La verdad sale a la luz

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Ranko caminaba en silencio aun pensando en toda la charla que tuvo con aquella anciana, todo lo que vi fue real pensaba la pelirroja, fue así que sin darse cuenta volvió al parque donde había perdido a Ryoga, se sentó en la banca mientras veía al frente sin tener en realidad nada en su mente, ¡al fin te encontré! Escucho una voz que conocía muy bien salir de los arbustos para ser seguido después de un segundo por la aparición de Ryoga,

Ryoga ¿donde te perdiste? te busque toda la tarde dijo desanimada la pelirroja, lo siento mucho algo llamo mi atención contesto distraídamente el colmilludo para luego sentarse a su lado y quedaron los dos jóvenes en silencio.

¿Pasó algo? estas muy pensativa, dijo después de unos minutos Ryoga.

Eso mismo podría preguntarte yo contesto la pelirroja, noto algo raro en ti

No es nada solo tengo algo en la cabeza eso es todo replico Ryoga,

Igual yo complemento pelirroja sin saber cómo seguir la conversación.

Pasaron unos minutos en silencio sin que ninguno de los integrantes de la pareja decidiera hablar, Se hace tarde es mejor que volvamos rompió finalmente el silencio la pelirroja. Sin contrariarla el colmilludo la siguió, fueron caminando en silencio de vuelta a la casa Tendo pero al llegar a ella pasaron de largo sin realmente decir nada al respecto y llegaron a la tienda de Ryoga.

¿Podría quedarme un momento? Pregunto tímidamente Ranko, Akane debe seguir furiosa y no tengo muchas ganas de volver, término mientras se frotaban el brazo.

Claro te entiendo respondió el colmilludo, yo tampoco quisiera volver en un tiempo después de lo ocurrido, al terminar de decir esto abrió la puerta de su tienda de campaña y ambos entraron pasando ahí unos minutos.

Tanto Ranko como Ryoga permanecían en silencio cada quien en su reflexión personal, por su parte Ranko no podía olvidar todo lo ocurrido en la tienda de esa vieja, aunque aún le costaba creer que todo eso paso, algo que no podía negar aunque quisiera hacerlo era el sentimiento hacia Ryoga que cada vez crecía más y más en su interior, al principio trataba de negarlo pero después del ejercicio que le pidió que hiciera la anciana no podía seguir ignorándolo.

¿Que puedo hacer? se decía en su cabeza la pelirroja mientras se abrazaba las piernas es imposible que sienta algo así por otro chico ¡siendo yo uno! se decía a modo de regaño personal entretanto a su mente volvía el recuerdo de su encuentro con la anciana, al mismo tiempo que pensaba esto volteo a ver a Ryoga que parecía tener sus propios problemas, los gestos en su rostro cambiaban de un momento a otro dando a conocer que tenía una pelea interna como ella.

¡Esto no puede seguir así!, soy Ranma saotome un guerrero de la categoría libre, no huiré como una chiquilla asustadiza se dijo a sí misma para darse valor de seguir con el plan que había trazado, una cosa era recordar los momentos con Ryoga mientras no esté él y otra muy distinta era lo que iba a hacer, eso sería la prueba definitiva que según él esperaba demostrar que esa vieja se equivocaba.

Armándose de todo el valor que pudo separo sus manos y lentamente fue dirigiéndola hacia la de Ryoga, la mano se Ranko temblaba ligeramente por los nervios mientras s e aceraba a su objetivo y su rostro se volvía casi del mismo color que su cabello más ella estaba decidida a probarse a sí misma que no existía ningún sentimiento hacia el colmilludo, mientras Ryoga estaba distraído en sus propios pensamientos una sensación cálida en su mano lo hizo volver a la realidad, confundido volteo a ver la causa de dicho calor y para su sorpresa vio que Ranko le había tomado de su mano y lo miraba directamente a sus ojos intentando con todas sus fuerzas mantener el contacto visual todo el momento, esta acción tan repentina había tomado al colmilludo con la guardia baja, la suave y cálida mano de la pelirroja apretaba delicadamente la mano de este, totalmente diferente a cualquier contacto que había tenido con cualquier chico o chica, mientras su mirada se deleitaba con la visión de la pelirroja viéndolo a los ojos, los ojos de ella parecían estar brillando llenos de vida y ternura mientras que el sonrojo de esta no hacía más que incrementar los deseos del colmilludo de abrazarla y tenerla lo más cerca posible de él.

decisiones [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora