CAPÍTULO 1

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Llovía. Juro que no podía sentirlo. Ni las gotas de lluvia , ni el frío, ni mis pies  mojados. Deje de sentir en el momento que Ron, me dejó con el corazón hecho mil pedazos. No habíamos roto pero eso era muchísimo peor.
La verdad es que todo había comenzado mucho antes. Hacía mucho tiempo que no estábamos bien, pero ahora todo se había destruido. Fue el principio del fin.
Aquella tarde fui a su casa con la intención de estar con el toda la tarde antes de salir por la noche con Oli, mi hermana.
Llegue, y para no variar estaba jugando con la consola. Después de dos años juntos no me sorprendía que ni se enterara que había cruzado la puerta. Le bese la mejilla aunque la pared habría respondido mejor. Me pasé la tarde oyendo improperios hacia otros jugadores. Yo leía y hacía que no me importaba que me ignorara completamente. Hacia mucho tiempo que yo no importaba si no tenía píxeles o botones. En el fondo ansiaba que me mirara y se diera cuenta de que nada iba bien.
Cada vez estaba más cerca la hora de irme y el seguía, a pesar de mi insistencia respecto a que me escuchara un segundo. Pero nada... siempre era lo mismo. Me estaba poniendo el abrigo mientras el me decía adiós con un ligero movimiento de cabeza.
"¿En serio no piensa acompañarte? Este tío es tonto" pensaba la parte de mi que aún no había conseguido apagar ese intento de Homer Simpson. Al despedirme de su madre, me dijo que no podía irme sola, fue a la habitación de Ron y le obligó a dejar eso y bajar conmigo. Yo salí corriendo sin dar ninguna explicación. Me caían lágrimas que ya tenía por costumbre soltar. Baje a toda velocidad pero el me alcanzó cuando cruce el umbral del portal.
-No te pongas así tonta- tubo la cara de decirme - Es que no había acabado la partida.
Según salió su última palabra le di un puñetazo con todas mis fuerzas en el pecho. Llevaba aguantando esa rabia mucho tiempo, necesitaba soltarla.
Me arrepentí al instante.
- Lo siento...- apenas se me oyó.
Entonces el se dio media vuelta para irse, lo seguí.
- Por favor no te vayas, a sido sin querer, estoy muy enfadada y prácticamente a sido un acto reflejo. Lo siento muchísimo no sabes lo que me arrepien....-
De pronto una fuerza que no me esperaba me empujó del pecho y acabe con el culo estrellado en el suelo.
-¡VETE!
No sabía que hacer, el se marchó. Me quedé sentada no sabía si había empezado a llover o estaba llorando. Supongo que las dos cosas. No podía moverme. No podía asimilar lo que acababa de pasar.
No se de donde saqué las fuerzas para levantarme y andar hasta casa de Nana donde había quedado con Oli y su amiga Tamy para prepararnos.
Sabía que estaba empapada porque todos los reflejos en los que me miraba lo confirmaban, pero yo no lo sentía.

Y ahí estaba yo, estática, frente al portal de Nana con la mirada perdida, sin sabe que hacer. Vi la luz del portal encenderse y segundos después la puerta se abrió.
-¡Lyss cariño! ¡¿ Qué haces así?! ¿Qué ha pasado? ¿Estas bien?-
Me lancé a sus brazos, como cuando era pequeña. Empecé a llorar como nunca antes y poco a poco fuimos subiendo las escaleras hasta que llegamos, me seco, me peino, me dio un café caliente. Yo no me movía, sólo podía oírme llorar por dentro.
Por suerte Oli y Tamy aún no habían llegado, mi abuela Nana me dijo que pasará lo que pasará se lo podía contar y que no merecía la pena estar así.
Estuve una hora más llorando pero llegado cierto punto me plante.
Me di una ducha rápida y me empecé a preparar. Llevaba muchísimo tiempo bajo el ala de Ron, no me iba a permitir seguir así. Me he prohibido llorar o sufrir. Iba a salir con Oli y a pasarmelo como nunca.

DEMON. Lo Complicado Es Enamorarse. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora