Capítulo 11: La despedida

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Thomas yacía sobre la camilla de hospital sin poder conciliar el sueño, habían pasado unos días desde que había despertado del pequeño coma debido al accidente y no se acostumbraba a dormir completamente boca arriba sin moverse, pues hasta respirar le causaba una molestia en el pecho.

Además de eso, estar con una mascarilla gigante que cubría su boca y su nariz, y limitarse a hablar lo necesario hasta volver a acostumbrar al cuerpo a su respiración acelerada, hacía que toda esa situación fuera mil veces más incómoda.

Sin embargo, pese a todas las circunstancias por las que estaba pasando, en ningún momento se arrepentía del acto que hizo para poder salvar al hombre que tanto amaba, e incluso si Manuel nunca llegaba a perdonarlo, Müller podía vivir con la idea de que al menos la vida les había dado a ambos una segunda oportunidad de vivir.

Mientras contemplaba el techo de la habitación, esperando que regresara uno de sus compañeros de equipo que voluntariamente se había ofrecido a cuidarlo, vio como la sombra de la puerta se iluminaba, dejando ver que se había abierto y cerrado y alguien había entrado a la habitación, y el delantero cerró los ojos para disimular que estaba dormido.

—¿Thomas? — la dulce voz de Manuel hizo que Müller abriera los ojos abruptamente.

—Manuel... — contestó el delantero apenas audible.

—No por favor, no te esfuerces en hablar, recuerda lo que dijo el doctor... — dijo Neuer mientras caminaba acercándose lo suficiente como para que Thomas pudiera verlo. —Mira, ya puedo ponerme de pie... el doctor dice que no debo hacerlo por mucho tiempo, que aún no estoy recuperado completamente, pero quería venir a verte —.

Müller sonrió bajo la mascarilla. Habían sido pocas las veces que el portero había ido a visitarlo, y cuando lo hacía regularmente lo acompañaba Lewandowski o la mamá de Manuel, pero esta era la primera vez que lo hacía solo, y además tarde por la noche.

—¿Cómo estás? ¿Por qué no estas dormido? — preguntó Manuel. El delantero movió su mano para apuntar su cabeza con el dedo índice, y después apuntar hacia Neuer.

"Estaba pensando en ti" fue lo que quiso contestar Müller.

—¿Te doy dolores de cabeza y por eso no te dejo dormir? — rio Neuer por lo bajo, causando una pequeña risa también por parte de Thomas, la cual dolió levemente, haciendo que su rostro lo demostrara al hacer gestos. —Perdón, no debí hacerte reír...—.

El delantero negó suavemente con la cabeza, en realidad le encantaba la presencia de su amado, incluso si la risa que le provocaba dolía, valía la pena sufrir por él.

Y de repente la habitación se quedó en silencio, como si el tiempo se hubiera congelado y solo existieran ellos dos, mirándose fijamente con nostalgia, deseando que todo fuera diferente y pudieran estar juntos tranquilamente.

—Pregunté cómo iba tu recuperación y dicen que vas bastante bien para haber tenido tanto tiempo algo que literalmente te atravesaba el cuerpo... — Thomas contestó encogiendo los hombros ligeramente. —Creo que no te he dicho esto formalmente... gracias por salvarme, no sé qué me hubiera pasado si no hubieras ido a rescatarme...— confesó Neuer con dificultad ante el nudo en la garganta que se formaba en su ser.

Thomas extendió su mano para alcanzar la de Manuel, llevándola hacia su pecho aun vendado, poniéndole sobre su corazón.

—Te amo...— Thomas pronunció en un susurro.

Manuel sollozó, su corazón le pedía a gritos que dejara el pasado atrás y fuera capaz de darle rienda suelta al amor que sentía por su amado.

—También te amo Thomas... — una lagrima descendió por la mejilla del portero. — Pero no sé si soy capaz de perdonar todo, y no quisiera aceptar tus disculpas y más adelante darme cuenta de que aún vivo con resentimientos... creo que primero debo sanarme, debemos sanarnos... — explicó Neuer mientras se limpiaba las lágrimas.

—Te esperaré toda mi vida...— Müller susurró, sus ojos se cristalizaron al darse cuenta que ese podía ser el final de su relación con el portero.

—Lo sé, pero no sé si sea tiempo suficiente para sanar todo lo que me duele aun... — hubo una pausa eterna, Manuel peleaba con sus pensamientos al no saber qué hacer, una parte de él le pedía quedarse, y la otra le imploraba salir de ahí para dejar de hacerse daño.

Thomas no quiso soltar su mano, sabía que hacerlo significaba dejarlo ir y era lo que menos quería hacer. De nuevo sus miradas se conectaban, sus almas se unían por medio de su agarre y sus corazones deseaban estar uno junto al otro.

—Te prometo que trabajaré en mi resentimiento, pero necesito tiempo... y necesito alejarme de ti... — Neuer rompió el silencio. —Sé que tendremos que vernos de nuevo, pero tienes que entender que hasta que no sea obligatorio eso, necesito estar lejos de ti.... —.

Müller solo asintió ligeramente, resignándose a la idea de que no estaría junto a la persona que más amaba. Sin embargo, ninguno de los dos se soltaba del agarre que tenían, al contrario, sus manos se sujetaban con fuerza, como si sus cuerpos supieran que esa decisión no era lo que realmente deseaban.

Manuel no podía irse, no al menos hasta hacer algo que moría de ganas de probar una última vez. El portero llevó su mano libre hasta la mascarilla de Thomas, bajándola hacia su cuello, dejando libres los labios que tanto deseaba Neuer.

Müller respiraba con dificultad sin saber si era por la ausencia de la mascarilla o por la cercanía que poco a poco disminuía entre él y Neuer.

Manuel se agachó hasta Thomas, chocando su nariz con la del delantero, y ambos cerraron los ojos al sentir sus alientos tan cerca.

Sus labios se juntaron dejando escapar un suspiro doloroso de parte de Müller, disfrutando el contacto y el sabor que le producía los labios del portero. Duraron varios segundos así hasta que Manuel se atrevió a intensificar el beso, moviendo su lengua ligeramente contra la de Thomas, quien al sentir el deseo de su compañero llevó su mano libre a la mejilla del portero, aferrándose lo más que pudiera a ese momento.

Y de repente el aire faltó en el ambiente, haciendo que ambos se separaran del beso.

—Perdóname...— susurró Thomas mientras aun tenia cerca el rostro de su amado, y aun en contra de su voluntad, Manuel regresó la mascarilla de respiración a su lugar y se alejó de ahí, soltándose del agarre.

Thomas tomó una bocanada de aire sin importarle que esta acción le provocaba dolor, de todos modos, el ver como se marchaba el amor de su vida dolía más que la herida en su pecho.

Manuel salió de la habitación, cerró la puerta tras de él y se soltó a llorar.

—Te perdono...—.

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Este capitulo he decidido escribirlo para darles un final más concreto sobre lo que pasa por la mente de Manuel y hacerles ver que es un "final" bastante maduro y realista, no puede sanar una herida tan rapido.
Y la palabra "final" la pongo entre comillas porque he decidido darle continuación a la historia. Me agradó hacer este fanfic relativamente corto, así que he decidido hacer una segunda parte como precuela, es decir, todo lo que vivieron antes del punto en donde inició esta historia, involucrando cosas como su primer encuentro, su primer beso, y quizá su primera vez juntos
Quiero darme el tiempo de adelantar algunos capítulos de esta precuela, así que no pienso publicarla hasta tener ese avance primero yo, para evitarles de nuevo el dejarlos con la duda de qué pasaría por muchos meses como lo hice a principio de este año
Gracias por el apoyo, de verdad lo agradezco, y espero que nos leamos pronto <3

-AleexCarrera

Encontrarte con vida | Fanfic NeullerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora