- ¿Sabes? Estuve años imaginando en cómo sería volver a verte... En cómo te miraría, e intentaba imaginar si lo primero que pensaría sería en golpearte o en correr a abrazarte. Aunque jamás creí que realmente pasaría, y es que... Fuiste muy claro al irte. - se detuvo, sorviendo la nariz y aclarando la garganta en un intento de despejar la bruma de pensamientos que comenzaban a atormentarle la cabeza. Sentía su pecho colapsando, como si una fuerza externa hiciera presión inversa desde el diafragma, expandiéndole el torax, luchando por salir. Tenia el estomago revuelto, y le ardían los ojos a causa del llanto, además de sentir la garganta apretada en un nudo que parecía quemarle la laringe. - No se que decirte, y estoy seguro de que solo sigo hablando porque sé que no estas escuchandome realmente. Tengo miedo, Peter. Estoy aterrado. Siento que en cualquier momento mi corazón sólo va a detenerse y no podré decir esto que me ha estado acechando por años. Es que... Dios Bendito, ni siquiera sé como iniciar. Hay tanto que tienes que saber y que... Es que... Yo solo... Tengo miedo - Nuevamente se vio preso de su desesperación, cayendo en las garras de las lágrimas traicionera que se negaban a dejarlo en paz, dejo salir todo el aire que no sabía que estaba reteniendo. - aún no logro aceptar que despues de tantos años al fin te tengo aquí, de la mano... Aunque desearía que no hubiera sido de esta manera, contigo en una maldita camilla casi muerto... Jesús, la sola idea me revuelve el estómago... Y es que tenerte lejos es una cosa, pero intentar imaginar un mundo donde simplemente no existes... Sin ti... - más lágrimas se hacen presentes, bañando sus mejillas ante la simple mención de aquella posibilidad. Las quita bruscamente con la mano libre, negándose rotundamente a soltar el agarre que sostiene sobre la mano del chico. Respira profundo, intentando serenar sus emociones, pero la simple idea de perder para siempre a Peter lo enferma - Yo soy quien siempre lo arruina. He perdido mucho en mi vida, siempre por orgullo, por terquedad, por arrogancia... Aquella última navidad con mis padres, debí decirles que los quería, que eran buenos, no eran los mejores, pero que yo sabía que lo intentaban... Pero no, fui un imbécil y los dejé ir... Y no sabes como me he arrepentido cada día por ello. Tuve la oportunidad de despedirme, de hacerlo bien, y la desperdicié. Creí que había aprendido, que habia madurado, y entonces llegaste tú. Tú y tu sonrisa que parece querer comerse el mundo. Tú y tu parloteo incesante, como si tus pulmones jamás se quedaran sin aire. Tú, y tu manera de volverme loco. Y es que no se como pasó, un dia solo eras un chiquillo torpe al que necesitaba para darme una mano, y de pronto estabas aquí todo el tiempo. Invadiendo mi taller, mi cocina, incluso mi espacio personal... Llamando a las 2 a.m. porque estabas emocionado de haber logrado atrapar al malechor de turno. Siempre lleno de energía, con tanta ansiedad por saber, por descubrir. Tomando todo lo que encontrabas a tu paso, examinandolo y haciendo notas de como mejorarlo. Llegando una hora antes de lo acordado a cada evento que te invitaba, y yéndote cuando ya no quedaban autobuses de regreso porque estabas demasiado enfrascado en tus proyectos que no notaste que ya debías irte a casa. Viniendo en tus días libres para hacerme el desayuno y quitarme las botellas de whisky de la mano, reemplazandola con café y donas. Trayendo contigo esos apestosos sándwiches de atún que te encantaban. Ayudando a Rhodey con sus ejercicios de terapia, enseñandole a Visión sobre esas tontas películas de naves espaciales y espadas láser. Rogando por que te ayudara a construir tu propio sable de luz. - rió apenas, recordando las tardes de verano en el taller, con Peter insistiendo en colgarse desde el techo para mirar detenidamente los planos de su nueva invención cuando algo no estaba resultando según el plan, porque "Así la sangre llega mejor al cerebro, Sr. Stark, y funciona más rápido. Además le da una nueva perspectiva". Y es que mentiría si no dijera que después de que el chico se fue, Stark no tuvo el valor de mover absolutamente nada del escritorio que habia dispuesto para Peter, el que él chico se encargó de llenar de mapas, planos, libros y juguetes coleccionables de sus series y películas favoritas. Incluso aquel prototipo de sable de luz que casi destruye medio taller durante las pruebas de funcionamiento seguia allí. - Te odiaba por eso, por ser tan dulce, tan cálido, tan amable... Tan tú. Obligándome a dejar de beber, quitándome y escondiendo los cigarrillo, cocinando la cena y usando esas asquerosas verduras orgánicas... Evitando que comprara la cadena de Burger's King porque "comer hamburguesas todos los días es malo"... Odiaba tenerte cerca y que mi corazón se acelerara al escuchar tu risa. Pero más odiaba cuando no estabas y todo se sentía incorrecto sin ti aquí. Y es que me aterraba demasiado la idea... El simple echo de necesitarte y extrañarte me estaba desesperando tanto que como un idiota corrí de regreso a los brazos de Steve, porque era conocido, y seguro. Porque me ayudaba a no pensar en ti, en como moría por tenerte cerca un poco más. Y te alejé, demasiado asustado de lo que estaba sintiendo, y con demasiado miedo de ponerle un nombre a la necesitad desmedida de ti, de tu voz, tu risa, tus regaños, tus manías de hablar como no existiera mal en el mundo. No sabía que te quería hasta que ya no volviste. Creí que habia madurado y era mejor... Pero la unica verdad es que fuiste tu quien me hizo ser mejor.
Cuándo te fuiste... Pasé semanas sin poder bajar al taller porque sentarme alli, solo, entre tanto silencio... Me estaba volviendo loco, mirando tu escritorio y esperando por tu llegada cada tarde, vigilando constantemente la puerta aguardando a que en cualquier momento tu la cruzaras. Dejando la ventana abierta a la espera de que un día, estarías de pie en medio de la sala otra vez. Comencé a comprar comida real, y frutas y verduras... Con la esperanza de que serías tú quién las cocinaria en ese horrible caldo de vegetales que odiaba... Pero no volvías. Y el taller comenzó a empolvarse, y la comida a degradarse... Esto ya no era un hogar, aunque se volvió a llenar de personas, se sentía incluso más vacío que cuando no estaban. Porque faltabas tú. - una ultima lágrima rodo desde la comisura del ojo izquierdo, bajando por su pómulo, hasta desender a la mandíbula, cayendo finalmente sobre las manos unidas, muriendo sobre la piel lechosa de la extremidad del joven. - Te amaba, Peter, te amaba tanto que me aterraba. Me sentía sucio y enfermo de solo pensar en que eras un niño. Un niño demasiado puro y lleno de vida. Merecías más que a un viejo huraño, arrogante, engreído, con tanta mierda encima... Merecías una vida que conmigo jamás tendrías. Sabía que me querías, y porque te amo no podía permitir que te ensuciaras con mi basura. Te alejé, me escondí detras de una relación que era aun más enfermiza y retomé ese compromiso que jamás debió existir, con la esperanza de que estar de regreso en lo conocido me ayudaría a dejar de sentirme tan necesitado de ti. Te deje ir y jamás te busqué porque no era justo. Merecías más. Y no sabes como me arrepiento. Como desearía haber echo todo diferente. Pero triunfaste... Y sé que a pesar de todo lo que causé, fue lo correcto. Conmigo todo hubiera sido mil veces más oscuro, tu sólo lograste crear una vida maravillosa... Y estoy tan jodidamente orgulloso de ti. Se que no tengo derecho a sentirme así. Pero es imposible no hacerlo. Te amo, Peter Parker. Te he amado desde el primer día,y lo hare hasta mi último aliento... Y si existe vida después de eso, te seguiré amando allí. No sabes como lo siento por haberte herido, ni cómo me odio por haber sido tan cobarde. - abrió los ojos, sin saber cuando los había cerrado en primer lugar. Le ardían y sentía que podia desfallecer en cualquier momento, pero hizo su mejor esfuerzo en levantar la mirada para posarla en el cabello rizado tan rebelde y desprolijo como antaño, las cejas desordenadas, los parpados cerrados acompañados por esas pestañas infinitas que enmarcaban los chocolatados ojos, la nariz recta y delgada, los labios finos y rosados ocultos tras el sello del tubo que habían puesto los medicos para mantener al chico con ventilación asistida. Tony apreto la mandíbula en un intento de mantener los deseos desesperados de llorar a raya. Aquella imagen era simplemente desgarradora.
-Por favor... Por favor, Peter, despierta. Lo siento, lo siento mucho. Te amo. - se quedó unas horas más allí. Clavado a su lado. Sin moverse más que para secarse las lágrimas que caían sin permiso.
....
- Tones... Despierta, Tones. - levantó la cabeza con pereza. Que maravilloso era ese pequeño segundo donde el cerebro esta demasiado dormido como para analizar que esta pasando, y no sabes quien eres, como te llamas, donde estás ni como llegaste ahí. Pero solo era un segundo, hasta que la realidad golpea como balde de agua helada.
Despertó de golpe, levantándose asustado sin poder recordar en que momento había caído dormido, lo cual era razonable considerando que había estado al menos 36 horas despierto desde que ocurrió el accidente hasta que tuvo la conversación con May Parker.
Aún tenia su mano unida a la de Peter, y a pesar de que su cuerpo exigía mantener el contacto, se obligó a soltarle.
Se había dormido con la mitad superior del cuerpo sobre el costado del chico, mientras descansaba sentado a su lado en una incómoda silla de madera.
- Oh... Tones. - No soportaba la lástima en la mirada de Rhodes. ¿Pero qué podía hacer? estaba seguro que su estado era de lo más deplorable.
- Es mi culpa, Rhodey. - El moreno se acercó a su lado, y si bien en cualquier otro momento el contacto hubiera resultado incómodo, Stark no se alejó cuando fue cubierto por los brazos y cuerpo de su amigo en un abrazo reconfortante.
- No, Tony, no lo es. Ese chico de ahí es la imagen de la abnegación echa persona. Tu no lo atropellaste y definitivamente no pediste esto. Si estamos aquí es porque así debía ser. Esta es la vida diciéndote que después de tanta mierda... Tienes una segunda oportunidad. No dejes que se vaya otra vez, por favor... Pet es un dolor de culo, pero Dios santo, no sabes como he extrañado su verborrera en estos años. - Stark sonrió. Todos lo habían extrañado.
Nada era igual sin Peter Parker ahí.
Era parte de su pequeña familia. Esa que estaba compuesta por sus fieles amigos, su pequeña hija y aquel hiperactivo chiquillo de Queens que al irse, se llevó parte de ellos consigo.
Se alejaron asustados cuando las máquinas encargadas de mantener al muchacho monitoreado comenzaron a emitir ruidos extraños, saliendose de los parámetros que habían estado marcando minutos antes.
Rhodey reaccionó, corriendo de inmediato a buscar a alguna enfermera y a la doctora Cho.
Tony estaba en piedra, sin reaccionar, su corazón se aceleró a causa del miedo y apesar de que sus instintos rugian exigiendo que hiciera algo, su cuerpo no pudo más que acercarse nuevamente al lado del chico y sostener su mano, aunque no esperaba recibir un apretón de vuelta por parte de Peter.
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Él. [Starker]
Fanfic- Yo solo te quería y te necesitaba a ti... - ... AU. Infinity war y EndGame no pasan. Post Civil War. Historia corta. [Starker] (Gracias infinitas a @Dxwneyy por la hermosa portada❤️)