Utopía

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Dedicado a @alexadesabido, porque es su favorito y porque tuve que quitar el primero que le había dedicado. Espero que esta dedicatoria sea mejor que la anterior ❤️

Me encuentro en la puerta de acceso a la prisión de Sing Sing. Mentiría si dijera que no estoy nervioso por entrevistar a mi primer "paciente", un ingeniero de 52 años de edad, de nombre James Randolph. Se le acusa de haber asesinado a 6 personas y haber cometido actos de canibalismo.

Me he graduado recién de Médico Psiquiatra en Johns Hopkins y mi deseo es conocer la crudeza de la psique humana, de personas complejas. No me interesan los casos de señoras adineradas de 40 años de edad, cuya preocupación recurrente es su "depresión" por no haber conseguido el vestido Channel más reciente, o porque su café favorito de Starbucks fue descontinuado. No, a mi me interesa todo ese mundo de los asesinos seriales, pues siento que falta ese "elemento unificante" que los hace actuar de esa manera. Si, la unidad de conducta del FBI cree que ese elemento es el maltrato animal (Ed Gein nunca maltrató a ninguno, fuera de sus actividades en la granja familiar). También dicen que es el abandono familiar o abuso sexual (Ted Bundy nunca sufrió de alguno de esos elementos). Por favor... Pónganse de acuerdo, no puedes esperar hacer una lista de 20 características y decir que algún asesino serial se ajusta en tres, cinco o diez. La psicología y psiquiatría es un campo virtualmente inexplorado, así que es poco conveniente formular leyes de comportamiento, pero al final del día, es mi opinión personal.

Procedo a adentrarme en el primer punto de revisión. El guardia, de complexión hosca y con una pasmosidad casi exasperante, me pide mis datos personales para el registro de visitantes. Me indica que proceda al siguiente punto de revisión. En el segundo punto, otro oficial, de raza negra, 1.90 m de estatura y unos 100 kg de peso, me indica que tengo que dejar cualquier objeto afilado o que pueda ser usado como arma. Dejo casi todas mis pertenencias en una charola de plástico y el oficial procede a hacer un cacheo a mi persona, en busca de algún objeto de contrabando. Cuando se encontró satisfecho con el cacheo, me permitió el acceso a una puerta de reja, que lanzó un chillido sordo antes de abrir (tal como en las películas). Apuro el paso para llegar al área de visitas que se me ha designando para la entrevista, con una inusual mezcla de emociones: Excitación, un poco de miedo y posiblemente hasta un poco de ansiedad, tanto, que casi olvido que un supervisor de guardias me acompaña. Tomo asiento mientras que espero a que los guardias traigan a Randolph a la habitación.

Ante mi, se presenta escoltado por dos guardias fornidos y armados, un hombre de 1.80 m y unos 85 kg de peso de pelo canoso y mirada severa. Camina con el garbo típico de un ingeniero (es famoso su egocentrismo, que casi parece cliché). Mientras toma asiento, los dos guardias toman su posición detrás de él a una distancia no mayor a cuatro metros, con las armas listas por si el reo quisiese intentar algún ataque. El supervisor de guardias le quita las esposas y procede a retirarse, no sin antes decirme que si necesito algo, se lo pida a los guardias que quedan dentro de la habitación en custodia. Extraigo mi Block de notas y un lapicero para tomar notas, listo para iniciar la conversación.

- Buenas tardes señor Randolph. Mi nombre es Hugh Clemens y soy Psiquiatra. Estoy aquí para platicar con usted sobre los cargos de los que se le acusa.

- Suena más como abogado que como psiquiatra - espetó.

- Perdón, creo que no me expresé correctamente, estoy aquí para platicar con usted sobre los cuerpos que fueron encontrados en su propiedad...

- Vea las noticias allí encontrará los detalles.

- Concretamente- reviré - Quiero conocer los motivos que lo llevaron a cometer tal atrocidad.

- Atrocidad... - rió - Así que viene preguntando lo mismo que aquellos estúpidos agentes del FBI.

- ¿Ya hablaron con usted?.

El Oscuro InsomneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora