Encuentro súbito

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Algunos años después, la chica de fuerte carácter se encontraba culminando sus estudios de Negocios Internacionales en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, cursaba su último ciclo y en sus últimos días.

Se aprontaba su graduación y eso significaba que debía apresurarse con algunos detalles para la ocasión, como su discurso, peinado y vestido, que si bien se apreciaría muy poco, por el uso de la toga característico de estas ceremonias, pero igual quería estar preparada y bella para cualquier situación.

Eran ya casi las 4:30 pm., por lo que se encontraba esperando a Anita, su ahora mejor amiga con la que pasaba gran parte de su tiempo libre, ya que Julián y Rodrigo como tenían pareja se les "dificultaba" pasar tanto tiempo con ella como antes, sobre todo por sus para nada "celosas" parejas.

Anita llegó, mientras se encontraba sumergida en sus recuerdos, y tras ello partieron al centro comercial más cercano, pero que estaba muy bien complementado.

Estuvieron paseando por el centro por casi una hora; la chica de fuerte carácter era de gustos muy peculiares. Hasta que encontró el lugar perfecto. Su rostro se iluminó.

- Por fin... Ya me estaban empezando a doler los pies de tanto caminar. Bien que Rodrigo tenía razón.

- Anita, sabes que soy así, no puedo escoger así no más; lo que uso debe representarme, sino sería una inversión en vano. Pero bueno, ya puedes descansar en este asiento que de aquí escogeré algo. (Dijo Fabiana a su amiga, mientras la dirigía a un confortable asiento que la tienda tenía).

Tras ello, empezó su búsqueda; encontró muchos vestidos que le agradaron, pero aun no el que le encantaría, el que la enamoraría y caería a sus pies con solo verlo.

Estaba a punto de rendirse y optar por uno de los que le habían agradado, mas que todo por su amiga y por la hora, la había hecho caminar demasiado y era consciente de ello, y el cielo ya se estaba oscureciendo por lo que debía ser entre las 7 y 8 de la noche; cuando a lo lejos divisó su vestido, el que esperaba y cumplía todas sus espectativas.

- Ese quiero (susurro para sí misma y tras ello avanzó hacia aquel a grandes pasos por si alguien quisiera entrometerse en su camino y arrebatarle su anhelado vestido).

Llegó y lo tomó, lo revisó y cuando se disponía a probárselo en el probador (valga la redundancia) fue interrumpida por un joven irreconocible en ese momento.

- Señorita, ¿necesita ayuda? ¿le interesa ese vestido? Es uno de los más bellos de la tienda, se nota que tiene buenos gustos.

- Ah... hola, está todo bien; no necesito ayuda, gracias; solo me dirigía al probador.

- Oh... OK, cualquier consulta me la hace saber, trabajo en esta tienda. Soy Park Jimin (dijo sonriente y extendiendo su mano)

- ¿Park Jimin? - Analizó el nombre y entonces recordó) - ¿Eres tú el chico con quien estudié la secundaria? (Dijo mas que preguntando, sorprendida).

- ¿Nos conocemos?

- Claro, me hiciste un roche total en el salón en la clase de arte para no presentar el proyecto a dúo (hace una pausa) ¿recuerdas?

El rubio joven pensó por un momento, tratando de volver a su pasado y recordar ese acontecimiento, hasta que lo logró. Qué vergonzoso momento era el que estaba pasando, en aquella oportunidad se había comportado como un inmaduro y engreído total; y nunca pasó por su cabeza el volverse a encontrar con aquella chica.

- Eh... ¿Creo que me estás confundiendo con alguien más? (Dijo tratando de escapar de aquella situación)

- No intentes engañarme que no te sale bien, como siempre.

- Em... Lo siento, esa vez me comporté como todo un bebé. (Dijo rascándose la cabeza).

- Um... bueno, ya pasó, me da igual. Ahora me retiro al probador, gracias (y se va).

Lo , lo , me he demorado demasiado en subir el nuevo capítulo, se me está haciendo cada vez más complicado; el tiempo es lo que más me falta, ojalá existiera el salón del tiempo de DB para hacer todo lo que quiero y tengo pendiente realizar, pero no llego.

Mi dulce terrible dolor de cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora