Just Love; UzuZen

Parte Uno.

Ah joder, maldita sea. Tenía que ser una puta broma que de todos los jodidos días justo hoy, hoy que era el primer día de clases, se le haya olvidado poner la puta alarma. Sí será idiota.

No podía llegar tarde, apostaba todo a que Nezuko lo mataría si lo hacía. Ya habían sido demasiadas veces las que la joven le había dicho que llegar tan tarde no estaba bien, pero Zenitsu amaba dormir y llegó un punto en que Nezuko se cansó. Le advirtió que si seguía con esa actitud irresponsable e ignorando sus consejos, lo mataría.

Por otro lado, Tanjiro sólo le sonreirá diciendole que le mandaría un mensaje en la tarde para recordarle poner la alarma e Inosuke solo le recordaría lo idiota que era, no sabia ni para qué se desgastaba en imaginarlo. Pero sólo bastaba de Nezuko para matarlo, de hecho la chica tenía la capacidad de matar a quien quisiera,y él de ningúna forma quería ser esa persona.

Ni siquiera tuvo tiempo de tomar algo para desayunar en el camino aún que sea, era un milagro que al menos estuviera presentable para la escuela.

Después de correr como un lunático, ya estaba cerca, solo a cinco minutos sí se iba por aquel maldito callejón, ese donde solía haber malandros todo el tiempo. Ahh maldición, tenía que pasar por aquel lugar.

Quienes solían estar ahí eran tipos de la escuela en su mayoría, de mayor grado según había escuchado, no iba a corroborarlo porque no le interesaba, al menos no cuando no tenía necesidad de pasar por ahí y podía darse el lujo de tomar el camino largo, pero esta no era la ocasión.

A la mierda, ya estaba ahí y probablemente estuvieran ya en la escuela toda esa bola de estúpidos.

Ajustó bien su mochila para simplemente pasar corriendo y que nadie se diera cuenta de que había estado ahí, y casi lo lograba maldición, pero un tipejo se interpuso en su camino para salir.

—¿A dónde vas con tanta prisa? —

El tipo era alto, demasiado alto. Y sobre todo era raro. Tenía el uniforme de la escuela, pero por debajo del saco que se utilizaba en las ocasiones formales llevaba una sudadera rojo oscuro. Cadenas colgaban de sus pantalones, y lo más raro del asunto estaba en su rostro. No sabía si era un tatuaje o maquillaje pero tenía una extraña figura roja en el ojo izquierdo, mientras que en la cabeza llevaba una extraña... ¿Banda? Solo el mismo tipo y dios sabrán que es esa cosa. Con tremendo bicho raro se había venido a topar.

Para terminar de mejorar la cosa, el tipo tenía una actitud y mirada tan altanera que quería asestarle una buena patada en la espinilla pero era un poco cobarde y ya era tarde.

—A la escuela, claramente —

—¿Y quién te dijo que podías pasar por aquí? —

La paciencia de Zenitsu no era demasiada, mucho menos en situaciones como esta.

—Deja de ser un idiota, y quitate. Este maldito callejón no te pertenece ni tienes ningún puto derecho a monopolizarlo. Ahora muevete que voy tarde, idiota —

Ciertamente Uzui Tengen jamás hubiera esperado que aquel díminuto, adorable y rubio chico pudiera tener tremenda boca y tan espantoso humor. Casi podía decir que se le habían ensombrecido los ojos y el ceño fruncido hacia evidente su fastidio. Uzui no estaba acostumbrado a que la gente le hablara de ese modo por su aspecto tan "extravagante". Claro que sucedía pero no con frecuencia y no de personas como aquel chico frente a él.

No dijo nada y el rubio quiso pasar a su lado pero detuvo su paso extendiendo su brazo frente a él.

—¡Ahg, no tengo tiempo para esto! —

Más rápido de lo que Uzui hubiera imaginado, el rubio pasó bajo su brazo y le dio un buen codazo en la costilla.

Se aseguró de darle en ese punto para que el idiota no fuera tras de él una vez que se escabullera, y gracias al cielo fue así. Preferia morir en manos del idiota ese a que fuera la hermosa Nezuko quien se encargará de darle fin sí llegaba tarde.