Cachorros (Jikook)|Omegaverse|[Adap.]

|°Capítulo 13°|

Luego de esa limpieza, su alfa lo esperaba afuera, algo preocupado pues no sabía lo que estaba pasando dentro de la habitación y para colmo no lo dejaban pasar.

-H-Hola -tartamudeó JungKook algo apenado.

-Kookie, ¿por qué tardaste tanto? -Jimin se acercó y tomó el rostro de su omega entre sus manos.

JungKook desvió la mirada sonrojado.

-¿Kookie? -preguntó de nuevo el castaño.

-Estoy bien -musitó con una sonrisa ladina un poco torcida. Se sentía manoseado con todo lo que su padre le hizo, sabía que no era de malas intenciones, y prefería dejarse llevar por el motivo que le dijeron, era mejor quitar todo el líquido o arriesgarse a que Jimin hiciera una locura.

-¿Entonces por qué ya no hueles como hace un momento? -acercó su nariz a su vientre, JungKook abrió los ojos sorprendido y movió su cabeza de un lado a otro verificando que no hubiera nadie.

-¡Ji-Jimin! Basta, alguien puede vernos -su enrojecimiento no podía pasar más de ahí o pronto pasaría a ser morado.

-¿Desde cuándo te preocupa que alguien pueda vernos en estas circunstancias? -frunció el ceño mientras cruzaba sus brazos.

-N-No es que m-me moleste -y vaya que no lo hacía-, es solo que ya somos grandes, no es lo mismo que me estés olfateando en esos lugares cuando estamos en público -balbuceó.

-Pero en la habitación tampoco me dejas... -Jimin estaba molesto.

-¡Me pongo nervioso! ¡N-No es que no me guste! -intentó gritar, mas al recordar lo apenado que estaba, no salieron más que simples titubeos.

-Como sea -espetó Jimin ignorando el comentario del otro.

-Jimin, por favor, no te enojes -los ojos de Jungkook se aguaron repentinamente, su omega se había mandado señales de alerta sobre el estado de Jimin, por lo que indicaba molestia. Todo el tema del celo, su corrida y la molestia del mayor ya era demasiado para un omega tan emocionalmente cambiante. Jugó con sus dedos y no dijo más nada.

-Basta, no quiero hablar de nada ahora, vámonos -habló con la voz de alfa, lo que quiso decir que Jungkook no pudo cuestionar tal decisión y solo caminó callado detrás de él con las lágrimas a punto de salirse.

Al llegar a la casa, Jimin fue rápido a la habitación para despojarse de sus ropajes; Jungkook, sin embargo, arrastró sus pies detrás de su alfa pero a diferencia de este, se escabulló en el baño, sin decir mera palabra.

-Jungkook, ¿tienes hambre? -todavía se le sentía ese peculiar tono de enojo en su voz.

-N-No... -se escuchó detrás de la puerta- gracias.

-Debes comer, no lo has hecho desde hoy al mediodía -insistió.

-No tengo ganas, por favor, no insistas.

Jimin no dijo nada. Se sentía culpable al tratar así a Jungkook, pues sabía que era muy sentimental y cualquier comentario, más si venía de él que es su alfa, le dolía. Como consecuencia de esto, el pelinegro se entristecía y su omega se la pasaba gimiendo de melancolía.

Su pecho se oprimió de repente. No quiso hablarle de esa manera tan brusca, solo que estos últimos días ha sentido la necesidad de estar restregándose contra Jungkook y luego de la charla de alfas, entendía el porqué. Pero no podía culparlo por sus necesidades biológicas cuando la diferencia de edad todavía es palpable. No sabría si ese tema le incomodaba o si solo lo dejaba sobrepasarse en ocasiones porque es su alfa y no puede negarle nada.