CAPÍTULO 4

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Logre salir del lugar esquivando a gente. Me dispuse a caminar como si nada pasara, iba en busca de Charly 'que estúpida verdad? No se como estamos en el mismo cuerpo.' De repente una fuerza tiró de mi y me arrastró hasta un callejón. La persona que estaba detrás de eso me colocó en la pared, no quería abrir los ojos. Me iban a hacer daño, estaba segura. Pero, ese olor.... No puede ser.
-¿Porque has salido corriendo Lyss?.-
-¿Porque no te cansas de perseguirme Demon?.-
-Tengo que cuidar de ti, eres la hermana de mi mejor amiga, es como si fueras mi hermana.- No joder, no digas eso...
-Pues deja de meterte en mi vida joder. ¿No ves que no te quiero cerca? Eres un pesado, soy mayor de edad, legalmente puedo hacer lo que me plazca.-
-Solo tienes 19 años cañija.-
-Hablo el que sólo tiene 20.- No quería mirarle así que estaba mirando a un lado. Veía a la gente salir del resto de discotecas, ya debía ser hora de irse.
Uno de sus dedos se posicionó en mi mandíbula elvandola y direccionandola hasta que quedamos frente a frente. Posicionó su antebrazo en la pared quedando su cara a sólo unos centímetros de la mia.
-Mirame.-
No me salía la voz
-¿P-porque debería ha-a-cerlo?.- 'Me haces parecer tartamuda Lyss, comportate.'
-Porque yo no puedo evitar mirar esos tremendos ojos verdes.-
-Son iguales que los tuyos Demon, no me vengas con esas.- 'Ahora eres una chunga. Estas mal de la cabeza tia.'
-Voy a besarte.- ¿Que acaba de decir? NO NO NO y mil veces NO
- Está bien.- ¿Yo he dicho eso? 'Después de esto no volveremos a beber jamás.'
Le mire a esos ojos penetrantes. Se acercó lentamente a mi, podía sentir su aliento en mi boca. Estaba punto de dar el paso.
- Que te lo has creído chulo.- lo abofeteé y salí corriendo.
Oli, Tamy y los demás ya estaban en la puerta, así que le dije a mi hermana que tomaría la delantera y les esperaría en el tren.
El camino a casa fue corto, fui todo el tiempo dormida. Al llegar me desplome en mi casa y comencé a llorar. No sabía muy bien cuál era la razón de ese llanto, pero no podía parar. Supongo que era por haber estado guardado en un rincón toda la noche, en algún momento tenía que salir.
Así, llorando y aún con la ropa puesta me entregué en los brazos de Morfeo.

DEMON. Lo Complicado Es Enamorarse. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora