Encontrarte con vida | Fanfic Neuller

Capítulo 6: Firma y Confesión

Capítulo 6

La secretaria del juzgado civil estaba dando lectura al documento que acabaría con el matrimonio entre Lisa y Thomas Müller, leyendo clausula por clausula todo lo que previamente habían establecido, pero algo dentro de ambos se removía al estar juntos por última vez como matrimonio.

Lisa contenía el llanto, habían pasado dos meses desde que lo había intentado por última vez en la terapia de pareja, aun pensaba en qué había hecho mal o por qué no había sido suficiente para Thomas, aunque su sentido común le dijera que no debía culparse de nada ya que, al final del día, era una lucha de dos personas, y si una de ellas no quería seguir en la batalla, la guerra llegaba a su fin.

Thomas, por otra parte, se sentía mal consigo mismo por postergar tanto tiempo su decisión, por no hacer las cosas bien desde el principio, por seguir aparentando que era feliz en su matrimonio cuando por dentro se sentía solo, se sentía vacío, como si su complemento aun estuviera afuera esperando por él. Müller no comenzó con sus dudas el día que sintió algo diferente por Manuel, todos esos fantasmas ya venían acarreados del pasado, de sus primeros años de matrimonio, de su constante rutina que no le permitía disfrutar de lo que pensó sería para siempre. Pero tampoco se sentía completamente mal, sabía que ese divorcio sería el principio de una nueva oportunidad para la mujer que alguna vez amó con toda el alma, que se merecía alguien que la quisiera con la misma intensidad en la que ella se entregaba, y se sentía aliviado de dejar de ser tan egoísta como para tener ese amor que hace tiempo ya no correspondía de la misma forma.

Y después nos encontramos con Neuer, esperando en el estacionamiento de aquel edificio sin saber exactamente como sentirse, si feliz y aliviado por estar con Thomas siendo un hombre libre, quitarse el título de "amante" y por fin demostrar el amor que le tiene a su compañero sin miedo; o sentirse angustiado por los problemas que podrían surgir con un divorcio de por medio, con posibles acusaciones de infidelidad, de acoso de los medios al ser noticia debido a que serían la primer pareja publica dentro de un equipo, por la reacción del club, por la reacción de su familia, por cientos de cosas que invadían su mente y le provocaban ansiedad.

A pesar de todos los posibles escenarios catastróficos, Manuel sabía que estaría seguro si todo eso lo enfrentaba al lado de su... novio, ya no de su amante. El portero tenía la ilusión de que Thomas estaría junto a él ante todo y contra todo, compartiendo un futuro juntos en todos los aspectos, en todas las situaciones.

Manuel tenía muchos planes en mente para que Müller fuera feliz a su lado, sin tomar toda la situación demasiado rápido para ambos. Los planes conllevaban que el delantero aun no se mudara por completo al departamento de Neuer, sino que permaneciera un par de meses en el pequeño departamento que había alquilado después de que había hablado finalmente con Lisa sobre el divorcio. Por fin tendrían citas en público juntos, saldrían al parque, a comer o a cenar, a disfrutar de su noviazgo sin temor ni a ser descubiertos ni a ser juzgados por los demás.

—Señor Müller, necesito que firme aquí... y aquí... — dijo la secretaria al finalizar la lectura de aquel papel que acabaría de una vez con todas las mentiras que acarreaba. Thomas hizo caso sin inmutarse, agarró la pluma que yacía al costado del contrato y firmó donde le habían indicado.

Cuando llegó el turno de Lisa la mano le temblaba levemente, un nudo en la garganta se acumuló en su ser, y extendió su mano para firmar en donde le habían indicado.

Ese era el fin del matrimonio entre Thomas y Lisa Müller.

—Necesito que dejes de culparte por esto, sabes que nos estamos separando porque nuestras prioridades dejaron de encajar... — habló Müller una vez que la secretaria salió para expedir la copia certificada del documento.

—Estoy bien... estaré bien... — afirmó la mujer mientras limpiaba la lagrima que corría por su mejilla. —Solo sigo con la duda de quién es la otra persona... —.

—Por favor, deja de insistir en eso Lisa, no te pedí el divorcio por esa razón —.

—No me vengas con tonterías Thomas... ¿Crees que soy tonta? ¿Crees que nunca me di cuenta? Todas esas veces que en los viajes al extranjero por el club te quedabas una noche extra, o llegabas una noche antes... — reclamó Lisa por primera vez, dejando sorprendido a Müller. —Aunque aun no entiendo como los del club nunca se dieron cuenta, supongo que siempre la ocultaste muy bien como para que alguien te descubriera, pero... ¿Cómo lo hiciste? —.

—Lisa, en serio que no sé de qué estas... — empezó a excusarse el delantero, pero la mujer lo detuvo.

—Por favor Thomas, por respeto a ella y respeto a lo que alguna vez tuvimos, no la niegues... Es horrible sentirse como algo secundario, algo que no vale. Te lo estoy preguntando como tu amiga de toda la vida, y en nombre de la confianza que alguna vez me tuviste... dime su nombre, solo eso... — suplicó la mujer en su desesperación por encontrar un motivo para odiar a Müller, para sacarlo de su corazón definitivamente.

Thomas lo pensó, si bien es cierto que además de haber sido su esposa, era su mejor amiga y le tenía confianza, pero le daba miedo decirle un nombre de un chico, o peor aún, que supiera exactamente quién era aquel chico.

—No puedo Lisa... no aun... —.

—Entonces que triste será la vida de esta chica si ni siquiera puedes decir su nombre... — dicho esto, la mujer agarró sus cosas y abrió la puerta, pero detuvo su paso en cuanto escuchó la voz de su ahora ex marido.

—No puedo porque no es una mujer... — confesó finalmente Thomas ante Lisa sin impresionarla demasiado, pues tenía ligeras sospechas ante eso sobre los comentarios que alguna vez llego a hacer acerca de uno de sus compañeros de equipo... y entonces lo supo, atando cabos en su mente lo supo.

—¿Es Manuel? — preguntó Lisa, pero Müller no respondió. La secretaria regresó con la copia certificada para cada uno y en cuanto el documento estuvo en sus manos, Thomas salió del lugar sin despedirse de Lisa, temiendo que lo estuviera juzgando demasiado.

Neuer seguía sentado en el auto, esperando frente al volante que su amado regresara de aquel tramite tan pesado con el que había lidiado tanto tiempo, vagaba en su celular entre las noticias del día que surgían en el país e internacionalmente, saltando los artículos horribles sobre conflictos bélicos, manifestaciones que acabaron en tragedia, o atentados terroristas como el de España en plena zona de mayor tránsito, no quería leer cosas negativas, no ese día. De repente la puerta del copiloto se abrió, el delantero entró al auto acomodándose en el asiento y cerró con prisa.

—Adelante, vámonos...— anunció Müller ligeramente agitado.

—¿Pasa algo? ¿Por qué tanta prisa? — preguntó Manuel ante la inquietud de su novio.

—No, simplemente ya está hecho, ya tengo el acta de divorcio, ya no hay nada que hacer aquí... — Thomas contestó con la mirada perdida, pero en cuanto regresó a la realidad se dio cuenta en la forma en que Neuer lo miraba, y sabía que tendría que decirle la razón de su prisa por irse de ahí. —Lisa insistió en saber el nombre de mi amante, y le dije que era nombre de chico... no de chica...—.

—¿Tienes miedo al qué dirán? — cuestionó el portero con preocupación genuina, pues ese tema jamás lo habían hablado.

—No, no es eso... — Thomas hizo una pausa para tomar una bocanada de aire. —No había confesado mi orientación sexual con alguien que no fueras tú, Manuel —.

—¿Así que soy el primer hombre en tu vida que te hace confesarlo? — preguntó Neuer con la intención de aminorar la situación.

—Manuel... como si no supieras que eres mi primera vez en tantas cosas... —.

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Oficialmente entramos en la recta final de este pequeño fanfic que hago con tanto cariño

De verdad que gracias por sus visitas y por los votos, de verdad de aprecia demasiado

Me encanta aportar a este bello fandom con algo en español, y espero que los próximos capítulos que restan sean de su agrado

Nos estamos leyendo pronto

-AleexCarrera