto aparco, enfrente de la puerta de la gasolinera, Jimin se apresura a bajarse de la moto y a quitarse el casco. Después me lo tiende, evitando mi mirada, y aprovecha para separarse de mí mientras yo lo guardo.

Suspiro y camino tranquilamente, tomándome mi tiempo, para entrar al interior de la tienda, sin prestarle atención a él, que me sigue en silencio. Nada más entrar, escucho la voz de Namjoon en la trastienda y supongo que estará hablando con alguien por teléfono.

-¡Joder, Hoseok, llevo días diciéndotelo y tú no me crees! ¡No te estoy mintiendo, las cosas no son así! ¡Si no te dije nada fue porque realmente no había nada que contar! ¡Ella no...!

En ese momento Namjoon se gira y se queda mirándonos, quieto, sin decir nada, mientras todos escuchamos a Hoseok gritar y llorar al otro lado de la línea, aunque, al menos yo, no entiendo nada de lo que dice. Namjoon entonces reacciona y se encierra en su cuarto. Yo tomo asiento en el sofá y ni siquiera miro a Jimin, aunque veo por el rabillo del ojo que permanece de pie, en el sitio.

Hay silencio y me gustaría romperlo, pero no. Desde hace días siento que me he distanciado de Jimin, muchísimo, y cada vez está más raro y, bueno, lo de hoy ya me deja claro que hay algo que no está bien. Sé que no he actuado bien, pero pensaba que después de tanto tiempo conociendo esta parte de mí, podía llegar a comprenderlo. Pero se ve que no. Y por esto, Namjoon, no se lo podía contar desde el principio. Aunque, quizá hubiera sido mejor que saliera corriendo a la primera de cambio. Sí... Quizá hubiera sido mejor...

Entonces, Namjoon sale de su habitación mirándonos con confusión. Después mira a Jimin con pena, haciéndole apartar la mirada por la vergüenza, y después me mira a mí, frunciendo el ceño. Cómo no; el culpable aquí siempre soy yo.

-Le he traído porque quería hablar contigo - explico con indiferencia, fingiendo que la situación no podría importarme menos.

Namjoon mira inmediatamente a Jimin, más confuso todavía, y él asiente ligeramente en silencio. Mi amigo vuelve a mirarme pero yo lo ignoro, centrándome en buscar mi tabaco y el mechero por mis bolsillos. Él suspira y entonces señala a su habitación.

-¿Pasamos y me cuentas?

Jimin asiente y le sigue. Cuando la puerta se cierra, creando esa especie de barrera entre nosotros o, mejor dicho, haciéndola crecer, siento que me ahogo, que no puedo estar más aquí. Así que salgo rápidamente a la calle, quizá con más rabia de la que debería, y me enciendo el cigarro para intentar calmarme.

Promise | yoonminWhere stories live. Discover now