La Venganza Es Una Perra

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- No es el momento de lamentarse. Ya habrá tiempo de llorarle después… O morir. – Se dijo a sí mismo.

Evan está en su habitación matrimonial. Recién había concluido la recepción post funeral de su esposa Trish y debía empacar sus cosas para donarlas a la caridad y seleccionar lo que iba a conservar como recuerdos.

La habitación se sentía fría y vacía. En ese preciso momento lo asaltó la terrible verdad que su mente se negaba a reconocer: su esposa no volvería a esa habitación nunca más.

Siendo el menor de dos hijos de un matrimonio conformado por un Coronel retirado del ejército y una profesora de escuela primaria, fue educado de forma estricta pero cariñosa. Su padre deseaba que ambos hijos siguieran sus pasos e ingresaran a academias militares, por ello, les impuso un régimen de acondicionamiento físico, uso de armas de fuego y defensa personal en aras de prepararlos para un eventual ingreso a las filas castrenses.

Pero Evan nunca se interesó en esos menesteres. Aunque se consideraba a sí mismo pacifista, cumplía con el régimen impuesto por su padre por dos motivos: el acondicionamiento físico beneficioso para su salud y la defensa personal para defensa personal en caso de necesitarlo. El uso de armas de fuego le importaba poco, porque estaba en contra de ellas. Sin importar sus creencias, al cumplir veintiún años de edad, su padre le regaló una pistola 9 mm Pietro Beretta modelo 92 con cargador de quince balas 9 x 19 Parabellum. Agradeciendo el gesto de forma fingida, guardó la pistola en una pequeña caja de seguridad en su habitación y la condenó al olvido.

Aunque amaba a su padre, no comulgaba con la filosofía de vida que éste llevaba, pues le parecían violentas  y de carácter desconfiado para con las demás personas. Su padre afirmaba (al igual que Maquiavelo) que el ser humano es malvado por naturaleza y que es capaz de traicionar a otro ser humano, por un pedazo de pan, algo de dinero, o incluso, por mera envidia. Contrario a su padre, Evan creía firmemente que el ser humano era bondadoso por naturaleza, pero que la necesidad los obligaba a realizar actos ruines en aras de sobrevivir… ¡Qué equivocado estaba!.

Cierta ocasión, su padre, al calor de los espirituosos tragos de bourbón, le detalló métodos de tortura que se les realizaban a los prisioneros de guerra. En ese momento, Evan se sintió asqueado, pero ahora lo encontraba sumamente interesante, dadas las circunstancias. Dichos métodos de tortura iban desde lo clásico, como aplicar corriente eléctrica en los testículos, arrancar uñas de las manos con unas pinzas o utilizar cera caliente en partes blandas, hasta lo más sádico que incluía colocar un pedazo de tela en la cara del prisionero y verter agua en dicho pedazo de tela para ahogarlos, perforar los globos oculares con un alfiler o arrancar los pezones con unas pinzas y colocar sal en la carne viva, entre otras atrocidades. Todo aquello relatado con lujo de detalle.

Había conocido a Trish en su último año de universidad, cuando coincidieron en algunas asignaturas comunes. Fueron cuatro años de noviazgo antes de la gran proposición, que se realizó en una tertulia íntima en presencia de algunos familiares y amigos. Recién habían cumplido tres años de feliz matrimonio y habían acordado la llegada de su primogénito, que nunca se dio.

Aquel fatídico día, ambos se levantaron a las 6:00 am como de costumbre. Tomaron un desayuno ligero consistente en huevos revueltos, jugo de naranja, leche y un par de tostadas. Terminado el desayuno, cepillaron sus dientes, se dieron rápido, pero tierno beso y pusieron en marcha sus autos con destino a sus respectivos empleos. La avenida principal que siempre tomaba Trish para llegar a su trabajo se encontraba cerrada esa mañana, dado que la estaban remozando, así que tuvo que hacer un desvío por un callejón solitario. En dicho callejón, un hombre le marcó el alto, mientras que un cómplice le apuntaba con un arma a través de la ventanilla. Huelga decir que la despojaron de todas sus pertenencias y procedían a llevarse su auto, cuando uno de los hombres musitó que no podían dejar testigos. El otro asaltante asintió y accionó su arma, disparándole a Trish en la cabeza. Rápidamente ambos hombres se dieron a la fuga, abandonando el auto unas calles más adelante, en un taller de autos chatarra. Según la policía, no hubo testigos, y si los hubo, se negaban a hablar.

Hace un par de años que el Coronel había fallecido y su hermano se encontraba fuera del país en servicio, así que no contaba con prácticamente ninguna ayuda, pero poco le importaba, pues tampoco quería involucrar a nadie. Dicen que la venganza es una perra que te cobra con creces la violencia ejercida, pero importa poco o nada, cuando un hombre ha decidido descender hasta el mismo infierno con tal de obtener retribución y huelga decir que Evan no se iba a detener hasta obtenerla.

Evan ya tenía un plan. Tomaría su arma, un par de herramientas de su cochera, algo de efectivo que tenía guardado en casa, unas tabletas de Rohypnol (droga de la violación) que consiguió ilegalmente y saldría a las calles al amparo de la noche en busca de retribución por la paz y felicidad que le habían arrebatado. Su primera parada sería un bar de mala muerte localizado cerca de la escena del crimen, conocido por ser punto de reunión de malvivientes y ex presidiarios. Allí comenzaría la búsqueda de pistas y pagos por información. La paciencia es su mejor virtud de Evan y le sacaría provecho. La ventaja táctica que supone un barrio violento y pobre, es la facilidad de obtención de información, ya sea por soborno, ya sea por tortura en un predio o edificio abandonado, lejos de ojos indiscretos.

Terminando la selección de pertenencias de su esposa, fue hasta el armario y sacó la pequeña caja de seguridad que tenía bastante tiempo de no abrir. Sacó la Beretta, le limpió todos los mecanismos de manera concienzuda, tomó una caja de balas que compró recientemente y se sentó a esperar la noche.

Al día siguiente el diario matutino reporto la aparición de un cuerpo horriblemente mutilado y con claros signos de tortura brutal. El cuerpo fue localizado a unas cuantas calles de un bar de mala muerte.

El conteo de cadáveres apenas comienza…

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2019 ⏰

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