Capítulo 1

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¿No sientes que cuando lees Potter y Malfoy, enseguida piensas en Harry y Draco? ;)

⚠️Advertencia: Mucho ¡Demasiado! Fuera de personajes (OCC)

〰Disfruta esta mini historia〰
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Los eventos que transcurren, los sucesos ocasionales y lo predestinado, pueden tornarse en ocasiones irónicos e inclusive burlones ante los acontecimientos que están por venir; Pues... contrario a las leyendas que a veces se crean, la monotonía puede llamar mucho más la atención.

Retomemos la "ironía" pues fue precisamente ésta la que provocó que el destino se encargara de hacer que los descendientes del elegido de la profecía y el mortífago desertor, compartieran la historia que sus padres no lograron obtener.

En el momento que Albus Potter estuvo sentado frente al gran comedor, con el sombrero seleccionador sobre su cabeza, su destino quedó sellado.

- indudablemente ¡Gryffindor!

Declaró el sombrero seleccionador con una voz estruendosa que retumbó en lo profundo del salón generando sorpresa y decepción ante la expectativa en más de uno de los estudiantes, puesto que varios creyeron que, al igual que con su padre, el sombrero dudaría dónde colocar al joven Potter.

- Tienes la valentía y determinación de tu padre- prosiguió el sombrero- mas esa calma y nobleza de tu madre es lo que te llevará realmente a sobresalir.

Sin un palabra, Albus asintió en un gesto de agradecimiento antes de levantarse y acercarse a la mesa de los Gryffindor, los cuales lo recibieron con una amplia sonrisa. Tener al hijo del gran Harry Potter en su casa, podría considerarse más que un honor.

Sentándose al lado de su hermano James, Rosie lo codeó traviesa felicitándolo con una gran sonrisa y comentando la suerte que tuvieron al quedar en la misma casa.

Lentamente, con la disciplina característica de Hogwarts, los estudiantes fueron asignados uno a uno a sus diversas casas, los aplausos y las variadas sonrisas se hacían presentes cada pocos minutos. No fue hasta que un joven de cabello rubio se acercó al sombrero, que nuevamente el ambiente cayó en un silencio cargado de anticipación.

Scorpius Malfoy se sentó tranquilamente en el pequeño taburete y, contrario a su padre, el sombrero permitió que lo colocaran sobre su rubia cabellera.

- Interesante- murmuró el sombrero seleccionador, haciendo que más de un estudiante se inclinara al borde de su asiento- una mente brillante y llena de recovecos intrigantes....

Ante las sutiles palabras, un gesto de arrogancia se dibujó en el rostro de Malfoy. Cruzando los brazos sin aparente interés, un susurro escapó de sus delgados labios quedando confidente entre el sombrero y él.

- No soy tan simple como mi padre

- ah - exclamó sonriente el sombrero- es lo que percibo. A pesar de eso, sin duda... ¡Slytherin!

- no esperaba otra cosa

Sin apartar de su rostro esa arrogante expresión, Scorpius se levantó y tranquilamente fue a posicionarse a la cabeza de Slytherin donde fue bien recibido por los demás.

Sus penetrantes ojos claros cayeron sobre la pequeña figura frente a él que le daba la espalda. Observó con atención cada detalle, lleno de esa característica curiosidad de los pequeños, antes que su sonrisa regresara dándole un encanto juguetón.

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